Reunión de supervivencia

41 10 42
                                    

Parte 1:

Todos estaban sentados en una de las camas juntos, mirando la puerta cerrada de la habitación, las lámparas estaban a sus lados. Lo que habían visto aun rondaba en sus mentes, como debería estar rondando aun en la casa. Ninguno de ellos decía algo, aun no podían creer lo que vieron, aquella cosa horrorosa no parecía real de ninguna forma.

Finalmente fue Denis el que rompió el silencio.

–Sofía... eso fue lo que... estaba en... lo que te persiguió.

Sofía no volteo a verlo solo asintió lentamente. Denis estaba sudando, aun tenia esa mirada en su cabeza, sentía como si esos ojos blancos aun lo estuvieran observando.

Ninguno de los niños sabía cómo reaccionar, sentían qué lo que les había pasado era absurdo.

Aún para un niño, lo que habían visto superada por mucho su imaginación. Fue la pequeña Jane la habló esta vez.

–¿E-eso puede entrar al c-cuarto?

La pregunta sorprendió a los tres niños mayores y al detenerse a pensarlo un poco, empezaron a temblar. Voltearon a ver a ver la ventana, a través de ella solo podían ver oscuridad.

–N-no... No sería mala idea intentar poner algo para tapar la ventana.

Denis sugirió esto, su voz tembló al inicio pero se forzó a calmarse, no quería que pensaran que tenía miedo.

–Pero que podrían poner... ¡Ah, el ropero!

Había un ropero al lado derecho de la ventana, su gran tamaño era suficiente para poder tapar toda la ventana pero eso también era lo malo.

–¿Y como piensas que lo vamos a mover Sofía?

Las palabras de Denis le recordaron el tamaño que tenía, aun si quitaran lo que tenía dentro sería imposible para ellos moverlo.

–Perdón, no pensé en ello.

–Se nota que no lo hiciste– El comentario entristeció a Sofía, cosa que Leo no pudo soportar.

–Denis basta, Sofía solo trata de ayudar.

–Pues no está ayudando.

–Pues tu tampoco...

–¡Basta!,... Por favor... No peleen!

Sofía estaba a punto de llorar otra vez, Denis iba a decir algo pero vio a Jane mirándolo de forma acusatoria y decidió que lo mejor era no decir nada.

–¿Entonces alguna otra idea?

Los niños empezaron a ver alrededor por si había algo que pudieran usar, pero el cuarto no tenía muchas cosas, estaba el ropero dos mesas de noche y las dos camas. Al ver estas últimas Denis tuvo una idea.

–Leo, ayúdame a mover el colchón.

Leo supo al instante lo que Denis tenía en mente. Ambos niños movieron el colchón de la cama con mucho esfuerzo y poco a poco lo llevaron hacia la ventana.

Cuando estaban por llegar Denis se tropezó con el ropero.

–¡Auch!

Denis cayó de trasero haciendo un ruido sordo al caer, Sofía al verlo trató de aguantar una pequeña risa, pero no pudo y Denis la escuchó.

Iba a decirle algo pero recordó a Jane y vio a Leo mirándolo con una cara muy seria(pocas veces Denis había visto ese rostro en Leo y en esos momentos era mejor no hacerlo enojar).

–¡Podrías ayudar con la lámpara!

Sofía se sorprendió un poco, luego rápidamente los iluminó con una de las lámparas.

En la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora