───────•••───────
Él sabía que era una locura haberse enamorarse de ella.
Llegaría al infierno con tan sólo besarla, pero al menos habría tocado el cielo por unos instantes mediante el pecado y eso le fasinaba por completo sólo de imaginárselo, únic...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La primera vez que la conoció ella tenía ocho y él recién acababa de cumplir once, con tan sólo fijarse en los bellos ojos negros de la contraria, su corazón instantáneamente había quedó flechado.
Aunque cuando la vió crecer supo que con ella quería formar una familia y permanecer por el resto de su vida a su lado, pero en el momento en el que sus sentimientos fueron correspondidos creyó que todo estaría bien, que ya nada le haría falta para sentirse completo.
Sin embargo, jamás se imaginó encontrarse así con ella como lo estaban ahora, Katsumi al borde del precipicio decida a caer por su cuenta y él a pocos metros de la menor rogándole que se detuviera.
Era una chica demasiado terca, eso siempre lo supo, no obstante, también sabía que si algo se le metía en la cabeza no pararía hasta lograrlo y en esta ocasión, claramente no existiría diferencia alguna.
- Por favor, Katsumi... - su voz se escuchó rota y realmente lo estaba, al igual que su triste corazón - no me hagas esto. - suplicó con los ojos cristalizados, a nada de que las saladas lágrimas dieran inicio a correr por sus pálidas mejillas sin remedio alguno que pudiese frenarlas -
La linda azabache sonrió con calidez en dirección hacia el jōnin. Le estaba rompiendo el alma verle así, pero por nada del mundo permitiría que lastimaran a su familia.
- No me voy a ir para siempre, Shisui. - habló con tranquilidad, mientras que paulatinamente retrocedía, acercándose aún más a la orilla con cada paso que daba - Tómalo como algo momentáneo, ¿si?. A fin de cuentas, todos algún día tenemos que morir, pero siempre nos volveremos a reencontrar, ya sea tarde o temprano. -
Silencio fue lo que se apoderó del ambiente justo después de que Katsumi recitara aquellos vocablos que sólo dañaron aún más el corazón del Uchiha mayor.
- Yo...yo prometo no olvidarte, si tú prometes después de esta vida buscarme en la siguiente. - sentenció Shisui mirándola fijamente, sin ninguna intención de querer apartar la vista hasta que ella le asegurara que lo haría - Prométeme que no pararás hasta encontrarme y volver a estar juntos otra vez, sólo así estaré seguro de que esto es algo momentáneo y que verdaderamente jamás te apartaras de mí . -
