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jiwoo le dijo que un beso robado equivalía a un favor, un primer beso robado a dos favores. y un primer beso robado por una hetero - imbécil equivalía a tres.
─ matemáticas. ── dijo con una sonrisa radiante. sooyoung le quería moler esa sonrisa a golpes... tal vez a algo más. pero eso estaba fuera de la mesa.
su primera exigencia como compensación por el incidente. ── dios, realmente se sentía como. Una compañía de seguros. ── fue, y cito: "ser mi leal y fiel cupido"
─ ¿cupido? ── sooyoung preguntó. la pelinegra emitió un sonido afirmativo. ── ¿quieres que te tire dardos al trasero?
─ ¡no! son flechas. y sabes a lo que me refiero. ── se aclaró la garganta y exigió, como una niña pequeña que quiere un dulce. ── quiero una pareja.
─ pero si me tienes a mí.
la pelinegra la miró malhumorada. ── una real.
─ ¿real? mira, te ofrecí una compensación, no un milagro.
sooyoung se ganó un puñetazo en el hombro, por supuesto.
lo cierto, era que sooyoung era una persona sociable, aunque nerviosa. las primeras impresiones siempre la preocupaban hasta el punto de carcomerla. en la primera reunión con jiwoo fue un desastre, un manojo de nervios, tartamudeos, sonrojos y risitas ridículas, porque se sentía observada con lipa por una chica que — según ella — era una jugadora, una profesional, ama de los corazones rotos.
se veía tan calmada y segura, tan "sé lo que estoy haciendo, principiante", una diva, una chica que tenía cada noche una persona diferente en su cama, mientras que sooyoung era una pobre virgen.
─ y resultaste ser una bebé. ── pensó en voz alta. jiwoo se giró hacia ella, curiosa al no haberla escuchado correctamente.
─ ¿qué?
sooyoung suspiró. ── que tienes un moco.
había aceptado la idea de ayudarle a encontrar pareja. sabía que pudo haberla rechazado, después de todo estaba fingiendo ser su novia y si está funcionaba era probable que fuese a estropearlo todo. pero no pudo negarse. no cuando era consciente de que la razón por la que jiwoo no llegó a experimentar un romance en la secundaria, fue precisamente gracias a ella.
le dio un sorbo a su whisky, observando a la pelinegra junto a ella que parecía ansiosa por la aparición de la pareja perfecta. si es que existía, no estaba muy convencida de que jiwoo hallaría a su princesa o príncipe azul en aquel bar. la gente ebria bailando al ritmo de la música de los parlantes, no era un ambiente demasiado romántico.
"¡estaba buscando a alguien especial! quería que fuera como una película donde nos amaríamos y los casaríamos y el beso sería perfecto."
─ creí que querías un cuento de hadas. ── soltó, capturando la atención de jiwoo, quien se volveó hacia ella y frunció el entrecejo con molestia.
