Poemas para los poetas sin poesía

Güelito

Güelito,
hoy es tu cumpleaños
y por eso este poema te dedico.

A mi abuela ya le hice uno;
hoy no podía faltar el tuyo.

Te gusta la naturaleza,
y tu corazón nunca cierras.

Amas la tierra,
y resolver problemas.

Paseas a menudo
y te relajas caminando un largo rato.

Plantas en el huerto,
y tus brazos siempre tienes abiertos.

Me das la bienvenida cada vez que vengo,
y una sonrisa me sacas cada vez que te veo.

Siempre encuentras cómo ayudar
a todo aquel con el que te cruzas.

Tienes un alma muy bondadosa
aún más que tus manos habilidosas.

Hay tanto que me has enseñado
que hablar de ti me llena de orgullo.
Es por eso que hoy esto te escribo,
porque aunque no siempre te lo digo,
me encanta poder estar contigo.

Cada vez que te escucho hablar del pasado
(algo que haces de vez en cuando)
puedo imaginar aquellos años.

Aunque no sepas hacer mucho con la tecnología,
sé que en otras cosas tienes maestría.
De ti algo aprendo cada día.
Siempre me cuentas lo que no sabía.

Gracias por siempre acogernos,
y echarnos una mano
con aquello que necesitamos.

Ya te he felicitado, pero quiero volver a hacerlo,
así que ahora, en este veintiocho
no me queda más que decirte, como cada enero,
¡muy feliz cumpleaños, abuelo!