Prólogo.

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Los saludaba nuevamente.

Había pasado algo de tiempo desde que habló con el público que observa su vida diaria y las de sus hermanas, ahora tenía 14 años y por supuesto que las cosas habían cambiado por su actual edad, ya que después de todo ahora era un adolescente hecho y derecho.

Enseñándoles que tanto las cosas han cambiado ahora que ya ha entrado a la adolescencia, empezando por supuesto con sus hermanas, que.. como era de adivinar, ellas también ya habían crecido, y con algunos cambios por supuesto. A lo que no tardaría más y empezaría con los primeros cambios que él pasó, primero, habían entrado a la secundaria donde desde luego sus amigos también entraron, siéndole curioso como no había tantas diferencias entre la primaria y la secundaria.

Eso había sido fácil, pero, las cosas sólo estaban comenzando.

Casa Loud, sábado









Era fin de semana.

Por lo que era muy obvio que sus hermanas estarían haciendo sus actividades favoritas, o algunas otras cosas, siendo más probable lo primero si tenía que ser honesto.

Oh ahí venía una de ellas, la más adorable y claro la que nunca admitiría ante todas sus hermanas que es su favorita..

- ¡Lily ven aquí..!—Acto seguido procedió a abrazar a su pequeña hermanita de 4 y en futuro 5 años, viendo cómo ella correspondía el abrazo.

- ¡Lincoln!—Recibir un abrazo de su hermano mayor siempre le gustaba, ya que al ser el único niño podían hablar de diferentes cosas— ¡ya no necesito que duermas conmigo..!—Declaró muy segura de si misma mientras alzaba sus brazos.

- ¿Estás segura?—Dijo con un tono interrogativo mientras miraba a su hermanita menor— No decías lo mismo días atrás..—Decía destacando las palabras en pasado de su hermana mientras hacía una pose pensativa— tenías miedo de dormir sola debido a..

- ¡Shhh..!, es un secreto hermano y..—De la nada sacó un peluche, uno que Lincoln conocía bien— Duermo mejor desde que me diste a Bun Bun, gracias Lincoln.

- No hay de que Lily, te veré después.—Mencionó acariciando la rubia cabellera de su hermanita, viéndola irse corriendo para después entrar al cuarto de una de sus hermanas.

De verdad, ayudar a Lily siempre sería algo que le guste hacer, no lo malinterpreten, le gusta ayudar a todas sus hermanas, pero, con ella era más simple, no era algo que tendría que estar haciendo durante horas, no era algo que requiriera esfuerzo físico. En serio que la extrañaría cuando creciera, siendo que.. ahí es donde empezarían los favores difíciles, ya dándose una idea de lo que podría llegar a pedirle años más tarde, mejor aprovechar todo lo sé que tiene en momentos actuales, pues un día, todo cambiaría y quien sabe si sería para bien o para mal.

Continuaba caminando por el pasillo donde estaban todos los cuartos de sus hermanas, asegurándose de que todo estuviera bien.. bueno, eso le hubiera gustado decir, si no hubiera visto humo salir del cuarto de su hermana menor Lisa, queriendo investigar.. pero, la verdad, siempre que investigaba algo de ella, terminaba mal, y aquella cicatriz en su brazo no mentía.

Fingiendo que no vió nada, y siguiendo su camino, para ser fin de semana, era algo tranquilo.

Sala









Rubias al acecho.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora