Reki siempre fue un chico aficionado al skate, desgraciadamente una lesión causó problemas en él, haciendo que sus padres le prohibieran volver a subir a una tabla.
Problemáticamente, Reki trata de desacreditar la autoridad de sus padres pidiendo a...
El primero en despertar la mañana siguiente fue Reki, se había movido tanto por la noche que había terminado completamente destapado y casi empujando de la cama a Langa, quien dormía tranquilamente y se encontraba en la misma posición.
Aún de aquel modo, ambas manos continuaban bajo la almohada, unidas por los meñiques de ambos enlazados entre sí. Algo aturdido y con cuidado, Reki saco la mano de bajo la almohada, mirando esta unos segundos, completamente ido, en su mundo.
Quería levantarse antes de que Langa despertase pero lo tenía sumamente complicado, pues estaba en el lado de la pared y para salir tendría que pasar sobre Langa, y era algo, además de imposible debido a su pierna escayolada, que no se atrevía a hacer.
Decidió acomodarse un poco y pegar su espalda a la pared mientras se tumbaba de lado, observando así como el peliazul dormía. Un rato después notó como Langa se removía un poco, acto que, hizo que se sobresaltara y su corazón diera un vuelco sin motivo. Con rapidez cerró sus ojos haciéndose el dormido y respiro pesadamente tratando de tranquilizarse, no entendía porque había reaccionado así su cuerpo pero era completamente abrumador. Ni siquiera comprendía el motivo del por qué no quería que supiera que estaba despierto.
Sintió un poco más de movimiento a su lado y de pronto este paró. Reki lentamente abrió uno de sus ojos, encontrándose al peliazul mirándolo. Finalmente abrió ambos ojos con sorpresa y su rostro tornó de color casi como su cabello.
-Buenos días -saludó Langa sin más. Mientras finalmente se incorporaba, Reki no pudo evitar que una risita saliera de sus labios al ver su cabello un poco alborotado, su rostro soñoliento y el pijama que le dejó la noche anterior desacomodado.
Agradeció que no dijera nada de la extraña escena momentos antes y se incorporó tambien, clavando su vista en un punto vacío perezosamente.
-¿Debes irte, verdad? -preguntó, aunque era más como una queja, pues ya sabía que tenía que volver.
-Sí, me cambiaré y me iré. -respondió el peliazul levantándose finalmente y removiendo el cabello de su rostro para finalmente ir al baño y cambiarse de ropa.
No pasó mucho en lo que Langa salió ya con su vestimenta y se acercó de nuevo a la cama en donde Reki se encontraba usando el celular, al saber que Langa iba a irse y se quedaría solo de nuevo con sus problemas, no podía evitar volver a sentirse deprimido.
Cuando sintió la presencia del ojiazul, alzó la vista a verlo, podía notarse como en su rostro había pesadez y pena, sin querer ser dejado por su amigo, al ver aquel rostro tan apenado Langa no pudo evitar sentir una presión en el pecho y sentirse culpable.
-Volveré mañana, lo prometo -murmuró Langa arrodillándose frente a él y le dedicó una de las pocas sonrisas que formaba al día, lo que no sabía Reki es que las reservaba todas para él.
-Bien... te espero -fue lo único que pudo decir pues Langa ya se había ido por la puerta.
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Esa misma tarde Reki recibió una no muy buena noticia, al igual que toda su semana, las noticias habían sido pésimas para él y cada cual iba a peor. Pudo confirmarlo en el momento que sus padres le dijeron que iban a irse de allí y se mudarían lejos.
-¡No queremos que algo te vuelva a ocurrir, Reki, entiende! -gritó la madre al borde del llanto mientras su padre le rodeaba los hombros tratando de calmar sus lágrimas.
-Entiende, Reki, cuanto más lejos de aquí, más lejos del pirado ese y menos probabilidades de que pueda hacerte algo. Es una decisión ya tomada, está todo preparado y no podemos cancelarlo a estas alturas, asique no aceptamos más protestas, no te servirá de nada. -terminó diciendo el padre y aunque su tono era calmado, se oía amenazante, como si una protesta más le haría explotar.
-¿Es por eso que me avisáis tan jodidamente tarde? ¿Como mierda quereis que nos vayamos mañana? ¿Y mis cosas? ¿El instituto? ¿Mis amigos? ¿Langa? -preguntó completamente alterado, tanto que terminó por decir alguna mala palabra de por medio mientras sus lagrimas le llenaban el rostro.
-No te preocupes por eso, está todo controlado. Y tranquilo, harás nuevos amigos, no quiero que te relaciones con el arándano ese, ¿fue él el que te llevó allí, verdad? Por su culpa así estás y no volverás a pisar una tabla -señaló el padre y sin más que decir se fueron de allí, salieron de la casa quien sabe a dónde, probablemente a preparar la mudanza.
Reki se quedó allí de pie, llorando como nunca mientras se jalaba el cabello frustrado, quería gritarle a su padre que Langa no tenía la culpa, que había sido él quien había llevado a Langa a S y que era la única persona que se había preocupado realmente por él.
La madrugada siguiente fue casi arrancado de la cama y obligado a recoger sus pertenencias más importantes en algunas maletas, pues lo demás iría en avión más adelante, enviado por el servicio de mudanza. Al observar la foto que tenía con su mejor amigo, de nuevo rompió en llanto.
¿Realmente era correcto llamarle mejor amigo después de cómo se había sentido el día anterior?
Se replanteó a si mismo tantas cosas viendo aquella foto pero rápidamente se dio cuenta de que era inútil, por mucho que pensara sobre ello, todo había acabado ya, y no lo volvería a ver.
Una hora después, sus padres, sus hermanas y él se encontraban en el aeropuerto, sus hermanas estaban más emocionadas por empezar una nueva vida que tristes por dejar todo atrás. Por otro lado Reki estaba deprimido por dejar a Langa sin siquiera haber hablado con él
¿Iba a odiarlo?
Seguramente se enfade y no quiera verlo nunca más, ni siqesperar había dejado una nota con explicaciones, lo había intentado y simplemente su madre la tiró.
Sentado en el avión Reki tan solo pudo pensar en lo último que escuchó de él.
"Volveré mañana, lo prometo"
Sin mentir, Langa volvió al día siguiente después de comer, pero se quedó completamente afligido al observar como gente de la mudanza sacaba todos los muebles de la casa.
Entró corriendo a esta aún a pesar de los gritos e intentos de los empleados de frenarle el paso, todos fallidos.
Ya dentro de la habitación vacía de Reki, lo único que quedaba de él era su perfume. Las lágrimas amenazaron en los ojos de Langa, escapándose una que limpió rápidamente.
"Te espero"
No había motivo para que Reki dijera aquello si sabía que no sería cierto.
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Acabo de ver el capítulo 9, estoy llorando o sea Cherry en los postcreditos en silla de ruedas lloro :(
Necesitaba ver interacción entre Langa y Reki y que se arreglaran con besito, que estafa.
Pero si se dan cuenta que Joe le dijo a Cherry mientras dormía "No estamos solos, ¿Cierto, Kaori?" Y LUEGO BRINDO SU COPA CON LA DE CHERRY AUN DORMIDO¿?
Joe se te nota, chau
Bueno, ya dejo esto, espero que les haya gustado, háganme saber si les gustó y voten:)
