Capítulo 4. Norte

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Después del repentino encuentro la tormenta se hizo más fuerte, localizaron un lugar techado a unos metros de ellos y tras un par de señales burdas ambos caminaron en esa dirección

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Después del repentino encuentro la tormenta se hizo más fuerte, localizaron un lugar techado a unos metros de ellos y tras un par de señales burdas ambos caminaron en esa dirección.

La construcción lucía cada vez más pequeña mientras más se acercaban, pero algo resultaba extraño, aunque no tenía una puerta, contaba con dos entradas completamente expuestas a los extremos de lo que parecía una cabina desde su perspectiva.

Una vez en el interior, el muchacho resolvió que se trataba de un mirador, no estaba construido para mantener el calor, pues permitía el paso de aire, pero por lo menos atajaba de la nieve, en la parte superior colgaban unos binoculares fijos a un brazo mecánico adaptable, que se usaban de forma manual y que permitía ver todo el magnífico panorama y la hermosa vista, de no ser por la densa nubosidad.

Zonas como esas habían sido instaladas en la construcción con la esperanza de algún día ser usadas por los civiles y para que además fueran una atracción turística de la que hablar, todo estaba preparado para el momento en que el clima mejorara, algo que se empezó a esfumar con el tiempo.

Dan: Soy climatólogo (dice mostrándole una identificación que sacó de su cinturón)

Han: Yo soy... o era un comandante, la verdad no debería estar aquí, pero supongo que alguien tenía que hacerse cargo del trabajo sucio, ya sabes, les gusta alardear cuando todo va bien, pero cuando las cosas salen mal no quieren tener nada que ver (suspira) en este momento ya estaría gozando de un puesto alto y cómodo, sin mucho que hacer... bueno el asunto es que estoy aquí porque perdieron la comunicación con este lugar, evidentemente es más que una simple irregularidad (lanza una carcajada al aire) no me dijeron mucho más que eso y la verdad no creo que supieran más, ahora es tu turno ¿qué pasa aquí?, ¿qué sabes?

Dan: Pues todo comenzó hace varios días, perdí la cuenta de cuantos, pero según los registros de la torre de vigilancia de allá atrás (dice ladeando ligeramente la cabeza para indicar el lugar) todo ocurrió alrededor de tres meses

Han: Y... ¿qué fue lo que pasó?

Dan: Es que no sé (dice decaído) al parecer fue repentino, hay señales por todas partes... lo que sea que fuera, debió ser algo muy malo... (suspira desalentado) no hay ningún rastro de personas en la zona desde hace un tiempo, es la primera vez que subo, pero es fácil notarlo, yo... antes monitoreaba los cambios de temperatura y el estado del clima, hacía pronósticos, desde una cabina que cuelga del puente, cuando empezó no le dimos importancia (se da un tiempo antes de continuar) ya sabes, a las señales... solo al principio porque fueron pequeñas, dejamos de recibir mensajes de la torre de vigilancia, creímos que era alguna avería en el sistema, por el mal clima (hace un ademán con la mano) mi compañero y yo, fue lo que pensamos (hace una pausa) y luego fue la base científica, dejaron de llegar nuevas asignaciones, dejaron de responder a nuestros reportes, finalmente se detuvo la llegada de suministros, debimos darnos cuenta antes, no sé qué pensábamos... tal vez solo no lo queríamos ver, que nos habían abandonado... pero eso ya no importa, me dirijo a la Gales o eso hacía

Han: ¿En qué me metí? (dice entre preocupado y consternado)

Algo interrumpe su conversación, un ruido fuerte se escucha a lo lejos, después del estruendo viene un silencio inquietante, que provocó en ambos una creciente incertidumbre, y comienzan a escucharse crujidos desde el extremo sur del puente la estructura tiembla, los cables que soportaban el peso en esa parte se vencen, la liberación de la tensión lanza hacia arriba los cables y al cabo de un rato y terminan colgando a los laterales del puente, despojándolo de un soporte imprescindible.

Han: ¿Ahora qué?

Dan: Disculpe, ¿cómo dice que llegó aquí?

Han: No lo dije... fue-fue en una pequeña nave de carga (dice de manera rápida después de notar que tartamudeó un poco, mientras señala el lugar de donde provenía el ruido a través del cristal con vista panorámica)

Dan: Pues (el puente comienza a inclinarse) tendrá que prescindir de ella (se asoma por la entrada más cercana para mirar hacia el exterior y al origen del alboroto para tratar de entender que pasaba, Han se limita a ver solo a través del cristal)

El chico pierde el equilibrio cuando el puente hace un movimiento brusco y resbala por el hielo congelado, al tratar de evitar caer su cuerpo se golpea con el filo del umbral, pero logra sostenerse con una mano del barandal cerca del mirador.

Han: ¿¡Pero que!? (mira desde dentro al chico y se apresura a ayudarlo)

El puente no dejaba de inclinarse cada vez más y Dan comenzaba a resbalarse, cuando levanta la mirada y ve a Han diciéndole que se apresurará mientras le ofrecía una mano, se estira para alcanzarlo y una vez unen sus manos, el mayor lo sube sin mucho esfuerzo, el puente inclinado comienza a sufrir daños mientras resbala por la superficie rocosa sobre la que se apoyaba, pero se resiste a partirse y entonces se comienza a escuchar una alarma. El puente había sido diseñado para resistir casi cualquier tipo de desastre, desde la parte que comenzó a desplomarse se escuchan detonaciones y grandes cilindros de metal debajo del puente se incrustan dentro de la montaña de piedra impidiendo que la estructura colapse, para este momento ya había una notoria inclinación)

Han: ¿Y ahora?

Dan: Bueno... esa es una buena pregunta (hace una sonrisa de preocupación)


FIN del capítulo 4. Norte


Fecha de última modificación: 30-05-2021

Laurel blancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora