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Él sabía que era una locura haberse enamorarse de ella.
Llegaría al infierno con tan sólo besarla, pero al menos habría tocado el cielo por unos instantes mediante el pecado y eso le fasinaba por completo sólo de imaginárselo, únic...
Katsumi decidió tentar al destino e ignorar la indicación de Shisui, volviendo a fruncir el ceño y cubriendo su delgada figura con las suaves blancas sábanas de algodón.
Cosa que no debió de hacer debido a lo que se venía acontinuación.
Shisui abrió ambas puertas de la habitación de la menor, totalmente preparado para confrontarla.
Ya se había hastiado de la caprichosa y agresiva actitud que Katsumi había optado por tomar sin una razón aparente, aunque realmente todo tenía una explicación coherente.
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- ¿Qué es lo que pasa contigo, Katsumi?. - indagó el azabache cerrando las puertas detrás de sí, observando el como Katsumi se encontraba en posición fetal contrayéndose de dolor -
La cara de la hija de Fugaku se asomó desde entre las sábanas, dirigiéndole al Uchiha una amenazante mirada que le sugería que cerrara el pico de una buena vez antes de que optará por abalanzarse contra su yugular para hacerle callar.
- Mi maldito útero se está apuñalando a sí mismo sin piedad alguna. Eso es lo que me pasa, Shisui. - le explicó con obviedad al mejor amigo de su hermano -
El "Cuerpo Parpadeante" ablandó su semblante al escuchar el problema de su protegida. Quizá el periodo menstrual de la Kunoichi era uno de los culpables de su peculiar cambio de actitud.
Aún recordaba el día que Katsumi amenazó a Itachi con contarle a Izumi todo lo que su hermano pensaba verdaderamente de la hermosa castaña si no le iba a comprar una orden de dangos.
Shisui alzó la mirada, conectándola de inmediato con la de la chica, acción que sumergió a ambos shinobi en una pelea imaginaria para ver quien de los dos cedería a cumplir el capricho del otro sin reprochar absolutamente nada.
