8. Mal paso.

692 93 8
                                    













Lo sabe.

Sabe que decepcionó a más de uno con lo que hizo el día anterior, pero si es honesto, le es muy difícil controlarse, pues está en esa época donde si ve algo que lo encienda probablemente no pueda hacer mucho al respecto.

De todas formas, estaba volviendo de ayudar a su hermana Lola, para después ayudar a Lana, y con mucho pesar tener que ayudar a Lisa, se alegra de que ya no experimente con él, pero a veces siente que cada vez que le habla es para que un día de estos si lo haga. Al menos sus padres ya se lo tienen prohibido, aunque.. nunca se le olvidarán esos días cuando tenía 11 o los sueños extraños que tenía como síntomas de lo que le había dado para probar, una época que le gustó dejar atrás, de verdad que si.

Pero se distraía, como les decía, después de ayudar a sus hermanas, iría a su habitación un rato.

Es el lugar más pacifico que tiene.

Cuarto de Lincoln











Al recostarse.

Buscaba un poco de reposo en su alma, ha hecho algo imperdonable con su hermana mayor, y aunque realmente se esfuerce por salir de ello, no estaba seguro si podría.

Se conoce a sí mismo, y cualquiera que también sea así sabe de lo que uno es capaz de hacer si tiene la oportunidad, cosas no muy agradables, al menos así son cuando te das cuenta de que realmente no valieron la pena. Solo fueron deseos que fueron muy lejos, y que por su culpa puede que su familia termine dividida, y eso es algo que no quiere que pase, de verdad que no, no siempre será muy funcional, pero es cierto que le tiene un gran cariño a su familia.

Pero tiene que solucionar esto por su cuenta.

- Vamos Lincoln... piensa en algo, tiene que haber algo que se pueda hacer para que la familia no sepa de lo qué haces.. y que nunca lo sepa..—Saludaba a los lectores con un breve gesto de su mano, ahora solo quiere concentrarse en resolver sus problemas.

- Ugh... esto es complicado..—Normalmente ya tendría un plan para evitar una situación prácticamente vergonzosa e imposible, pero ahora no tenía nada, absolutamente nada, este problema había crecido tanto que se daba cuenta que uno de sus planes no sería suficiente, no a largo plazo o para resolver el problema.

Tampoco estaba seguro de si buscar ayuda era la solución, se había metido en un asunto muy delicado y puede que ni Lari ni Luna puedan ayudarlo, el intento siempre está, pero esa sensación de que puede fracasar aún sigue estando allí. Por lo que pedir ayuda podría ayudarle, pero no estaba muy seguro de si eso resolvería el problema o sólo lo agravaría más.

Esperando que fuera más el primer resultado que el segundo, de verdad, tiene que hacer algo, porque entre más tardara, más probabilidades habían de que eventualmente todo lo que haga no se acerque remotamente a resolver este problema.

Se escuchó como tocaban su puerta, tras confirmar quién era es que dejó entrar a la persona que le estaba tocando su puerta, Lari.

- Hey, Lincoln, he notado que.. bueno, intentas pasar menos tiempo con Loan, lo cual es bueno, ya que no es sano{ o apropiado }que pasen mucho tiempo juntos, si ella te ha hecho algo, o si te obligó hacer eso, sabes que puedes decirme.—Decía sentándose en uno de los lados de la cama, acariciando la cabeza de Lincoln.

- Lari... tú sabes que intento contenerme, pero no siempre lo consigo, y termino haciendo algo malo, tengo miedo de parecer mañoso a estas alturas.. y simplemente.. creo que preferiría mudarme al ático.—Comentó tranquilamente mientras sentía las caricias de su hermana en su cabello, parecía lo más cobarde al no enfrentar sus problemas, pero eso le parecía mejor.

Rubias al acecho.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora