Capítulo 11

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Sesshomaru por su parte no contesto y siguió caminando a lado de Inuyasha. Para el Yôkai el ambiente entre ellos le era indiferente, solo le importaba estar a lado de su compañero. Porque Inuyasha ya era su compañero, solo él lo sería.

Siguieron caminando por un buen tiempo y no encontraban nada que cazar, como si de repente los animales hubiera desaparecido. Solo quedaba seguir buscando porque el hambre de Inuyasha era voraz.

Inuyasha aprovecho ese momento de silencio para pensar en lo que había hablado con su hermano. Sus sentimientos hacía Sesshomaru antes del celo no sabría definirlos, aceptaba que si lo quería, pero un amor de hermanos. Nunca espero que justamente Sesshomaru fuera el que le diera un giro a su relación. ¿Cómo llamar la relación que tenían?

Sesshomaru empezó a sentir calor, pequeñas gotas de sudor se deslizaban por su espalda, su vista empezó a ponerse borrosa. Con mucho esfuerzo logro coordinar sus pies para buscar un árbol en el que apoyarse.

Quería hablar para decirle a Inuyasha que se fuera, que lo dejará. Pero solo lograba dejar salir pequeños jadeos al sentir como poco a poco su miembro se despertaba y rozaba su vestimenta. El calor aumentaba y se extendía por todo su cuerpo. Sus manos lograron apoyarse en un árbol y sin esperar más se recargo y se deslizó hasta el suelo para tratar de tranquilizarse.

Inuyasha por su parte salió de sus pensamientos al ya no escuchar las pisadas detrás de el, se giro para mirar el paradero de  Sesshomaru pero lo vio a unos metros detrás de el, sentado al pie de un árbol.

Se apresuró a él, preocupado por verlo tan débil, nunca lo había visto así.

-- ¿Pasa algo?- preguntó Inuyasha mientras llegaba a él- Oh no me digas que es tu...

Sesshomaru solo soltó un quejido por el intenso calor y ardor en todo su cuerpo, no podía hablar sin que su voz temblar.  Por suerte Inuyasha entendió esos gesto y afirmó que efectivamente eran los síntomas del celo.

-- V-vete...- logro decir Sesshomaru, no quería que por tercera vez sus instintos se saliera de control.

Inuyasha estaba tentado a irse y dejarlo pero su moral le impedía dejarlo ahí sufriendo. No sabia que hacer para ayudarlo.

-- ¿Q-qué h-hago?- sin querer su voz salió temblorosa al preguntar.

El Yôkai no podía creer escuchar esa pregunta, no quería responder porque le pediría algo impensable para Inuyasha. Se había prometido a si mismo no volver hacerle daño a su hermano, a Inuyasha.

-- No se como ayudarte si no me dices nada Sesshomaru!- dijo desesperado el Hanyô al no poder ayudarlo.

Sus manos instintivamente buscaban retirarse la armadura y su vestimenta por el intenso calor que recorría su cuerpo, Sesshomaru no quería recurrir a sus bajos instintos por temor de volver hacerle daño a Inuyasha, pero su conciencia cada vez se volvía mas confusa.

Inuyasha vio como Sesshomaru cerraba sus ojos por el intenso calor que le consumía su cuerpo, su rostro estaba lleno de gotas de sudor. Arrepintiéndose por la decisión que estaba apunto de hacer, cerró sus ojos para darse valor. Se levanto lentamente del sitio y se dio media vuelta, por que si, Inuyasha había tomado la decisión de escapar de ahí. Prefirió salvar su trasero.

Pero toda parece que su plan de huida se vio interrumpido por un agarre en su tobillo derecho, era la mano de Sesshomaru impidiendo irse de su lado. Sus Instintos habían tomado el control de todo su cuerpo y eso significaba saciar sus mas bajos instintos.

-- Suéltame - hablo con voz firme Inuyasha tratando de hacer reaccionar a su hermano.

Solo recibió un bajo gruñido como respuesta y sentir el jalón en su pie. El pánico se a dueño de Inuyasha, sin darle oportunidad de reaccionar fue tirado al suelo para luego sentir el cuerpo caliente de Sesshomaru arriba de el.

Las manos de Sesshomaru estaban posicionadas a cada lado de la cabeza del Hanyô impidiendo su huida, Inuyasha no sabia como salir de esa situación, no quería experimentar el mismo dolor de la primera vez.

Cuando vio que Sesshomaru iba hacer su primer movimiento, tomo una decisión de supervivencia. Tomo su rostro y se dirigido a el.

Y lo beso.

Un simple beso que solo era el contacto entre labios, los labios de Sesshomaru se sentían tibios. Inuyasha sintió como una lengua se ebria camino entre sus labios y tenia contacto con su propia lengua.


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AMOR ENTRE ORGULLODonde viven las historias. Descúbrelo ahora