My guardian angel (Adrientte)

»──── «❀ Capítulo 3 ❀» ────«

—Ok, ahora que ya todo está dicho, me retiro. —Luka dijo, y se puso de pie, pero en ese momento sintió una mano sosteniendo su manga, deteniéndolo.

—¿Ya te vas? —Marinette preguntó, mirando a Luka con ojos de cachorro, y Luka sintió que su corazón casi se derretía. Se acuclilló y desordenó, con gentileza, los cabellos de Marinette.

—Sí, Marinette ya debo irme. —Dijo Luka. —Pero Adrien será tu nuevo dueño y tendrás que hacer todo lo que él te diga, ¿ok?

—... Ok... —dijo Marinette, y Luka sonrió.

—Ok, sé una buena chica, y estaré de regreso en seis meses. —Marinette volvió a asentir, y Luka se fue. Cuando la espalda de Luka desapareció por la puerta, Marinette giró para mirar a Adrien; sonriéndole.

—Soy toda tuya ahora. —Marinette dijo, y Adrien deseó que no lo hubiera dicho como si eso le hiciera la persona más feliz del mundo, y Adrien deseó no haberse sonrojado por esas palabras.

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Después de que Luka se fue, y las cosas fueron establecidas, Marinette fue hacia él y se acuclilló frente a Adrien, quien estaba sentado en el sofá; inclinándose muy cerca de él.

—¿Puedo hacer algo por ti? —Marinette preguntó, su cabeza estaba ladeada y miraba a Adrien con ojos llenos de este deseo por complacerle.

Adrien se alejó tanto como podía y frotó tímidamente su cuello.

—¿Puedes hacer un poco de té? —preguntó, y Marinette asintió como un cachorrito obediente. —Encontrarás todo en la cocina. Ya sabes dónde está todo, ¿verdad?

—Sip, —dijo Marinette, asintiendo otra vez antes de ponerse de pie con una velocidad que Adrien no pensó que fuera posible para un humano, pero claro, «Marinette no era una persona cualquiera; de hecho, ella ni siquiera era humana.» Continuamente, tenía que recordarse ese hecho para tener que dejar de ponerse nervioso cada vez que Marinette se le acercaba mucho.

«Distancia, esa era la llave. »

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—Aquí tienes, —Marinette canturreó emocionada mientras iba al lado de Adrien. Había sido bastante rápida; Adrien ni siquiera había escuchado la cafetera (debía de haber estado en su mundo).

—Gracias, —dijo Adrien, y Marinette se colocó frente a las piernas del otro; acuclillándose tanto que su mentón estaba descansando en las palmas de sus manos. Marinette no sabía lo que significaba 'espacio personal', porque estaba a solo centímetros de tocarlo.

Adrien ignoró eso por ahora ya que Marinette estaba mirando emocionada, esperando por su aprobación. Pero cuando Adrien llevó la taza a sus labios, y dio un pequeño sorbo, inmediatamente lo escupió.

—¡Está frío! —gritó y Marinette lucía desconcertada.

—Pero dijiste que querías té. Nunca dijiste si lo querías caliente o frío. —Marinette explicó, y una mirada triste se coló en ella. —¿Es decir que no te gusta?

—No, claro que no es eso. —Adrien dijo con una risa nerviosa. —¿A quién no le gusta el té frío?

Marinette se animó ante esas palabras.

—¡Qué bueno, porque hice toooooda una olla! ¡Así podrás disfrutarlo toda la noche!

—Oh... Fan...tastico... —dijo Adrien, y sollozó por dentro. «Tendría que aprender a darle mejores instrucciones a Marinette»; se regañó mentalmente por no hacerlo en primer lugar, y solo siguió bebiendo su té. «Estos serían unos seis meses interesantes. »

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Continuara...