No sé qué se me pasa por la mente
cuando te miro de frente,
sabiendo que,
hogar,
nuestro
tiempo
juntos
es ya escaso,
aunque
(todavía)
no haya una fecha en el calendario.
Se acerca la despedida,
y aunque sé que es temporal
duele igual.
No sé qué hay en mi cabeza,
pero no quiero pensar.
Ya me conoces, es mi estrategia
para evitar los problemas;
cuando no sé, leo y escribo poemas.
Porque no sé qué día será
aquel en el que te tenga que dejar.
No sé qué ocurre en mi cerebro,
aparte de miedo al futuro
y a lo desconocido,
a la pérdida y al abandono
y a lo que me pase en otro
sitio,
y a lo que ocurra con nuestro vínculo;
así pues, para lidiar con ello,
solo me repito
de nuevo
tu nombre, mexicano,
y el significado
de la palabra sempiterno.
Que no depende del edificio,
ni de que el lugar
pronto
sea similar pero
a la vez, tan distinto.
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Poemas para los poetas sin poesía
PoetryPoemas para todos aquellos que son poetas de la vida, de la vida o de la prosa. Y poemas para todos los poetas que se han perdido entre versos sin encontrar la magia poética.
