—Está bien, soy tonto —admitió Langa separando suavemente a Reki de su cuerpo
—Sí, lo eres —murmuró Reki mientras su mirada permanecía clavada en el suelo, incapaz de ver el rostro ajeno.
—Lo soy —susurró dirigiendo su mano a su cabello, enterrando sus dedos en este y suavemente bajando sus dedos con suaves roces hasta su nuca.
Hacía tiempo habían dejado de tratarse como amigos. En realidad, nunca lo habían hecho. Pero eso solo lo hacía más complicado pues ahora no sabían cómo debían actuar el uno con el otro.
—Reki... —lo llamó esperando que alzara su cabeza, cosa que no hizo. — Reki —lo volvió a llamar llevando la mano de su nuca hacia el costado de su cuello, colando su dedo bajo su mandíbula hasta llegar a su barbilla para alzarla. —Creo que molestamos —susurró Langa, cortando el ambiente aunque mirando intensamente los ojos del pelirrojo.
Reki, quien había estado en un momento realmente mágico para él, casi escuchando ambos corazones acelerados y sincronizados, salió de todo encanto en cuanto escuchó a Langa decir eso, seguido del claxon de un coche.
—¿Q-qué? —preguntó desorientado parpadeando varias veces, se había quedado ensimismado mirando los ojos azules del chico.
—El coche quiere pasar —contestó Langa tomando la muñeca del chico y jalando de él hacía un lado, tal vez no había sido buena idea ponerse en medio de un portal.
—Oh... claro
Después de aquel extraño pero intenso incidente, ambos decidieron subir al mirador, aquel típico de película donde se ve toda la ciudad pero también hay una explanada con varios bancos.
—Traje... esto—dijo Langa mientras sacaba su tabla de la nueva funda que había comprado. — Pensé que te traería recuerdos... y tal vez quisieras volver a subirte a una tabla.
Y que mejor que volver a subir por primera vez con él.
Reki tan solo miró la tabla y luego alzó su vista felizmente a los ojos de Langa, acto el cual al peliazul le había hecho derretirse de ternura.
Dejó la tabla en el suelo y le dio un pequeño empujoncito para dejarla frente a Reki.
Reki dudoso miro la tabla y luego a Langa. Después de aquel problema que había habido por culpa de su pierna escayolada, se sentía inseguro de volver a subir a una tabla, pues aquello había causado la separación de ambos.
—Reki estoy aquí, tranquilo. Esta vez no dejaré que te ocurra nada. —murmuró Langa y le extendió la mano.
Le dolía ver a Reki dudar de un skate.
Él, quien había sido el que le enseñó a patinar, y celebró cada logro que había tenido sobre ruedas.
Él ahora tenía miedo de subir en una tabla.
Reki algo dudoso tomó la mano de Langa, la cual estaba cálida si la comparaba con su mano congelada.
Subió un pie al skate.
Se sintió tembloroso, como si fuera a perder el equilibrio y caer como hacía Langa al principio.
Tardó un poco más en subir el otro pie, era como volver a aprender, y esta vez, quien le enseñaba no era nadie más que la persona a quien había enseñado anteriormente.
—¿Cómo estás? —preguntó Langa algo preocupado, más o menos podía llegar a entender el impacto emocional que aquello podía llegar a tener sobre Reki.
—Bien... estoy bien
Tardó unos minutos que Reki tomara confianza con el skate, pero cuando la tomó, dejó de verse inseguro y comenzó a verse realmente feliz de nuevo.
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By your side || Lanki • Renga
FanfictionReki siempre fue un chico aficionado al skate, desgraciadamente una lesión causó problemas en él, haciendo que sus padres le prohibieran volver a subir a una tabla. Problemáticamente, Reki trata de desacreditar la autoridad de sus padres pidiendo a...