𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙄𝙄

413 33 21
                                    




Freedom

Sentir la libertad en mi cara era un sentimiento que había extrañado y que nunca lo voy a dejar ir otra vez. Correr por las calles, sin mirar hacia atrás, solo continuar corriendo y de vez en cuando saltar o pegar un giro en el aire, mi felicidad no se podía controlar, esta quería salir y no volver a desaparecer nunca.

Me detuve por un momento para volver a recuperar el aire perdido, el señor Bratt se percató de esto e imito mi acción, pero no lo hizo por la misma necesidad que yo, si no que este se acerco a mi y me tomo en brazos y continuo corriendo.

-S-señor bratt, ¿Qué hace?- Mi vergüenza iba en aumento, y eso se notaba en el rubor de mis mejillas

-Necesitábamos salir rápido, no había tiempo para tomar bocanadas de aire- me miro un momento y se rio -No es necesario que te pongas roja por mi, cariño, aunque te vez linda así- Ok, mejor me relajo, si no voy a parecer un semáforo dañado.

Así continuo durante unas cuantas calles, hasta que llego a un pequeño callejón, donde me dejo caer para recuperar el aire perdido.

-¿A donde se supone que vamos, señor bratt?- ladee un poco mi cabeza y lo mire.

-Ay por favor, no me digas señor, me haces sentir viejo...- no me había percatado que el tenia razón, lo estaba tratando como si de mi padre se tratara (que ironía, no?)

-Perdóneme, no estoy acostumbrada a llamar de "tu" a alguien...- pase mi mano por la nuca y solté una pequeña risa en señal de incomodidad.

-Ya no importa, solo te tienes que acostumbrar a no llamarme "señor"- Se estiro y se acerco hacia mi, a punto de cargarme, cosa que detuve.

-No, no!- Hice un "no" con las manos -Ya puedo caminar- me levante y lo seguí

-Como tu digas, niña- metió sus manos en sus bolsillos y continuo su camino

Así fue, como el me encontró y me incluyo en su historia, pasaron los años y yo me encariñe mucho más de el, aunque... no compartamos el mismo pensamiento.


23 de abril del 1995


-6 años, 6 malditos años con este estúpido- dije con un tono de ira, mientras limpiaba mi habitación con una escoba -Y todavía no me quiere dejar salir... ya olvide como es el mundo exterior, como son las personas, ¿Cómo será todo ahora?-

-Realmente no se porque se preocupa, Señorita Harmon- entro el robot a la sala -Nada ha cambiado, la gente todavía sigue siendo la misma...-

-Lo se Clyde, pero es que no conozco a nadie más, aparte de a Bratt y a ti, estoy que me vuelvo loca de ver al mismo idiota todos los días- El robot puso una cara triste -Ay... no, no me refiero a ti Clyde- Me agache a su altura y le di unas palmaditas en la cabeza -Me refería al... Cretino de tu jefe-

-Estúpido, Idiota y cretino, ¿Algo más, corazón?- esa voz, algún día me matara de un susto

Bratt se encontraba en el marco de la puerta, apoyado en ella con los brazos cruzados, mirándome con una sonrisa en su cara.

-Idiota!- le tire la escoba con rabia sin importarme si le atine o no -¿¡Donde estabas!?, te dije que cuando salieras me avisarás, ni el comunicador respondías, ¡Me asustaste, dios...!- me senté en el piso, y puse mis manos en la cabeza -Ya me calme...-

-Este fue peor que los anteriores, pareces una novia celosa, lo sabias?-

-Por dios, podrías callarte- me levante y pase al lado suyo, le pegue con el hombro antes de seguir -Tu pareces un novio que esconde a una amante-

Camine por el pasillo directo a la cocina, para agarrar una manzana, ya que mi estomago estaba reclamando por comida.

-Vamos cariño, tu sabes que a la única que quiero es a ti- Me abrazo por la cintura y puso su cabeza en mi hombro -¿Me perdonas?

Voltee un poco y lo mire directamente a los ojos, me sonroje un poco y lo aleje de mi

-Me encanta verte sonrojada...- Le pegue un pape en la frente, y salí indignada de la sala

La verdad es que a el le gusta mucho molestarme con ese tipo de cosas, como intentar besarme o abrazarme por la cintura, pero lo dos sabemos que solo lo hace por molestarme. Ya que cuando lo intento hacer yo, se enoja y me hace salir de la habitación.

Me dirigí a mi habitación a ver alguna película en mi televisión, me tire a la cama y mire un momento al techo.

-Debería de odiarlo por lo que el me hace, pero la verdad...- suspire -Me hace quererlo mucho más- Lo ultimo lo dije muy bajo, ya que no quería que el se diera cuenta de mis sentimientos, no quiero que se de cuenta que soy débil.

Sacudí un poco mi cabeza, y me dispuse para ver las películas.



Un rato después




Un bostezo se hizo presente, ya era un poco tarde y mi cuerpo lo sabia. Me levante y mire el reloj

-¿12 de la noche, Cómo no me di cuenta que ya era media noche...?- me estire y me fui al pasillo, al principio lo vi todo oscuro, las luces no estaban encendidas. Busque el interruptor por la pared, hasta que lo encontré y lo accione

-AHHHH!- Me caí al piso del susto -Bratt, que haces despierto en esta hora?-

-Tenia hambre, así que iba a la cocina a hacerme un sándwich...- Me extendió la mano para que me levantara, no la acepte y me levante sola.

-Gracias, pero no gracias- me limpie un poco la suciedad el pantalón y lo mire -Te acompaño, yo también tengo hambre-

-¿Y si me molesta que me acompañes?-

-Pues te aguantas...-

【Angel Eyes】-̶  𝘉𝘢𝘭𝘵𝘩𝘢𝘻𝘢𝘳 𝘉𝘳𝘢𝘵𝘵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora