Rubias al acecho.

5. Consecuencias y actos.

En esta casa.

Había siempre una regla que aunque no estaba escrita, todos los que viven ahí la sabían, siendo muy diferente la opinión de varios sobre que hacer cuando pasaba algo relacionado con esa regla.

Pero para simplificarlo, siempre hay peleas entre hermanos, siempre, el detalle es que entre ellos deciden, si enfrentan el problema que ambos tienen, o.. dejan que escale hasta que todos en la casa se terminen por enterar. Por lo que siempre era más adecuado hacer lo primero, enfrentar el problema, algo que para Lincoln, si.. era complicado, aunque prefería esto a tener un problema más grande, y que después le fuera imposible de contener, por lo que por eso era mejor resolver todo de una vez.

Desde hace tiempo.. no es el mismo en cuanto resolver problemas se trata, esto dicho por su reciente entrada en la adolescencia.

De igual forma, habría que dar un máximo esfuerzo.

Habitación de Luna y Luan

Verán.

Una subparte de esa regla que les acaba de mencionar, es también el hecho de que puedes pedir ayuda, pero por supuesto.. debes elegir a la hermana o persona que sabes que podrá ayudarte, por lo que para él.. no era tan difícil, pero a la vez si.

Había una de sus hermanas que era muy flexible en cuanto a problemas se trata, debido que ella ha hecho cosas iguales o peores de las cosas que escucha, por lo que.. mirando a los lectores es que seguía con este momento narrativo de su mente. ¿Qué hermana es a la que puede decir sin miedo sus problemas?, si conocieran a su familia(algo que asume que es así), sabían o.. saben, que solo hay una hermana Loud que es capaz de escuchar todo.. y no juzgarte, no mucho por lo menos, aunque bueno, se distraía.

Luna ciertamente era la indicada para hablar de sus problemas de... adolescente, debido a su personalidad alocada.

- Luna.. ¿estás ahí?—Dijo tocando la puerta de la habitación que ambas de sus hermanas mayores compartían, esperando no ser recibido con alguna broma de su otra hermana.

- Pasa Bro'—Mencionó con energía, escuchándose un ligero cambio en su voz, pues había crecido mucho en 3 años.

- Hola Luna..—Al entrar a la habitación es que observaba con detalle el cómo está se veía, no sabiendo porqué, pero, desde que su hermana Luna decidió dedicarse enteramente a su Banda y a la música, no podía evitar sentir esa aura de que algo podía salir mal si Luna daba un paso en falso— vine porque.. quería hablarte de.. un problema que tengo.

- ¿Es sobre una de nuestras hermanas, verdad?

- ¿Cómo..?

- Lincoln, hermano, es un poco obvio lo que a tú edad puede estar molestándote, pero por tu cara.. asumo que no es un problema que puedas resolver fácilmente, más si es que viniste a contármelo..—Podía parecer muy inteligente, pero no era otra cosa que experiencia, es fácil identificar si algo te pasa por tu mirada, y la de Lincoln.. era un problema, pero no uno que pudiera resolver por su cuenta, por lo tanto, tenía que ver con una de sus hermanas.

Lincoln se sorprendió, pero con resignación es que fue hasta donde se encontraba su castaña hermana mayor, a creer o no, Luna podía dar muy buenos consejos, dependiendo claro de la situación, pero el asunto era ese, viéndola sentada en su cama, notando como lo veía directamente a los ojos. Puede que no haya sido una buena idea del todo, pero.. opciones no le quedan, y toda ayuda es bien recibida, así que quejarse no podía, tenia que ser honesto para saber que hacer.