Encerrados

Entre los desconocidos

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Aquel Restaurante estaba atiborrado de gente por dentro y de igual manera una gran pila de gente afuera.

-Jeanper estás a cargo, lo siento muchachos tengo que irme- colgando su teléfono y lanzando fuertemente su delantal a la barra de ensaladas.

Su mano derecha a un lado con una cara sería anotaba en su pequeña tabla -Asi que por fin llegó la llamada que esperabas...- sorprendido de la voz que escuchó se golpeó en la alacena pues estaba cambiando su filipina por su camisa y suéter -Lo siento Marie hoy no, ya te dije de que se trataba, me tengo que ir...- y con miedo se deslizo a la salida
-Pues entonces me haré cargo de los meseros, pero tú y yo necesitamos hablar... De NOSOTROS- enfatizó sin mirarlo pues seguía escribiendo, su escalofrío solo se acrecentó al ver a su esposa en la entrada observando la escena.

El camino en auto fue muy silencioso.

Hora tras hora, día tras día, la familia Loud esperaban nuevas noticias, habían logrado con éxito la cirujía, lo que preocupaba a todos era el momento cuando despertara el peliblanco.

Al cabo de tres meses una noticia del hospital llamo la atención de la familia Loud enviado por Lori quien era la de turno en acompañar a Lincoln "Lincoln muestra señales de actividad, puede estar despertando, me lo acaba de decir el médico" y bien ordenadas el protocolo fue seguido, las que no hicieran nada llevarían a las pequeñas y las que estudiaban o trabajarán se tomarían ese día si o si.

En el ascensor los dos padres Loud se apresuraron a entrar y solo ahí fue que el hielo se rompió -Y bien... ¿Cuándo me dirás de lo que tienes que hablar con ella?- recriminó la rubia reposando en uno de los muros del ascensor -Está hablando de su nuevo contrato permanente...- Enseguida una cara de disgusto total se retorció sobre el rostro de la dama quien movía su cabeza de lado a lado -¿Y eso qué se supone que significa?- mirandola de manera sinica volteo sonriendo -Que suspicaz, ¿se puede saber por qué apestas a cenicero y alcohol si apenas son las dos de la tarde? O espera no me digas ¿De nuevo culparas a tu hijo?, Cómo siempre, tus tontitas excusas ya me están cansando- soltó como bomba Molotov encendiendo todo el lugar.

Desde el exterior se escuchaban los dos discutiendo siendo como grandes cadenas pesadas a la espalda de la chica que yacía sentada en el piso al lado del Ascensor -Vete a la mie... LYNN Jr... Mi amor ¿Que haces ahí?- ignorando a los dos contrincantes se levantó y con voz serena contestó: -Necesito un café- dijo alejándose hacia la cafetería.

La familia empezó a llegar poco a poco, entre ellos también yacían el abuelo Bert, la tía Susan y algunos amigos del chico, todos esperando sin muchas esperanzas, la mayoría estaban resignados a que fuera una falsa alarma era común que mostrara señales de despertar pero que terminaban en nada.

La gente reunida hablaba entre si mientras que los padres hablaban con el médico asignado para darles las noticias.

"Parece de despertó"

Una sola frase fue la zanja entre el ruido de murmullos callar a los ruidos del estacionamiento que resonaban por el silencio que yacía en todo el lugar.

Uno tras otro entraron los integrantes más importantes, Rita y Lynn Sr. Loud, quienes con miedo profundo miraban a su hijo sentado sobre la orilla de la cama.

-Mi cabeza duele, por lo menos me darán algo para el dolor ¿Cierto doc?- mencionó confundiendo el ruido de la entrada de sus padres con el médico, volteó y con una gran sonrisa los recibió -¡Mamá! ¡Papá! Por fin, los doctores no me querían decir nada ya estaba preocupado... ¿Mamá?...-