sipnosis

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Existen muchas manera de "enamorarnos" o de sentirnos atraídos por alguien. Puede ser en un café, en una heladería, en un parque, en el colegio, y ¡sorpresa! también puede ser en un autobús.¿Quién conoce al amor de su vida en un autobús?

Me imagino que no soy a la única que le a pasado eso. Es algo muy típico, te gusta él chico o la chica, porque es lindo, o te gusta su sonrisa, sus ojos, y tratas de mantener el contacto visual, hasta que algunos de los dos pide la parada y listo se acabo el encanto del  hada madrina y no vuelves a saber de esa persona, pero... ¿Qué pasaría si esa persona si se baja del autobús por ti ?

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Descripción de los personajes principales

Maggi Dugés
Chaparrita, ojos grises, cabello rubio, Tierna, hermosa, con una personalidad encantadora, es risueña, no quiere tener relación con nadie, esta concentrada en sus metas, es un poco obstinada, le gusta la música y la lectura, ama el café por la mañanas y adora a su hermana Elena Dugés, su sueño es convertirse en una diseñadora de moda, aunque tenga un don extraordinario por la escritura.

Theo Dómine

Alto, ojos café, cabello liso castallo, es un poco distante,le gusta el fútbol y la música de los 80, le da miedo la oscuridad, un poco grosero, no es muy expresivo cuando habla, pero tiene su lado romántico, y es algo mujeriego.

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Maggi

Estoy en el centro comercial con mi hermana, Elena, comprando algunas cosas para la reunión que tenemos más tarde en mi casa, Elena, está de cumpleaños.

-¡Maggi, mira esto!- Grita, Elena, señalando un oso de peluche gigante, - mira es más alto que tú. - Se Burla.-
En realidad todos son más alto que tú, está un enano.- Continúa con sus chistes de mal gusto, pero que a ella Le causa gracia.

Desde muy pequeña siempre se burló de mi tamaño mido 1.53 si soy algo bajita pero tengo un buen cuerpo y se destacar mis atributos.

-Ja- ja, que chistosa muero de risa. - Le respondo con sarcasmo. - Deberías buscar trabajo enun circo ya que te verías bien junto a las jirafas. - ahora soy yo la que se ríe

- Chistosa. - Rueda los ojos. - Oye ya dejemos el desorden y ocupate cargar las bolsas. - continúa- Creo que ya tenemos todo.

Nos dirigimos a la parada de autobuses tardamos como 10 minutos esperando hasta que llegó. Un señor nos ayudó con LAS bolsas, observamos y estaban dos puesto disponible y allí nos sentamos. Estaba mirando a través de la ventana y sentí mucho sueño. El color provoca que me de sueño.

Mierda estoy bostezando como una loca siento los ojos pesados.

Cuando levantó la vista evitando cerrar los ojos, mis ojos chocan con los ojos de un chico es alto y... Mierda es bello es un puto ángel, los dos nos miramos por nose ni cuanto tiempo, estuve viéndolo como una estúpida, como si estuviera mirando a Dios, el rompe contacto visual conmigo y mira su teléfono yo hago lo mismo saco mi teléfono de mi bolso y comienzo a revisar el Facebook y tengo un mensaje de una amiga preguntándome si podía llevar a un amigo para la reunión más tarde en mi casa, le respondo el mensaje con un "Si" pero que no sea mala conductao y ella solo me manda unas caritas guiñando el ojo.

Mi vista vuelve hacia el frente, y él estaba allí observándome no me quedo de otra que volver a bajar la mirada, no puede evitar mis mejillas se tornarán de otro color.

¡En la esquina por favor!. - la voz de Elena interrumpió mis pensamientos.

Ya llegamos, y el encanto de la hada madrina duró más en la cenicienta.

- ¡Ayuda con las bolsas, Maggi!. -Elena, se quejó. - Recogo las bolsas y pido permiso, paso por su lado y no pude evitar hinalar su olor, es una combinación de vainilla y colonia de hombre.

Su apodo será vainilla asi no lo vuelva a ver. Ni siquiera se como se llama para buscarlo por el Facebook.

Nos bajamos del autobús y se me caen un par de bolsas, Elena, voltea hacia mí algo molesta, y sigue caminando, me agacho a recogerlas y siento que una mano toca la mia, senti una electricidad recorriendo mi cuerpo me quede estática, no podía evitar sonrojarme.

¡Mierda es él, se bajo del autobús por mi, toma eso ley de atracción de autobuses!

-Gra-gracias. - Logre  decir

-Por nada, solo quería ayudar.- Se encogió de hombros.

- Okey, gracias. - Estoy balbuceando.

Cuando me entrega las bolsas sigo caminando y sentí cuando me colocó la mano en el hombro, las piernas me Iban a fallar, ¿por qué reacciono así?, ni siquiera lo conozco. Me doy una cachetada mental y me concentró

-Oye... disculpa mi atreviéndo,sabes yo no vivo por aquí, y ahora es que me falta para llegar a mi casa. - Toma aire y continúa. - Solo me baje del autobús porque quería hablar contigo, saber como te llamas... si me puedes dar tu número de teléfono, y así hablamos.

Entrecerre mis ojos.

-No soy un violador, o asesino si eso piensas. Si lo sé es raro, nadie se bajo del autobús.

Le creo no es un Violador.

- Maggi. - extiendo la mano. - Si quieres me das tu teléfono y anoto mi número.

Si, lo se. Solo a mi se me ocurre darle mi número de teléfono a un desconocido, lo que hacía falta es que le diera mi número de cédula.

-Claro, me encantaría mi nombre es, Thadeo. - Estrecha mi mano. Saca su móvil de su bolsillo trasero y me lo da, - - Puedes agendar tú número. - Me dedica una sonrísa tan hermosa. Él es hermoso.

-Claro. - Agarro el celular, y anoto mi número. - Ya lo agende.- Le dedico mi sonrisa más coqueta.

Sangana nivel Dios, debería tener mi propio libro. Como conquistar a un extraño.

- Maggi, si no es mucha molestia te puedo ayudo con las cosas.

-No tranquilo yo estoy muy cerca de casa.

Me dolió rechazar su oferta.

- Segura no tengo problema- Insiste.

-Si estoy bien- miento claro que quiero ayudes, chico extraño del autobús.

-Entiendo, bueno te escribo más tarde. - Se pasa la mano por el cabello

- Si claro me encantaría- respondo, enrredandome un mechón de cabello entre los dedos.

Que haces loca

-OK, me voy  me toca caminar por andar de Romeo

No puedo evitar reírme, y él también se ríe

- Bueno me tocará a mi ser de Julieta.

Mejor sería el chico extraño del autobús y la chica que le gustan los extraños.

- Te escribo más tarde, Julieta. - Da una vuelta entre su propio eje y se va

Estoy viendo a Dios andante es demasiado bello, está como el doctor me lo recetó, me quedó un rato estática, y ¡boom!, Elena aparece en mi mente.

Destrozando mi vestido, mi carruaje, cortando mi cabello, me quita la lámpara mágica, llama a la bestia, creo que todo lo malo de los libros de las princesas paso por mi mente, tomo las bolsas con fuerzas y corro para llegar a mi casa.

Un sueño en el autobúsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora