ღ C̷e̷l̷e̷b̷r̷a̷c̷i̷ó̷n̷ ღ

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La mañana siguiente siguió como se había planeado, Shirou, Michiru, Nazuna y Pingua se habían visto para desayunar en un café precioso en el centro de la ciudad. Mientras empezaban a ordenar, la alcaldesa Rose hizo acto de presencia, parecía que Michiru la había invitado.

- ¡Buenos días alcaldesa! - Saludaron todos menos Shirou que solo la llamaba "Rose" por la informalidad del desayuno.

Pasó un rato más entre la conversación, iban y venían preguntas sobre los viajes y aventuras, hasta que terminaron hablando sobre la velada de Pingua y Michiru. Después de tanta charla, los platos empezaban a vaciarse.

- Aunque debo admitir que me pareció extraño que Shirou tuviera que patrullar. ¿Qué fue eso de los vehículos extraños, alcaldesa? - Preguntó Michiru refiriéndose a la excusa que Shirou había dado la noche anterior. 

La cual había sido una mentira.

El mencionado casi se atora con su café al escuchar la pregunta, al igual que Nazuna quien comía lo que quedaba de su postre. Rose no dijo nada repentino, intercambió mirada con ese lobo que buscaba esconderse tras la taza de café, esa mirada se conectó de forma cómplice y con esa pequeña expresión de culpa se dio cuenta de lo que sucedía.

Al menos lo suficiente, ya pediría explicaciones después.

- Ah. Claro claro, los vehículos extraños . . . estuvieron apareciendo varios con un código en sus placas muy específico. Por eso pedí a Ogami que investigara. Afortunadamente no es nada grave ¿verdad? -

Shirou asintió con la cabeza. - Son un grupo de residentes comunes, parece que en las afueras se hizo un cambio de matrículas y varios empezaron a actualizar sus códigos, por ello todas adquirieron cierto parecido -.

- Ya veo, que alivio -. Dijo aquella inocente Tanuki sin notar aquellas miradas entre los tres cómplices. Antes de que la sección de preguntas se abriera de nuevo, Rose abordó un asunto importante.

- Por cierto, venía a mencionarles que por la noche el consejo decidió anunciar lo del tratado de comercio ruso en una ceremonia en el edificio principal y me gustaría que fueran omo invitados especiales -.

Los otros cuatro la veían expectantes y ella suspiró profundamente. - Si, es una fiesta -.

Nazuna y Michiru no tardaron en emocionarse preguntando detalles inclinándose en la silla. Era una ceremonia de la alta sociedad así que les daba cierta emoción, aunque no era nada muy nuevo.

- Es más un evento para anunciarlo, no durará mucho pero me gustaría que me acompañaran. Su colaboración fue importante para lograr todo esto y merecen estar ahí -.

Todos asintieron, sería una buena forma de despedir a Pingua que se iría la mañana siguiente, así que al terminar su desayuno, pagar la cuenta y darse los detalles del evento, Nazuna tomó de la mano a Michiru y volaron a buscar algo que vestir. Rose río al verlas tan emocionadas.

- Los veo en la noche, la limosina pasará por ustedes en la cooperativa ¿De acuerdo? -

Los dos hombres asintieron mientras salían del lugar hacia la calle. - ¿Qué dices? ¿También quieres hacer una tarde de compras? - Dijo Pingua soltando una risilla.

- Fuera de la broma. ¿Tienes un traje aquí? -

- Que va, de verdad iré a comprar uno. ¿Tu tienes? - Ogami asintió con un sonido. - ¿Enserio? Nunca lo he visto. Ven vamos a que me lo muestres -.

Caminaban más rápido hacia la cooperativa, después de todo, estaba muy cerca. - ¿Qué? ¿Para qué quieres verlo? -

- Me da curiosidad ver que usas fuera de tu vieja gabardina -.

In our city || MxS One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora