Capítulo 12
- Vale, está bien – suspiro - aquí voy, como bien dijo May, yo la ayude a hacer el hechizo sobre los collares, pero para ese entonces yo ya me había colocado mi collar, por eso no desapareció, cuando Samay ingresó a la casa logré derivar a los dos que tenía al frente cuando me disponía a ingresar a la casa escuché un grito, traté de abrir la puerta, pero lamentablemente no pude y cuando giré habían 5 personas rodeándome, todas ellas se pusieron a atacarme, pero uno de ellos se dio cuenta que los hechizos no me estaban afectando, así que de su bolsillo trasero sacó un arma y me disparó, escuché dos disparos más antes de caer desmayado mientras caía alguien me sujetó por detrás y puso un pañuelo con cloroformo en la nariz y la boca. Cuando desperté me encontraba en un medio de una cueva rodeado por una pequeña Laguna, en el momento que traté de levantarme, el dolor que sentía era insoportable, no podía ni pararme, con mucho esfuerzo me logré sentar y me di cuenta de que tenía tres balas, una en el hombro, en el estómago y otra en la pierna, ni si ni siquiera se habían dignado en curarme, se habían llevado mi varita. Felizmente aún conservaba mi collar, entonces con mis propios dedos comencé a sacar las balas, dolió como el infierno, pero valió la pena, con ayuda de mi collar y mi anillo comencé a curar las heridas. No tenía ni puta idea de cómo salir de ahí ya que no había ni un bote, todo era agua, agua verdosa que no se veía saludable.
Pero de una u otra manera tenía que salir de ese lugar, así que me dispuse a nadar, en un principio se me hizo absurdo que me hayan dejado ahí y encima con vida, pero apenas puse un pie en el agua, cobró sentido el porque me dejaron ahí, miles de inferi comenzaron a salir de la Laguna querían arrastrarme hacia el fondo, parecía que estaban esperando que yo comenzara a caminar, no sabía qué hacer, así que me dispuse a regresar al centro del trozo de tierra en el que estaba, aunque no sirvió de nada ya que los inferi comenzaron a trepar, cada vez se acercaban más y yo estaba desesperado porque no sabía qué hacer, así que me concentre todo los que pude y comencé a canalizar toda mi magia en el collar. El collar, lo que hizo para protegerme fue propagar por todo el lugar fuego maldito, para ese punto yo estaba a nada de volverme un squib, ya que toda mi magia estaba canalizada en el collar, una vez que los inferi fueron destruidos me puse a nadar lentamente hasta salir de la cueva, pensé que iba a morir en medio del camino, pero a duras penas llegue hasta el borde y caí desmayado, el dolor de las heridas, la sangre perdida más el desgaste mágico me dejó agotado todo el cuerpo, desperté después de lo que parecieron horas y me puse a caminar, camine lo más lejos de la cueva posible hasta que llegue a una pequeña cabaña abandonada cerca de un bosque me metí dentro y volví a caer desmayado, estuve desmayado por días, ya que cuando me levante me sentía desorientado, no sabía dónde estaba y ni qué hacía ahí y bueno la suerte nunca estuvo de mi lado, ya que parece que Dumbledore había colocado una alarma en la entrada de la cueva para ver si yo lograba salir, así que apenas desperté un grupo de 5 personas se aparecieron en la puerta de la cabaña, entre ellos se encontraba Dumbledore, todos ellos como los cobardes que son comenzaron a lanzar mellizos, como yo estaba débil y el collar había gastado demasiada energía, no podía protegerme de todo, así que caí en la inconciencia por tercera vez, cuando me levante me di cuenta que me encontraba en una celda por un momento pensé que estaba en Azkaban, pero lamentablemente no fue así, estaba dentro de uno de los calabozos de la mansión Longbotton, aunque claro eso lo supe después, cuando logre salir de ahí ya estaba recuperado al 50% ya que gaste casi toda mi energía vital y mágica cuando me libere de los inferi, estaba consciente que me iba a tomar bastante tiempo recuperarme al 100% ya que no contaba con mi varita y me encontraba completamente solo, todos creían que yo estaba muerto porque Voldemort me había matado, así que pase aproximada 5 años y medio encerrado en ese calabozo, recibiendo agua y comida necesaria para no morir de inanición, me deshidrate, baje de peso, me trataban como un preso de Azkaban, podría haber escapado varios años antes pero necesitaba restablecer mi núcleo mágico.
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Red de Mentiras
Fantasy¿Que pensarías si de un momento a otro te enteras que todo lo que sabes de tu vida simplemente es una red que está tejida a base de mentiras? ¿Que todo lo que creías resulta ser una completa farsa? ¿Que los buenos resulten ser los malos y entonces l...