EN PROCESO DE EDICIÓN.
- ¡No sabes cuánto detesto la indiferencia de mierda que tienes!. - grita furiosa agarrándose el rostro frustrada.
- ¡No eres la única que me lo dice! ¡todos detestan mi carácter! ¡No es algo nuevo para mí!. - grita al mismo...
- L-lo sentimos, patrona... pero no se pudo entregar la mercancía. - tartamudea intentando hablar lo más calmado que puede, por mucho miedo que tengan todos en esos instantes. La mirada de aquella mujer tan intimidante que tienen en frente no los dejaba tranquilos, los inquietaba y los ponía a temblar.
- Díganme que sucedió. - veo que se remueven al escuchar mi voz.
- Estábamos estacionados, es-esperando a que llegaran y recogieran la mercancía. Bajamos de las camionetas dirigiéndonos a descargar toda la coca p-pero algo nos lo impidió. - baja la cabeza avergonzado y con el pulso a mil.
- O mejor dicho alguien...- susurra uno de ellos. Al instante todos levantan la mirada fulminando al que abrió la boca.
- ¿Quien?
- Una persona n-nos estaba espiando patrona... impidiendo que podamos descargar la mercancía y dejar que aquel hombre viera más de lo debido.
Si antes estaba enfada y frustrada ahora estaba furiosa, llena de ira e impotencia al tener su plan como un fracaso, algo que no tolerará nunca.
Se dirige a su escritorio y saca un arma del cajón de la derecha asustando a los hombres de en frente.
- Llamen a Kill y Capong. - todos asienten sin siquiera rechistar. Salen corriendo del despacho en busca de los secuaces más confiables para la patrona.
Park Jimin alias: Capong
Y
Kim Jennie alias: Kill
Los únicos a los que nuestra Jefa les confiaba muchas cosas. Eso es algo que nadie nunca logra obtener tan fácilmente.
Acudían a las órdenes dadas por su señora haciendo todo su trabajo perfecto, jamás defraudándola en algo.
Kim Jennie
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Puntería del uno al 10 tiene un 9, pelea cuerpo a cuerpo, mata a sangre fría o en pocas palabras es una hija puta sin corazón y ninguna pizca de piedad al entrar en combate.
Park Jimin
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