FELONY - WangXian - MDZS

Capítulo 4: Señales...

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FELONY...
Por: Heartless Bom

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[El arte no es mío - Creditos a su autor en Twitter: wwxsAJ1s]
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Capítulo 4: Señales...
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El despertador cayó al suelo gracias al movimiento de alguien.

No era el suyo y eso era más que claro, porque uno de sus brazos estaba en la pequeña y ceñida cintura de la cual era dueño Jiang Cheng y la otra estaba sosteniendo la esponjosa cadera y trasero de su novio A-Yao. Por el ruido y la posición supuso había sido el minino, pero antes de siquiera poder concebir que era hora de levantarse, el menor de los tres fue el que se levantó.

Admitiría fue un martirio el que se haya quitado su brazo de al rededor -porque había sido una pelea lo dejase abrazarlo anoche o tan solo que accediera a dormir con el otro también- Le escuchó juntar las pilas que salieron volando. No quería ser obvio pero un pequeño gruñido salió de la garganta de XiChen el cual dejó de sentir el calor en la cama, y por una vez en su perfecta vida laboral, mandando todo al carajo para solo enredarse en las sábanas con su novio, el cual le había subido una pierna y se pegaba a su pecho desnudo.

A-Yao era demasiado lindo cuando quería y el que esa colita de zorro se moviera al compás de las orejitas eran un espectáculo que siempre adoraba ver. Amaba a ese zorro aún si no tenían por mucho más de un año saliendo... Aunque... En fin, tenía curiosidad de que haría el felino estando solo. Y el sueño ya se le había ido.

Escuchó algunos ruidos a lo lejos de la habitación, por lo que se apresuró a ponerse una sudadera y un pantalón deportivo en lugar de la pijama. Pensaba seriamente en reportarse enfermo.
WangJi se lo perdonaría tal vez por la ayuda del día anterior. No lo sabía y no quería pensarlo y mucho menos ahora que le inundaba las fosas nasales un rico aroma a panqueques.

Caminó a paso lento para no asustar al minino que podía observar desde detrás de la barra de la cocina. Se había puesto un conjunto deportivo que le había comprado en colores violetas, pero a diferencia del suyo, este era conformado por un par de shorts y una cazadora de cierre.

La colita del minino se movía acorde a sus movimientos, de grácil forma mientras seguía preparando el desayuno y mirando el reloj en la pared.

¿Sabría de su horario?

-¿Porqué estás mirándome como todo un raro?- Aquello le hizo levantar levemente sus orejas y sonrojarse al haber sido atrapado en aquellos momentos.

-Buenos días Jiang Cheng- Entró y observó la mesa repleta de comida, posando sus ojos en los del otro y posteriormente en los esponjosos panqueques. Aunque no quisiera admitirlo, el mínimo estaba nervioso y emocionado, con las manos unidas en su regazo y su cola negra danzando tras él.

-No sabía que le gustaría a un conejo, ni a que hora debía ir a trabajar... Me he levantado y he preparado un poco de todo, espero que te guste-. Su dueño no podía articular palabra, mirando aún sin poder creérselo toda aquella comida.

-Me gusta todo- Exclamó al fin. Jiang Cheng sonrió y aquella preciosa sonrisa se clavó en el corazón del conejo, quien al probar el primer panqueque, se deleitaba con el sabor del maple, la azúcar y la mantequilla... Si bien su dieta era vegana, podría cambiar eso por el felino.