Gong Yi Mo cruza a un tiempo y espacio diferente de su era moderna. En este nuevo mundo similar a la antigua China. Se convirtió en una princesa influyente que introdujo varias tecnologías e inventos que desafortunadamente causaron una guerra devast...
El emperador Gong fue muy paciente. Primero explicó el entorno geográfico de Xi Zhou antes de profundizar en la política. "El ministro de izquierda mencionó que Zhen Qi Wang había custodiado la frontera durante muchos años, pero aún no pudo resolver el problema de la sequía durante su estadía en Xi Zhou. Sugirió que, dado que Zhen Qi Wang era incompetente, debería ser reemplazado. También hay quienes piensan que tener tantas tropas en Xi Zhou es inútil y la mitad de ellas deberían ser retiradas".
Se inclinó como para susurrarle estas cosas a Gong Yi Mo, pero su voz era lo suficientemente fuerte como para que toda la sala la escuchara. Muchos de los rostros de los ministros estaban rígidos de vergüenza.
Después de su explicación, Gong Yi Mo parpadeó e inclinó la cabeza pensativa. La borla de flor verde en su cabello colgaba hacia un lado, haciendo que su lindo rostro pareciera más tierno.
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"¿Zhen Qi Wang es incompetente? ¿Él al mando de cien mil soldados y caballos es demasiado? ¿La sequía anual ha dejado a Xi Zhou indefenso? " Cuanto más hablaba, más miraba con repugnancia a la multitud de ministros. "Esta princesa siente que quienquiera que ofreció estos reclamos debería ser reemplazado".
El ministro de la izquierda se burló de las palabras desagradables de la joven princesa. "No sé, tal vez la pirncesa tenga alguna sabia idea".
El anciano se rió burlonamente en su corazón, pensando que era ilegal que una simple princesita se involucrara en asuntos políticos. Una joven que ni siquiera había estado fuera de las puertas del palacio, ¿Cómo podría tener buenas ideas?
Inesperadamente, Gong Yi Mo solo se frotó los ojos adormilada y luego dijo en voz baja: "¡Tráeme papel y bolígrafo!"
Lo que trajeron fue papel pesado y un bolígrafo de punta dura que hizo la propia Gong Yi Mo.
Antes de venir a este mundo, había estudiado algunos años de pintura, por lo que un diagrama simple le resultó fácil. Con unos pocos trazos, las montañas y los valles se representaron claramente en el papel. Cuando el emperador Gong se acercó para mirar con curiosidad su boceto, ya había terminado de dibujar.
Solo al emperador se le permitió ver su trabajo.
"Padre, por favor, eche un vistazo. ¿El dibujo de este terreno se parece a Xi Zhou?"
El emperador Gong asintió. "Suficientemente cerca."
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