Haré lo que sea necesario

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La brisa primaveral golpeaba el rostro de un joven Hyunjin, lleno de esperanzas y una cálida mirada.

El viento jugueteando con su oscura cabellera a la par que traviesos pétalos de cerezo caían a su alrededor, creaban una imagen hermosa y etérea a ojos de los demás, atrayendo demasiadas miradas.

Pero eso a Hwang no lo importaba, ni siquiera era capaz de fijarse en cualquier persona que no fuera su hyung.

Hyunjin no quería comportarse como un típico adolescente enamorado, aun así era incapaz de disimular si quiera un poco su sentir. 

El brillo en su mirada, lo grande de su sonrisa, la atención que le prestaba; todo delataba sus sentimientos por Changbin. 

Además, juraría ser correspondido.

En los meses que llevaban frecuentándose gracias al club de baile, había formado un lazo especial, yéndose juntos luego de clases, saliendo los días libres y demás. 

Podría tratarse de una inocente y nueva amistad, por supuesto, pero Hyunjin sabía que no era así. 

Los amigos no rozaban sus manos al caminar, sonrojándose y mirando hacia el lado. 

Los amigos no se preocupaban por el otro como ellos lo hacían, ni se texteaban desde que despertaban hasta que se iban a acostar. 

Los amigos no se quedaban viendo los labios del otro cuando nadie más estaba al rededor. 

Los amigos no se besaban. 

Así, Hyunjin podría seguir enumerando las razones de por qué el y su hyung no eran amigos.

Lo que tenían no era amistad, pero tampoco estaban oficialmente juntos. 

Se hallaban, en pocas palabras, en una situación inestable sin nombre y que los mantenía restringidos de actuar como pareja a vista y oídos de todos.

Y quizás, si Hyunjin no estuviese tan enamorado, eso le molestaría; pero se trataba de Changbin. Estaría dispuesto a lo que fuera con tal de pasar el tiempo cómodamente con él, dejando de lado temas irrelevantes

Porque no importaba qué fueran mientras pudiese seguir probando aquellos delicados y esponjosos labios con los suyos.

No importaba si frente a los demás eran "amigos", pues cuando quedaban en privado, sabía que los acercamientos no faltarían. 

Justo como en aquel momento, donde su hyung lo había citado en la sala del club al terminar las clases. 

Ese día no habían actividades en el club, ¿por qué lo estaría llamando? 

Su corazón latía desbocado imaginando distintos escenarios donde el mayor se le confesaba explícitamente, pidiendo su mano en noviazgo. Todo muy de novela romántica. 

Quizás debería dejar de ver dramas, o fijarse más en las partes de conflicto. Pero no tenía cómo saberlo.

El joven Hyunjin de preparatoria era incapaz de imaginar el balde de hielo que le caería encima con cuatro simples palabras.

"—Deberíamos dejar de vernos."

Ni siquiera un saludo fue lo que recibió al llegar a la sala del club, quedando totalmente descolocado.

— ¿Hyung?

—Lo que hacemos está mal.

Hyunjin no lo entendía. 

How to be a Heartbreaker › 𝐇𝐲𝐮𝐧𝐣𝐢𝐧 𝐡𝐚𝐫𝐞𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora