¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
habían muchas razones para no meterse a las aguas termales junto junto a una jiwoo semidesnuda, sobre todo estando a solas. para empezar, la niña era una molestia, con labios besables que eran difíciles de rechazar y ojos sinceros que se habían aguado de una manera adorable ante la historia de sooyoung, luciendo vulnerable y dulce. tierna, había pensado, y casi se da una cachetada.
era tan extraño. tan confuso. se había acostumbrado a la jiwoo fastidiosa y burlona, esa que trataba de ocultar su inicencia con una personalidad abrumadora. pero esa faceta era nueva. la pelinegra empatizaba bien y era más sensible de lo que aparentaba ser. ¿cómo lidiaba con eso?
sabía que al contarle acerca de su pasado, inevitablemente una nueva conexión entre ambas se formaría. una fuerte al ser prácticamente basada en confianza. y no era necesario aclarar que eso era malo. no, era más que malo. ¿qué estaban haciendo? besándose deliberadamente cuando le estaba pagando a jiwoo para que fingir se ser su novia.
estaban cruzando la línea, cientos de líneas, cometiendo un grave error del que se arrepentirían más tarde, y eso no podía seguir así.
pero a la vez, no podía dejar de querer besarla.
estás jodiendo con su cabeza, se aseguró, minutos después de secar los indicios de lágrimas derramadas por los ojos de jiwoo. se estaba aprovechando. los primeros besos tenían una explicación, ¿pero y los otros? ni siquiera podía excusar sus acciones diciéndole que tenía sentimiento por ella, porque amaba a jinsoul, y jiwoo era.. simplemente un desliz que dejaría en el olvido luego.
la pelinegra no merecía que jugasen de esa forma con ella. pese a las terribles e incomprensibles ganas que tenía de atacarle la boca, sabía que debía parar. lo mejor era detenerse, apartarse un poco para no volver a meter la pata.
era lo más seguro, para las dos. cortar por lo sano. darle fin a lo que fuera que estuviera ocurriendo. era capaz de contenerse ¿no?
lo era. o al menos eso creía. sin embargo, era bastante complicado escuchar a la voz de la razón cuando jiwoo estaba toda mojada y sonrojada a pocos metros de ella.
¿acaso dios estaba intentando probar su resistencia?
─ por fin. ── suspiró la pelinegra, hundiéndose en el agua con una sonrisa en el rostro. ── creí que nunca podría venir.
sooyoung abrió la boca, la que para su desgracia no emitió sonido cuando su mirada se encontró con el cuerpo de jiwoo. se mordió el labio inferior, dirigiendo su atención hasta otra parte, cualquier cosa que no estuviera tentándola.
ya había anochecido para cuando jiwoo dejó de estudiar. sooyoung se ofreció a acompañarla a las aguas termales, sin siquiera considerar las consecuencias, y pensando que podrían utilizar ese tiempo libre para tratar de llevarse mejor y demostrarle que los besos robados eran un tema zanjado. amigas, se habían dicho con convicción, por más incómoda y rara que se sintiera esa palabra para relacionarlas. y en secreto, novias falsas. eso podía funcionar.
