Prólogo

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12 de mayo de 20XX

Me siento atrapada desde lo que pasó, no entiendo o no quiero entender más motivos, porque si lo hago... Sé que volveré a caer.

—¿Estás segura de lo que quieres hacer?— pregunta aquel hombre de barba ceniza.

—Es lo mejor— contesto adusta.

—¿Para ti o para los demás?— la duda se hizo presente, me siento atrapada entre lo moral y políticamente correcto. Aún así ya lo tengo decidido, de verdad anhelo eso.

El egoísmo crece en mí por mis decisiones, dudo encontrar otra solución a tiempo.

No cabe excusa para esto, es lo que quiero, aunque quizá en otro momento hubiera encontrado la salida correcta.

Preferiría un inicio antes que el final.


20 de mayo de 20XX

El olor a petricor me inunda las fosas nasales, corro como si mi vida dependiese de ello, veo a los transeúntes pasar de un lado al otro en aquel pequeño parque, pero no lo veo a él.

—¡Nadia!— grita, me detengo y su delgada figura está detrás de mí. Tomo una bocanada de aire para regular mi voz—. Pareces... Estresada— me mira preocupado.

—Lo normal ja, ja, ja— trato de decir con sarcasmo—, no tengo tiempo, tan sólo vine a entregartelo.

Desabrocho el colgante que tengo puesto, es una aventurina redonda con decoraciones de alambre que da alusión a un sol.

—¿Por qué me lo entregas? Es algo...

—Quiero que lo conserves— sonrío—. No puedo tenerlo ya...—, evado mi tristeza con una sonrisa, sus brazos me envuelven en un cálido abrazo antes de que diga más.

—Parece una despedida...— su voz se quiebra.

Quizá lo sea.

Nos quedamos así por algunos minutos, no sé qué más decir, sólo espero a que me observe.

—Me tengo que ir.

—No quiero que lo hagas— dice y me toma del brazo con sutileza, sus dulces y suaves labios besan los míos. Mis mejillas se sienten calientes.

Siento que muero de amor ahí mismo, él sonríe ante mi expresión, devuelvo el gesto antes de hacer un ademán para despedirnos. Me siento más relajada después de eso.

Vuelvo a donde mis padres esperan dentro del auto, todos me sonríen pícaros al entrar y ponerme el cinturón de seguridad, sé que quieren saber lo que pasó, mas nulo—por el momento—, mi libertad de expresión.

Ellos hablan entre sí mientras mis dos hermanos juegan en sus celulares.

—A todos los enamorados— habla la locutora en la radio del auto—, nos han pedido esta canción y cómo no. Me recuerda tanto a mi juventud— lo comenta con dramatismo—. Sin más, "Kiss me" de Sixpence None The Richer.

Emociones encontradas aparecen, al igual que la melodía. Mi corazón palpita con alegría.

Kiss me out of the bearded barley

Nightly, beside the green, green grass

Swing, swing, swing the spinning step

You'll wear those shoes and I will wear that dress

Oh, kiss me beneath the milky twilight

Lead me out on the moonlit floor

Lift your open hand

Strike up the band, and make the fireflies dance

Silvermoon's sparkling

So kiss me

Recuerdos de un primer amor de niña, sé que sólo tengo dieciséis, con todo esto, ¿qué más da sentirme como una viuda reviviendo viejos tiempos?

La nostalgia de un amor no correspondido me saca una diminuta lágrima. Gracias a eso pude conocer más mis gustos sobre ambos sexos.

Kiss me down by the broken tree house

Swing me, upon its hanging tire

Bring, bring, bring your flowered hat

We'll take the trail marked on your father's map

Oh, kiss me beneath the milky twilight

Lead me out on the moonlit floor

Lift your open hand

Strike up the band, and make the fireflies dance

Silvermoon's sparkling

So kiss me

Mis recuerdos van viajando a lo reciente, aquella vez que le conocí... Sin dudarlo le confié lo que más anhelaba.

Kiss me beneath the milky twilight

Lead me out on the moonlit floor

Lift your open hand

Strike up the band, and make the fireflies dance

Silvermoon's sparkling

So kiss me

Me siento intranquila, no quiero pensar en eso otra vez. El miedo vuelve a aparecer, siento que el cinturón de seguridad me asfixia.

So kiss me

Escucho por lo bajo su voz, cubro mis oídos para mantenerme cuerda. Recuerdo su maldita sonrisa. Siento sus manos sobre mí, sobre mi cuello.

So kiss me

Miro una fracción de segundos hacia mi padre y veo en la calle, un auto frente a nosotros. Siento el golpe contra el asiento de enfrente para después volver a golpearme contra la ventana.

So kiss me

La sangre recorre mi rostro, una silueta se acerca hacia mí, siendo lo último que veo antes de que todo se vea oscuro.


(...)

Derecho a Olvidar (piloto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora