Calidez

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¡Aléjate!– gritó Lincoln retrocediendo poco a poco –¡Tú estúpido idiota!– Lynn empujó con fuerza al peliblanco quien reaccionó tomando las mangas de su camiseta cayendo los dos dentro de aquella bodega, uno de los pies golpeó la puerta con suficiente fuerza como para moverla y hacer que se cerrara por completo  –¿¡CÓMO TE ATREVES A DECIR ALGO ASÍ!?– gritaba Lynn mientras golpeaba con fuerza a Lincoln, éste solo se cubría cómo fuera, cansado de la actitud de su hermana la empujó con toda la fuerza que pudo reunir en las piernas, ella llegó hasta el otro extremo cayendo estrepitosamente e incluso causándole un dolor bastante fuerte en el trasero y dobló una de sus muñecas lastimando su mano por completo –Ronnie Anne tiene razón. . . Eres insoportable, quizá ni me quieras como hermano ¿Y sabes qué? Yo tampoco lo quiero ser. . .– sentenció Lincoln, Lynn furiosa lanzó con su mano izquierda una pelota de Béisbol, el chico logro esquivarla pero no fue una buena idea pues golpeó por accidente el botón de emergencia activando el aspersor del lugar –Oh genial. . . Ahora me culparán a mí por tu estupidez– dijo Lincoln fastidiado decidido a salir de ahí mojado, pero algo estaba mal –¿Qué esperas? ¡Lárgate!– gritó Lynn –Éso intento ¿No lo ves?– Lincoln intentaba bajar la palanca pero ésta no se abría, Lynn se levantó todavía enojada  –Eres un maldito debilucho ¡Quítate!– lo intentó más de cinco veces pero no sé movía ni un milímetro –Wow ¡LA GRAN LYNN LOUD SEÑORES!– Dijo Lincoln irónicamente mientras aplaudía, ésto enfureció a la deportista a su máxima capacidad, canalizó su odio en la palanca pero ésto solo ocasionó que su lesión en la muñeca empeorará y la palanca se terminó por romper.

Oh no– –Diablos. . .– dijeron al mismo tiempo los hermanos Loud.

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Hace 6 horas. . .

Todos los Loud se apresuraban para entrar a Vanzilla, quien entraba tarde era Lincoln Loud, quién se quedó atrás  por tener que dejar conectado su teléfono pues olvido hacerlo por la noche –¡Hola chicos! Hace mucho que no hablamos ¿eh? Bueno, no me a pasado mucho últimamente, sobrevivo a mi vida con mis diez hermanas, comparto aventuras con mi amigo Clyde y salgo con Ronnie Anne. . . O al menos eso espero, después de lo de ayer. . . Yo no si quiera verme– señalo el joven peliblanco entre preocupado y melancólico.

–Como dije, todo es muy normal por ahora. . . Eso quiere decir que en cualquier momento puede ocurrir cualquier desastre y vengo bien preparado para todo– dijo el peliblanco señalando una mochila extra dónde traía lo suficiente para toda clase de desastres pero nada fue tan previsible cómo la patada de Lynn que lanzó la mochila fuera de la camioneta –¡¿Viste esa patada Lincoln?! ¡Fué estupenda!– dijo emocionada la chica –Diablos Lynn. . . Te había dicho que no me gustan las patadas karatekas y mucho menos si lanzan cosas mías– gritó enojado mientras se sentaba, Lori comenzó a conducir, Lynn sólo volteó hacia abajo avergonzada. . . ¿No era para tanto o sí?

Lincoln estaba comenzando a comportarse de esa manera más seguido, Lynn lo notaba, pareciera que con quién más se notaba la diferencia fuera con ella, muchas veces la ignoraba e incluso dejo de ir a sus partidos desde hace ya mucho tiempo, quizá sea solo su imaginación pero ella juraría que Ronnie Anne tiene algo que ver con todo eso, hace varios días escuchó una conversación de su hermano por accidente, "Creé que es mejor en todo, es brusca, una marimacha en todo sentido y no puedo soportar que te humille de esa forma" "Quizá debas pasar menos tiempo con ellas. . . Te haría mejor, además, ellas siempre te piden ayuda y nunca te lo agradecen" ¿Había escuchado mal?  ¿era Ronnie Anne diciendo algo tan horrible? y era bastante obvio de quién hablaba, no era la primera vez que le llamaban de esa forma, Lynn lloró mucho esa noche.

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