Parte 1:
Correr. Eso era todo en lo que podía pensar Denis, cada paso era adentrarse más al laberinto que había en el sótano, pero eso no importaba, lo único importante era correr.
Su respiración estaba agitada a más no poder, pero no había tiempo de descansos, esa cosa estaba siguiéndolo, Denis podía entrar entre los huecos que habían entre las cajas, adentrarse por paisajes estrechos, pero no era suficiente, esa cosa seguía detrás de él, a la misma distancia.
La criatura sólo necesitaba empujar todo lo que estuviera en medio de él y su presa, había esperado demasiado para saciar el hambre que tenía, y ahora que los niños habían obtenido algo con que dañarlo, debía dejar de jugar con ellos.
La cantidad de cosas en el sótano le impedían moverse con total libertad, debía usar sus dos piernas para avanzar y sus brazos para apartar todo lo que se le atravesaba, si hubiera sido un lugar despejado se movería usando todos sus miembros.
Sofía y Jane estaban juntas otra vez, ambas miraban en la dirección donde Denis había huido, veían varias cosas salir disparadas hacia el techo. Las dos tenían miedo como nunca antes, no sabían que hacer, su mente se había paralizado totalmente, fue Jane la primera en recobrar el sentido.
–Debemos usar la linterna.
Sofía no escucho a la niña, no escuchaba nada desde aquel grito soltado por ese monstruo, parecía una muñeca por lo pálida y estática que estaba.
Jane trató de llamarla varias veces sin lograr resultados, Sofía seguía en un trance del que parecía nunca poder despertar, Jane trató sacudiendo su cuerpo pero no había manera de hacerla reaccionar, solo le quedó una última idea.
–¡¡Auch!!
Los ojos de Sofía se agradaron por el dolor repentino que había en su brazo, al voltear a verlo encontró a la pequeña Jane dándole un pellizco.
–Perdón, no quise hacerte daño –los ojos de la pequeña mostraban su sinceridad.
Sofía seguía un poco fuera de sí, bajó su vista a su brazo, ahí había una mancha roja, luego volvió a ver a la niña y después otra vez a donde se fue Denis lo cual le recordó lo que estaba ocurriendo.
–¡Debemos ir por la linterna! –Jane grito para que Sofía no volviera a como estaba antes–. ¡Debemos salvar a Denis!
Sofía dio un respingo por el grito, pero fue efectivo, hizo que su mente volviera a funcionar.
Sofía se paro sin quitar la vista de la parte de donde provenía el sonido de las cosas que la criatura estaba destrozando.
Con un andar tembloroso, llegó junto a Jane a donde Leo se había caído, Sofía se había olvidado también de él.
–¡Leo, despierta por favor!
Sofía sacudía el cuerpo de Leo después de sacarlo de entre las cajas, el niño se había golpeado la cabeza y estaba inconsciente, Sofía no sabía que hacer más que seguir llamándolo.
–¡¡Auch!!
Leo se despertó de manera abrupta, Sofía se sorprendió y giro a ver a Jane, para encontrarla con sus pequeños dedos dándole un pellizco a Leo.
Leo se incorporó lentamente, le dolía la cabeza y eso hizo que no notará el dolor en su brazo. Poco a poco se recuperó del mareo.
–¿Jane?¿Sofía?, ¿que está...? –Su mente trataba de recordar pero eso sólo empeoraba su mareo.
–¿¡Leo, donde está la linterna!? –la voz de Jane sonaba urgente.
–¿Linterna, que...?
–¡Denis está en peligro!
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En la oscuridad
Misterio / Suspenso"Ellos moran en la oscuridad acechando siempre" En una casa normal de los suburbios, una noche de películas se vuelve una pesadilla, cuatro niños se quedan atrapados en una casa. Pero no están solos, algo los acecha desde la oscuridad, algo siniestr...