Capítulo 8

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31 de agosto de 20XX

Elías sigue estando inconsciente, me preocupa verlo así pero sé que apenas puedo hacer algo.

—Vamos a casa— me habla Dimitrio—, él se recuperará, su estado de salud está mejorando.

—De acuerdo, trataré de no mortificarme— sonrío—. Iré al baño, así que espérame en las escaleras.

Estoy invadida por el cansancio, mis piernas no pueden aguantar mucho por mi condición, el baño se encuentra a la vuelta. Me veo al espejo, no soy la persona ideal hablando del físico, pero me defiendo.

"—Olvídate de mí, odio verte— su alta silueta me empuja sobre la cama, me besa con desenfreno, mordiendo mi labio en el acto—. Aunque, si me lo pediste de rodillas, no puedo negarme— sus manos frías recorren mi abdomen.

Una parte de mí siente placer, sé que mi cuerpo no aguantará. Otra parte me hace crear distintas preguntas, ¿por qué dejo que me lastime así?, ¿por qué no le digo que se detenga? Esto me duele, me hace sentir sucia

—Esta vez lo disfruté— dice mientras se coloca la camisa, mi cuerpo tiembla por el dolor—, no te quejes, tú lo quisiste, me sedujiste, ¡Maldita perra!"

Pongo los pies sobre la tierra. Fue un recuerdo, un recuerdo muy malo.

Mis manos tiemblan, evito a toda costa desmayarme ahí mismo por lo que regreso a la habitación para tomar lo que dejé ahí e irme, camino con cuidado para no resbalar. Miro de reojo a Elías, lo que me hace tranquilizarme, antes de avanzar mas escucho un gruñido proveniente de él.

—Regresa... Por favor— volteo a verle cuando escucho su voz. Sus ojos permanecen cerrados, aún no me ve, su voz suena débil. Salgo rápido esperando a que siquiera me haya reconocido.

(...)

Son apenas las ocho y cuarto de la noche, quiero dejar de pensar en lo ocurrido hoy, no estoy con el mejor humor. Sigo pensando en algo que me distraiga de todo.

El lápiz parece moverse por sí solo, la sensación de emociones enlazándose invade mi corazón, un nudo en la garganta se forma al seguir uniendo palabras, creando un desenlace que me incita hacia otros pensamientos que creí perdidos.

Un nombre de forma en mi cabeza:

Ismael.

Sorprendida, vuelvo a la realidad, es ahí donde caigo en cuenta.

La caja que mi madre mencionó se mantiene en su habitación, no puedo ir y husmear, pero sí puedo buscar aquí.

Me levanto de prisa, en busca de información, todo aquí se ha mantenido intacto.

Pequeñas piezas se van uniendo, como si una película pasara sobre mis ojos: una habitación color azul marino se graba en mí, veo mis manos temblorosas que toman una pequeña libreta, observo a todos lados con miedo, subo a una silla donde introduzco esa libreta con decorados de mariposas a un lugar que no logro descifrar.

Todo eso me dirige al clóset, hay objetos arriba algo escondidos que apenas noté cuando entré por primera vez después del accidente.

Tomo la silla en la que me había sentado, pienso cómo subir sin caerme, estando ya de pie tengo miedo, porque creo que es una clara premonición.

Sofoco el estornudo por el polvo y la suciedad de ahí, no quiero que sepa Dimitrio.

—¿Hace cuánto que no limpian aquí?— me pregunto en susurros, espero no encontrar una araña, no me gustan para nada.

Bajo los objetos pero no hay nada, veo a detalle las paredes, hay una ruptura y un bulto en la pared cubierta con cemento, mis dedos sienten un espacio vacío, cuando lo recorro se rompe, algo sobresale de ahí: un rectángulo blanco envuelto en una bolsa. Lo tomo con sutileza, es la misma libreta, aunque desgastada.

Ojeo para ver su contenido, las primeras páginas no muestran mas que garabatos, al seguir viendo hay unas hojas con distintas frases y fechas de dos años atrás, parece ser mi letra pero no aseguro nada.

"02/01/XX:

Año nuevo me trajo recuerdos que quise dejar con el alcohol, no me moderé y lloré como una idiota. Grité su nombre varias veces.

Ya estoy harta de él..."

¿Alcohol y un desamor? Es la peor idea que puede haber, es un diario por dónde se vea, podría ser tonto tenerlo al igual que su contenido, pero dado el lugar donde lo encontré no parece ser uno normal.

Leo la siguiente hoja:

"04/01/XX:

Dudé de él, pero descubrí que era verdad, lo ví con mis propios ojos pero tengo muchas dudas, ¿tenía un hermano gemelo? ¿Por qué cambió de repente? Fue muy malo conmigo.

No hablé con él, su"

La tinta se corrió por el resto de la hoja, no puedo ver más.

"09/01/XX:

Esto es una estupidez, creer que alguien así cambiará, pienso por un momento que sí lo hará, me ha mostrado su vida, su historia y su 'dignidad'.

Ya no aguanto esto.

No puedo dormir bien, tengo miedo de algo y no sé qué sea. Quiero encontrar la solución a esta confusión, por mientras seguiré esperando"

Sigo leyendo aún mas notas, por más irrelevante que sea, habla sobre un amor, algo destructivo. Lo escribí pensando en alguien a quien amé de una manera casi compulsiva... Algo muy malo me pasó.

¿Es esto lo que mi madre me dijo aquella vez? ¿A eso se refería mi madre con esa frase antes de desfallecer? ¿Es por eso que tuve esas recurrentes pastillas?

Dudas y más dudas crecen, leo algunos más, todo son lo mismo: decepción, odio, lástima, tristeza, negación, enojo para después volverse adoración, amor, obsesión; un círculo vicioso.

En una esquina leo una frase a medio borrar:

"Ismael Rodríguez, 1* años, ciudad ******, C********. Dos hermanos de 9 y 4. Padre asesino y madre desaparecida, vive con su tía Fa***** V******.

No hay más datos que me hagan creer que fue real, todo eso fue una farsa, (20XX, mayo 5)"

Sin darme cuenta, había vuelto a eso que me mató alguna vez.


(...)

Este tipo de círculos viciosos nunca terminan bien, yo estuve en uno:((

Dom, el que cuenta su vida a desconocidos.

Derecho a Olvidar (piloto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora