By your side || Lanki • Renga

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El paseo por los pasillos del instituto se le estaba haciendo eterno al pelirrojo.

Las miradas curiosas observaban en dirección de aquellas cuatro personas tan llamativas; uno maquillado como si hubiera salido de Halloween, otros dos vestidos como agentes secretos con el color de cabello como si fueran Wanda y Cosmo; y el otro, con unas esposas sexuales en las muñecas, atadas tras su espalda.

Reki agachó su cabeza completamente avergonzado mientras trataba de no mirar hacia los estudiantes, pensando así que ellos tampoco le verían ni reconocerían.

—Joe... ¿donde vamos? Esto es humillante... —susurró en tono bajo mirando de reojo a las personas que iban dejando atrás.

—Cállate, fugitivo. Tan solo camina, todo lo que digas y hagas podrá ser utilizado en tu contra ante una tribu. —dijo Joe en tono monótono como si hubiera memorizado aquello palabra por palabra, como un robot.

—Un tribunal, pedazo gorila. —corrigió Cherry con un tono cansado ante la estupidez del peliverde.

—¿Que? ¡Me esforcé tanto en aprendérmelo! —se quejó el grandote mientras soltaba un suspiro indignado consigo mismo.

—Chicos... —escucharon de pronto un susurro en un tono bajo y preocupado, que provenía detrás de una esquina por la cual un pequeño chico gato asomaba su cabeza. — Hay un problema —dijo mientras rascaba su nuca y dirigía unos segundos su mirada a Reki.

Acto seguido dio una mirada significativa a los demás, haciendo así que se acercaran y comenzaran a hablar ellos cuatro en un corrillo, dejando a Reki parado en el medio del pasillo.

Al escuchar unos gritos, Reki se giró con curiosidad para saber el causante de estos, pero su rostro cambio a terror al ver al director correr directo hacia ellos.

—Oh, ese era el problema, nos vemos. —murmuró Miya despreocupado y se coló entre los estudiantes para no ser regañado.

—¡Mierda, Reki corre, vamos! —gritó Shadow mientras se acercaba al chico y sin ningún tipo de dificultad lo tomaba en brazos, haciéndole pasar todavía más vergüenza a Reki pues todo se volvía más bizarro y extraño por momentos.

No tardaron mucho en conseguir evadir al director, metiéndose en una sala vacía y bajando finalmente a Reki.

—¿Sabes? Los planes se han torcido asique mejor espera aquí un momento —dijo Joe alzando sus manos como si quisiera calmar a un animal salvaje.

Después de ello, todos salieron del aula dejándolo solo.

Con las esposas.

—Diablos, ¿Que es todo esto? —preguntó para si mismo, confundido con la situación pues no entendía qué hacían todos allí.

El tiempo iba pasando y todavía no volvían, aburrido, se sentó en una mesa y balanceó sus pies distraídamente.

Diez minutos.

Quince.

Veinte.

Veinticinco...

La puerta se abrió de golpe y vio entrar a un Shadow jadeante y agotado, apoyándose en sus rodillas y alzando una mano en dirección a Reki, pidiéndole un momento para respirar.

—Espera solo... dos minutos más —pidió antes de volver a salir corriendo lejos de allí.

Después de otros diez minutos, suspiró cansado y aburrido por lo que se levantó y se acercó a la puerta, poniéndose de espaldas a esta para tratar de abrirla.