Capitulo 6

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CAPITULO 6


* POV Sirius *


Salí corriendo de la casa lo más rápido que pude, demasiado preocupado por encontrar a Harry que ni siquiera me fijé hacia donde iba, solo me dejé llevar por mis instintos y algo me decía que tenía que ir por cierto camino así que solo seguí corriendo.

Después de correr lo que parecieron horas llegue a la entrada de un bosque que se me hacía demasiado familiar, sentía que lo conocía pero no recordaba porque, luego de tratar de hacer memoria (algo que me ocasionó jaqueca) decidí adentrarme en el bosque, como seguía en mi forma animaga comencé a olfatear a mi cachorro, sentí un gran alivio cuando reconocí el humor de Harry y me dispuse a correr todo lo que mis fuerzas me permitían (lo cual no era mucho ya que como no llegaron a la hora acordada a la casa Black, me comencé a desesperar/estresar por eso no comí nada, ya que la ansiedad era demasiada y más aún, que no me dijeran nada de lo que había sucedido estaba echando humo por todos lados, ya que eso solo podía significar que Harry estaba en peligro) luego de un tiempo corriendo sin parar llegue hasta el corazón del bosque, lo curioso era que estaba cercado con una especie de muro de espinas que era demasiado grande como para que alguien intente treparlo sin salir lastimado, él se acercó a tocar una de las espinas y de repente sintió un corriente de magia recorrerle todo el cuerpo, era una mezcla de magias, distintas y poderosas pero compatibles a la vez, nuevamente sintió un presentimiento, tenía que entrar algo le llamaba desde dentro, pero como ingresar ese era el problema principal, ya que ese lugar estaba bien protegido, como un foco algo se le prendió en la cabeza, con la misma espina que le había proporcionado la descarga de magia pincho su dedo meñique y al costado de esta se formó algo parecido a un cuenco, al ver eso procedió a rociar 10 gotas exactas dentro de este; pasaron unos minutos en los que no pasada absolutamente nada cuando de repente la sangre goteo del cuenco al piso y comenzó a formar unas runas, algunas de ellas demasiado complejas para reconocerlas a simple vista pero había otras que Sirius lograba reconocer aunque vagamente, lo que si llego a notar fue que eran runas de protección, entre ellas Algiz, Inguz, Odal, Eihwaz, Vegvísir y Aegishjálmur eran las que tenía más claras pero de ahí no reconoció ninguna otra. Cuando levantó la vista y noto que se había formado un sendero a través del muro de espinas, procedió a avanzar por aquel sendero y conforme iba avanzando el camino se iba cerrando, comenzó a andar por aquel camino hasta estar completamente dentro del centro del bosque, era un lugar realmente impresiónate que gritaba magia por todas partes, había todo tipo de criaturas mágicas, como también no mágicas el lugar era toda una maravilla, también estaba repleto de plantas y había todo tipo de estas, para lo que sea que necesites (podría asegurar que estaba mejor equipado que el laboratorio del mejor maestro de pociones del universo o que el invernadero más grande que exista) pero al fin de cuentas nada se podía comparar con ese lugar, simplemente era algo magnífico, para cuando dejó de admirar el lugar, cayó en cuenta que en la raíz de uno de los árboles se encontraban demasiados animales como si estuvieran protegiendo algo o alguien, se acercó hasta el lugar con mucho sigilo y vio que había una persona con cabello desordenado color azabache sentado de piernas cruzados en el césped comiendo diversas frutas que le habían traído los animales del lugar, conmovido con la escena comenzó a llorar en silencio, admirando a su pequeño ahijado, que parecía un adorable niño indefenso y tierno mientras comía y hablaba con los animales en medio de susurros, y que curiosamente parecían entenderse entre ellos, se veía totalmente inocente como si no tuviera ninguna carga, ningún pasado del que lamentarse, como si no tuviera problemas, se veía relajado y principalmente tranquilo como si estuviera en paz, Sirius quería dejarlo ahí para siempre protegerlo de todo lo malo que le había pasado meterlo en una esfera de cristal para que nadie lo vuelta a tocar pero lamentablemente no podía hacer nada eso, así que lentamente se fue agachando hasta estar a la altura de su cachorro y se sentó cruzado de piernas frente a él.

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