Only you - Scorpius Malfoy

• VI •

25 de diciembre

Eran las ocho de la mañana y a esas alturas ya todos los Potter estaban despiertos y dispuestos a abrir sus regalos de navidad.

Cuando Valerie se acercó más a su árbol pudo ver los nombres de los que le habían hecho cada regalo. Se leía con claridad:
Scorpius, Ginny, James, Albus, Lily, Carla, Max... pero no había ninguno en el que pusiese Harry.

La chica miró triste a su padre que estaba ayudando a James a montar un helicóptero teledirigido muggle que él le había regalado. Sus padres siempre eran los últimos en abrir los regalos.

Val empezó a abrir sus regalos en silencio, con una expresión triste y los ojos un poco cristalizados.

Ginny le había regalado un vale para comprar todas las chuches que quisiera el día 30 de diciembre en Honey Duke's, Albus le había regalado un libro sobre constelaciones sabía que a la chica le encantaban, James le regaló una snitch dorada para que practicase pues quería entrar en el equipo el año siguiente.

Max Carla y Vanessa le habían regalado una pulsera, se habían unido para darle una sorpresa. Era una pulsera con tres colgantes de estrellas color plateada, Max tenía una de plata con colgantes de la luna, Carla una dorada con colgantes del sol y Vanessa otra dorada con colgantes de la tierra.

Scorpius le había regalado un anillo de una serpiente precioso y venía con una carta.

Tengo un anillo igual, cuando necesites hablar o necesites ayuda gíralo tres veces y haré lo que sea por cumplir con lo que quieras. Se que últimamente lo necesitarás por como están las cosas con tu padre.

Te quiero peque
Scorps

La chica sonrió inconscientemente y se colocó el anillo.

Valerie se acercó a su padre, estaba harta ya y le iba a decir cuatro cosas bien dichas.

— Papá — Harry se giro — No me has hecho regalo. — el hombre la miró apenado

— Yo...— comenzó a hablar pero ella lo cortó, esta vez con un tono mucho más duro y que no ocultaba tristeza sino más bien rabia, ya tendría tiempo de sentirse triste después.

— No papá, te diré algo, ayer cuando fui al callejón Diagon estaba dispuesta a encontrar el mejor regalo posible para que dejases de estar decepcionado conmigo o que al menos nos hablásemos. Y lo encontré encontré el que pienso que sería un regalo perfecto así que me gasté todos mis ahorros en eso. Ahora vengo y veo que tú ni si quiera te has dignado a comprarme unas miseras chuches. A veces me pregunto quien es el adulto aquí, sabes ? Me voy a casa de una amiga y no me esperéis hasta verano.

— No vas a ir a la casa de un mortífago a pasar las navidades, te quedas aquí, las navidades se pasan en familia.

— Ese es tu problema !! Crees que las cualidades de un Slytherin son maldad, ser mortifago y abusones, pero no es así las cualidades de Slytherin son astucia y ambición, nada que ver y ninguna de ellas me parece mala. Es más me enorgullezco de ser Slytherin. Y además tú no eres mi familia, ahora mismo me siento más familia de mi amiga que tuya y no te soporto más así que nos vemos en verano y si no me dejas ir me escaparé, lo que tú prefieras. — subió a su habitación dando un portazo dejando atónitos a todos los que habían visto la escena y a un Harry furioso.

Valerie se acercó hacia su escritorio y empezó a escribir.

Hola Carla,
Siento mucho molestarte en estas fechas pero las cosas se acaban de poner muy feas con mi padre. Podría ir a tu casa ? Si puedo, dime donde es y ya me las apaño yo para ir, quiero causar la menor molestia posible.
Valerie

La chica se sentó en el borde de la cama y se puso a pensar, si que era cierto que slytherin le había cambiado pero había sido para bien. Ya no era la niñita indefensa que solía ser.

Estaba pensando en eso hasta que Albus y James entraron a la habitación sin llamar a la puerta y se encontraron a su hermana con lágrimas en los ojos, ni si quiera ella sabía cuando había empezado a llorar. Había llorado más esos últimos días que en toda su vida.

— No nos consideras tu familia ? — pregunto Albus un poco dolido.

— Sabéis perfectamente que aquello solo iba para papá.

— Está muy enfadado — comentó James.

— Aquí la única que tiene derecho a estar enfadada soy yo.

— Que le has regalado ? — pregunto con curiosidad Albus.

— Ya lo veréis, espero que por lo menos lo abra, encargaros vosotros por mi por favor. — los chicos asintieron y en ese momento una lechuza entró por la ventana. Era la contestación de Carla pero antes de que si quiera pudiese abrirla se oyó un estruendo a bajo.

Los tres hermanos corriendo encontrándose con Carla y la señora Zabini en la chimenea de su casa.

— Parkinson ? — dijo mi madre.

— Zabini si no te importa. — dijo amablemente y con una sonrisa.

— No te irás a su casa — dijo Harry

— No te estoy pidiendo permiso, además la gente cambia.

— Te harán dañ...

— Ni te atrevas a decir que me harán daño, Carla es mi mejor amiga y estoy segura de que la señora Zabini es buena persona además podrían lanzarme mil cruccios y ninguno me haría tanto daño como me has hecho tú en a penas cinco días. — se despidió de sus hermanos y su madre y se fue con Carla y su madre por la chimenea.

Al llegar a la casa de su amiga miró un poco a vergonzada a la señora Zabini.

— Señora Zabini, por favor, disculpe el comportamiento de mi padre y muchas gracias por molestarse en ayudarme y más el día de navidad.

— Oh, puedes llamarme Pansy, y no te preocupes tu padre tiene sus razones pero he cambiado, ya no soy como era en la escuela. Y además no eres ninguna molestia.

La chica sonrió y Pansy le dijo a Carla que llevase a Valerie a su habitación, que sería la de Carla. El padre de Carla estaba comprando para la comida así que lo conocería más tarde.

Mientras tanto en la casa de los Potter:

Harry estaba furioso cuando su hija se fue por esa chimenea.

— Porque no abres su regalo ? — comentó James. Su padre a regañadientes cogió el regalo y comenzó a desenvolverlo. Cuando lo abrió por completo se le empezaron a cristalizar los ojos.

— Como he podido ser tan idiota — murmuró Harry.

— Ey ahijado! Que tal? Donde está tu hija? Fue ella quien mandó hacer el cuadro y estuvo un rato hablando con nosotros, nos calló muy bien es muy divertida. — dijo Sirius desde el cuadro.

— Esoeso, tengo la mejor nieta!! — siguió James Potter.

— Es muy guapa y es encantadora hijo mío — habló ahora Lily Potter.

— Creo que la he perdido por completo — dijo Harry.