— ¡¿Por qué...— un almohadazo — no... — otro almohadazo — me dijiste... — tres almohadazos seguidos — nada?!
— Auch, auch, auch, ¡Auch! ¿Que tiene esa almohada? ¿Piedras?
— ¡Habla de una vez mujer!
— No entiendo porque me pegas si aún no cuento nada.— Se cruzó de brazos.
— No te sale hacer berrinche, habla.
Me sacó la lengua.
— No es nada... En vacaciones yo estaba ayudando a mi mamá con el asilo, un día lo ví allí, pregunté que hacía y me dijo que fue a visitar a su abuela... Tenías que verlo, no parecía para nada el chico fuckboy de la escuela, se veía tan vulnerable, Temi...— Se quedó viendo sus manos, yo tenía una mueca triste en el rostro.— No quería que se pusiera triste así que le pedí que me ayudara con algunas cosas, el acepto y cuando terminamos fuimos por un helado, en el camino me empezó a contar lo que pasaba con su abuela... Uhm, prefiero no decírtelo porque es algo personal de él.— Le hice una seña para que no se preocupara.— Empezó a llorar y nos quedamos unos 20 minutos allí, yo abrazándolo para que se calmara. Luego fuimos por el helado y nos quedamos conversando... Él es diferente, cuando estuvo conmigo fue diferente, es amable y muy sensible, cuenta chistes tan malos que dan risa,— Soltó una risita, sonreí con ternura ante eso.— No lo sé...— suspiró.— Quiero creer que él es de verdad así, no una mierda de persona... Y pues, me gustó esa faceta de él... Luego de ese día nos seguimos viendo, hasta hace una semana que se tuvo que ir unos días de viaje, pero no me escribió cuando volvió, quizás se arrepintió de pasar tiempo conmigo...
Le pegué otro almohadazo,— No digas eso, nadie podría cansarse de tí, eres una persona hermosa con actitud hermosa, Annie, estoy segura que Brett lo notó y que tiene una razón para no haberte escrito... Además, ví como te vió hoy,— hice una cara pícara.— Solo... Cuídate, ¿Sí? No quiero tener que cortarle las pelotas luego si te hace algo. Por otro lado, quiero conocer a esa parte de Brett de la que hablas y darle mi bendición.
Annie con ojos llorosos se acercó a abrazarme,— Eres la mejor, Temi.
— Lo sé, bebé.
Me jaló el cabello,— Tenías que decirme que yo también soy lo mejor, bicha.
— Ay, perdón pues. Cuando tengo mis momentos de alta autoestima no me dejas ser, luego me andas gritando que soy hermosa y puro arte.
Ambas nos miramos y empezamos a reír.
Nos quedamos el resto del día en mi cuarto viendo películas y comiendo helado hasta que tuvimos que hacer tarea.
— Oye, Temi...
— ¿Sabe la respuesta de la tres? No la consigo.
— Sí, aquí está, toma.— Deslizó el cuaderno a dónde yo estaba. — Temii, hablemos sobre Matthew.
Dejé de escribir para mirarla,— ¿De que hay que hablar sobre él?
— No sé, eres mucho más tímida que de costumbre con él.
— ¿Qué hablas? Soy así siempre.
— Sabes que no. Además, tu misma me dijiste antes de que nos dieramos cuenta que es nuevo que te pareció lindo.
— Pues sí, Theo también es lindo, Corbyn Besson también es hermoso, Liam Payne también.
— ¡Tus amores platónicos no cuentan!
— ¿Cómo que no? Son los más importantes. — Dije, tratando de llevar la conversación por otro rumbo... La verdad no sé porque, no hay nada que hablar sobre Matthew.
— Lo que tú digas...
— Es en serio, — La interrumpí.— ¿Sabes cuánto amor le tengo a Corbyn o Zach o todo Why don't we? Son mi vida. Si me dicen que me pinte el cabello de verde pupú lo hago.
Ella rodó los ojos,— Deja de evitar la conversación.
— ¿Qué tal si llamamos a Theo? Puedo pedir permiso para que tú te quedes y él por lo menos se quede hasta tarde. — Propuse mientras cerraba el cuaderno.
— ¡No entiendo porque no quieres hablar de Matthew! Pero está bien, llamemoslo.
Es que no entiendo de que hay que hablar, no pasa nada con ojos lindos.
Salí a preguntarle a mis papás, que luego de mucho rogar aceptaron que Theo viniera un rato. Volví a mi cuarto, tirándome al puff con mi celular.
Luego de unos segundos, mi pelirrojo amigo respondió.
— Querida, Temi.
— Hola, T.
— ¿A qué se debe tu llamada?
— Annie se va a quedar en mi casa y quería saber si quieres venir por un rato, podemos hacer noche de chicas y T.
— ¡¡Me encanta la idea!! Uh, pero... Olvídalo, llevaré una sorpresa.— Escuché como se rió, juro que fue casi con maldad.
— Ok, raro, no tardes, te quiero.
— Si, si, lo que sea.
— ¡Ya no te quiero!— le grité antes de que colgara.
***
Media hora después, me pare cuando me avisó que ya estaba afuera.
— ¡Theo!— dije para abrazarlo apenas abrí... ¿Está más alto...?
Levanté mi vista y estaba Theo viéndome... Ya va.
¿A quién estoy abrazando?
— Que linda bienvenida, Artemisa.
Oh mierda.
Matthew.
Me separé rápido.
— Lo siento, pensé que era Theo, no sabía que venías, perdón.
— Tranquila, me gustó sentirme querido.— bromeó.
Yo solo sonreí con vergüenza.
— Pasa, en la sala está Annie.
Pasó, cuando Theo iba a pasar lo tomé del cabello, haciendo que arqueara la cabeza.
— ¿Por qué no me avisaste?
— ¿Sorpresa?
— ¿Sabes que mi papá se pondrá intenso cuando lo vea aquí?
— Tranquila, lo distraeremos.
— Dame una razón para no dejarte calvo aquí mismo.
— Porque soy tu mejor amigo al que amas mucho y que te trajo helado de Torta suiza.
Bajé la vista hacia la bolsa que tenía en la mano, que no había notado antes por estar concentrada en arrancarle el cuero cabelludo.
Lo solté y tomé la bolsa,— Te salvaste hoy.
Él se fue corriendo.
— ¡Annie tu amiga me quería matar!
— ¡No seas dramático, Theo Edward!
~•~•~•~
Soy la única que ama mucho a Theo?
Pronto veremos más a Matthew y Brett🌚.-Is🏹
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Highway.
Teen FictionMatthew Evans (sí, nombre cliché) no podía sacar de su cabeza a aquella chica que vió en la carretera. A Artemisa Cooper (sí, como la diosa) se le quedó grabada la sonrisa y los ojos de ese chico que vió cuando iba al colegio. Pensaron que no se vol...