Capítulo veintinueve.

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Entreabrí los ojos y caí en que me había quedado dormida con mi cabeza apoyada en el pecho de Tom, y sus brazos abrazándome.

Levanté la cabeza. Ahora, el golpe que se había dado en la cabeza era de un color morado claro. Sonreí levemente.

Estaba con él. Otra vez.

"Buenos días" escuché.

Giré mi cabeza en la dirección en la que la voz había sonado, encontrándome con Jake sentado en una silla blanca que parecía incómoda.
El
"Vete de aquí" dije volviendo a colocar mi cabeza en el pecho de Tom, que seguía dormido.

"Sólo quiero aclararte un par de cosas" respondió mientras escuché cómo se levantaba de la silla y sus pasos se acercaban.

Mi pulso empezaba a acelerarse.

"Creo que todo está demasiado claro" susurré, abrazándome un poco más fuerte a él, con miedo a despertarle.

Noté cómo apoyaba su mano en mi hombro, y sólo pude dar un respingo.

"Te ha dicho que te vayas" dijo Tom, que aún tenía los ojos cerrados, con una voz tan tranquila que asustaba.
Levanté la cabeza hacia él, y aún parecía que estaba dormido.

"¿Me vas a obligar?" Preguntó Jake con un deje de burla.

"Créeme que lo haría, pero ahora mismo estoy muy a gusto, y no me apetece levantarme" contestó divertido mientras abría levemente los ojos. "Espero que puedas entenderlo" añadió elevando levemente la comisura de su boca.

"Sí, claro que lo entiendo. Es normal, tiene unos labios muy apetecibles" dijo Jake siguiéndole el juego.

Un escalofrío me recorrió la espalda por el descaro de sus palabras.

Yo, aún apoyada en el pecho de Tom, noté cómo intentaba incorporarse con dificultad. Él aún tenía la costilla rota, pero parecía que no se acordaba.
Jake estaba tratando de provocarle y lo estaba consiguiendo.

"¿Qué acabas de decir?" Escuché que preguntaba Tom entredientes.

Aparté la cara de su pecho, mirando hacia arriba, a su rostro. Sus cejas fruncidas y el gesto de desconcierto. Entonces reparé en que tanto él como yo estábamos ya sentados en la cama.

"Ya lo sabes. Creo que mejor que yo. Quiero decir, tú la has besado más veces, ¿no?" Continuó Jake.

"Jake, basta" dije mirándolo desafiante mientras mis manos se posaban ligeramente en el pecho de Tom, intentando que de algún modo se volviera a recostar.

"No, no sé qué quieres decir con eso de que yo la he besado más veces" contestó Tom.

Ninguno de los dos reparaba en mi existencia. Ninguno de los dos me miraba. Era una especie de espectro.

"Tu novia no te cuenta mucho, ¿verdad?" Siguió retando.

Sí, era cierto. Tom no sabía lo del beso de fin de año. Ni si quiera creo que supiera quién era Jake y por qué nos conocíamos. Pero por dos razones; primero, porque Tom y yo no éramos nada en aquel entonces y no tenía sentido abrir un cajón de mierda inexistente, y segundo, porque sí, sentí algo con aquel beso porque no soy de hierro. Pero a pesar de eso, no significó nada para mí. Fue el beso más vacío que me habían dado nunca.

"¿Qué debería haberme contado?" Preguntó Tom, pero estaba vez su voz no se había proyectado tan fuerte como la vez anterior. Era como si la fueran apagando poco a poco a medida que la conversación avanzaba.

"Que nos besamos en nochevieja y que había química entre los dos, pero ya veo que no era así..." Susurró satisfecho. "Bueno, supongo que todas las chicas son iguales. Buscan algo para entretenerse en un momento aburrido y luego dicen que ellas no están interesadas en ti en realidad" añadió.

Sus palabras fueron como una jarra de agua fría cargada de rabia. Cómo podía ser tan cínico e hipócrita.

"¿Pero de qué demonios estás hablando?" Pregunté enfadada.

"Ni se te ocurra volver a hablar de ella así" dijo Tom cargando cada palabra con su marcado acento.

"Estoy aquí, ¿vale?" Grité enfadada, consiguiendo la atención de los dos esta vez. "¿Podríais dejar de actuar como si no lo estuviera?"

Un silencio se creó, pero fue interrumpido rápidamente.

"¿Se puede saber qué está pasando?" Dijo India, la enfermera que hace horas me había traído hasta aquí, entrando en la habitación acompañada de mi padre, que venía con su ceño fruncido.

"Jake, fuera de aquí, ya has hecho suficiente" dijo mi padre cuando reparó en su presencia.

El chico hizo caso y rápidamente salió de allí. Agradecí mentalmente que todo eso no hubiera pasado a mayores y suspiré aliviada.

"Te dejo aquí, porque cuando vengo a buscarte os encuentro dormidos y pienso que no hace falta separaros porque vais a estar tranquilos, y al volver me encuentro con esto" dijo India molesta.
La entendía, había confiado en mí y yo la había defraudado.

"Lo siento" susurré. Y me corregí mentalmente, yo no era la que tenía que pedir perdón.

"No, lo siento yo. No debí entrar en su juego. Lo siento" dijo Tom mirándome intensamente. Pero intensamente en una forma extraña.
¿Por qué me estaba mirando así?

Inevitablemente, le devolví la mirada.

Pasaron algunos segundos, y una mano extendida apareció en el borde de mi campo de visión.

Tom y yo giramos la cabeza en su dirección, encontrándonos con mi padre, mirándole de forma tranquila y extendiendo su mano hacia el chico que me gustaba. Porque él era el único.

"No debería haberle dejado subir. ¿Qué tal estás, chico?" Dijo mi padre.
Un sentimiento de asombro me llenó por completo.

Tom colocó una mano en su costado malo, y con la otra agarró su mano, devolviéndole el saludo firme y rápidamente.

"He estado mejor, pero estoy con Lucy, así que bien" contestó.

Me sonrojé.

Y mi padre sonrió. Estaba sonriendo.

"Cuídala. Todo esto ha sido un accidente, eso lo sé. Pero cuídala" dijo mi padre tranquilamente, colocando una mano en el hombro de Tom.

Mi respiración se aceleró, y muchas ideas empezaron a aparecer en mi cabeza.
¿Eso significaba que Tom y yo podíamos estar juntos?

Seven years | Tom OdellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora