Capítulo 10

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LALISA MANOBAN

Lo miro con una sonrisa, esperando a que diga algo. Veo que no se esperaba para nada esto. Íbamos llegar a esto de todos modos. Más vale antes que tarde.

Más vale tarde que nunca*

Pues eso, da igual.

Se aclara la garganta recomponiendose del shock. Me mira de reojo y luego vuelve su mirada hacia Will.

- Si, esa es la razón por la que estoy aquí. - sonríe.

Es la sonrisa más falsa qué he visto en mi vida. No puede ser que eso sea una sonrisa, tiene más parecido a una mueca.

- ¿Un detective te ayudará?. - me pregunta Will sin creerselo.

Bueno, es comprensible. Will no sabe exactamente de todo lo que hago y manejo, pero sabe lo necesario como para deducir que un detective y yo no combinamos en lo absoluto.

Y el mejor del país.

Al parecer.

Bueno, Will desconfía mucho de los policías por una situación pasada que tuvo. Fue muy difícil para él olvidar eso y pues ese rencor hacia la policía se mantuvo dentro suyo. Por eso el desagrado y mal trato hacia el detective.

Pero aún así, creo que no ha hecho nada que se haga merecer su odio. Ahora mismo está siendo injusto, no lo conoce, ni yo tampoco, pero al menos debería darse la oportunidad de hablar con él. Aún más cuando será el que me ayudará en esto.

Mato dos pájaros de un tiro.

- Supongo que no tengo mas remedio que ayudarte. - aprieta los labios y luego suelta un suspiro - preguntame todo lo que quieras saber.

Sonrío satisfecha y luego veo a Rosa entrar por el pasillo, trae la esperada silla y luego de avisarnos que en un momento estará el café, se va.

El detective toma asiento a lado mio, no antes de quitarse su saco y la corbata. El primer botón de su camisa esta suelto y puedo visualizar su garganta. Puedo ver como la manzanita sube y baja.

Yo estoy un poco apoyada a la pared, más que al espaldar de la silla, por lo cual estoy casi de frente hacia el detective. Una buena vista la que puedo apreciar, la verdad.

Veo como enrolla las Mangas de su camisa hasta sus codos, dejando ver un poco sus brazos. Se apoya en la mesa y junta sus manos debajo de su mandíbula y puedo ver la firmeza de su agarre y sus músculos.

Me quedaría más tiempo viendo cada detalle, pero hay unos asuntos que atender.

Cruzo las piernas y me acomodo mejor en la silla, así mirando de frente a Will.

Veo de reojo que el detective saca una pequeña libreta y un bolígrafo. Voltea y espera a que yo haga las preguntas y el empiece a anotar.

- El día del homicidio, ¿estabas en tu posada?.

- Sí, estuve todo el día aquí, excepto por la noche.

- ¿A qué hora más o menos?.

- Entra las 1 y 2 de la madrugada.

Muerte segura - LizkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora