capítulo 14

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Viste la esencia de vainilla, que la olés y te mueres de ganas por probarla... pero cuando la pruebas, te das cuenta que te equivocaste y es horrible, bueno, hay gente que es esencia de vainilla, y Thadeo es uno de ellas.

En estos ultimos dias he aprendido que llorar sin lágrimas en los ojos es mucho más doloroso que con ellas.

Estoy en mi habitación, muy concentrada en mis pensamientos, que poco a poco me consumen, como si mi existencia fuera un cigarrillo, que poco ha poco vas acabando con el.

Mi método de tortura se detuvo, al momento que escucho que tocan la puerta, por un momento di gracias a la virgen de la Keratina por interrumpir, pero por otro lado maldije, ya que no me quería levantar de la cama; y estaba torturandome con el recuerdo de aquel día, que hicimos el " delicioso".

Me levanto y me dirijo hacia la puerta.

- ¿ quién es? Pregunté esperando, la respuesta.

- Soy Octavio.

Solo respire, algo dentro de mí . decía
"CALMATE, Calmate.

Abrí la puerta y allí estaba él con un ramo de flores, y hamburguesas.

- ¿ quieres hablar con tu novio? - preguntó él.

Negué con la cabeza. En su rostro se podía ver la confusión,¿ Cómo que te pasa ?pero luego, asintió con la cabeza.

- entonces- comentó él.

- ¡ quiero a mi mejor amigo! - confesé en un susurró.

- entonces ven- me regalo una sonría y abrió sus brazos, para recibirme con ese delicioso aroma que emanaba de su piel, y su excelente altura.

- ¿ puedo pasar? - inquirió

- si- respondí rápidamente.

- ¡ traje hamburguesas!- comentó de la manera más dulce del mundo.

- ¡ gracias!, no tenias porque...

- Shhh- hizo él ese sonido con su boca- come o se enfriar, espetó él

Estábamos sentados en el mueble de mi sala, comiendo y conversando, hablar con mi mejor amigo me llenaba de energía... y si con mi mejor amigo, no con Octavio " mi novio".

- bueno Maggi, te dejo, me tengo que ir ya es un poco tarde y tú tienes trabajo mañana, y yo igual, asi que...

Se detuvo delante de mi, en su mirada se notaba la tristeza. Y eso me hacía sentir mal, aún recuerdo el día que me dijo para ser novios, la felicidad le brotaba por los poros, pero ahora... ahora solo hay tristeza en las miradas de ambos. El triste por mi, y yo triste por Thadeo. Al parecer la vida es un circo, y yo soy unos de sus payasos principales.

Nos despedimos, cierro la puerta, y me dirijo a la cocina, voy a beber un vaso de agua. Cuando escucho que tocan la puerta otra vez.

Pensé para mis adentro, que se le habrá olvidado. Giro sobre mis Pies y me dirijo a la puerta nuevamente, no pensé en preguntar quien era, me imagine que era Octavio, así que abrí...

- ¿ Qué se te olvi... mi pregunta quedó flotando en el aire, y en mi rostro sólo apareció una expresión de :0 ; mis manos estaban sudando, y sentía que el corazón se me iba a salir por la garganta.

- ¿ Qué haces aquí? - emití algo confundida.

¿ podemos hablar? - preguntó él con un tono de voz neutral.

- ¿ hablar ?- se me escapó una risa ácida-¿ de Qué vamos a hablar tu y yo?- estaba algo nerviosa por ver a Thadeo aquí en mi casa, y algo confundida.

Un sueño en el autobúsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora