Capítulo 19|Recuperación.

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POV Vesta.

Negué al recordar que no le había puesto el sello de nuevo. Ahora su energía misma nos apartaba a todos hacia atrás.

Quise avanzar pero el aire me lo detuvo.

—Dalai tienes que calmarte —pedí—. ¡Los encontraremos!

—Si, porque los tengo.

Salimos corriendo hacia fuera mirando el cielo. Udita estaba flotando con su elemento aire con una sonrisa. Apreté mis labios cuando vi sus manos algo manchadas de sangre.

—¡¿Qué les has hecho?!

—Simplemente quiero llevar los cuerpos a mi lado de dimensión —parpadeó repetitivamente—. Vengo por lo que me pertenece.

Fruncí el ceño al sentir una energía poco conocida incluso en mi interior. Estaba sintiendo toda la rabia de Dalai.

—Ellos no son tuyos —siseó al asecho.

Concentré mi energía para ponerle el sello pero antes me empujó con su aire hacia atrás, haciéndome caer.

—¡Vesta! —me llamó Ewan—. No hagas eso.

—No les dije una parte muy buena —comentó enrollando sus manos en fuego, igual que yo hace un instante—. Los cuerpos más compatibles para trasladar las almas que quiero a ellos son los que han tenido contacto con energía poderosa —sonrió—. Estos humanos y otras personas son perfectos para eso.

Los quería para eso...

Su vista se posó en Ewan y Sophia.

—Ustedes no son la excepción.

Pero... no...

Fue a por la dimensión porque todos ellos han tenido contacto con nosotros.

Sophia me levantó y chisté enojada.

Todos los fragmentos también eran parte de su plan. Los quería erradicar, y al mismo tiempo utilizar sus cuerpos. Era como matar dos pájaros de un solo tiro.

Los fragmentos habían sido creados gracias a un elemento especial que había creado todas las variaciones de dotados: la sangre de los reyes pasados.

Nunca estuvo en ningún registro, era el mayor secreto mejor guardado de dos hermanos pelirrojos. En algún punto habían conseguido sangre de nuestros padres y de ahí, crearon la sustancia que inyectaban a cualquiera, el afortunado con células compatibles, se convertía en un fragmento; mientras que el que no, moría.

Los fragmentos, todos ellos... tenían relación con la energía elemental.

—En los que no es muuuuy tardado pero a la larga...

Udita esquivó el ataque sorpresa de Dalai. Había canalizado su energía de aire creando una ilusión de daga.

El cielo comenzó a nublarse y tragué saliva ante la escena. Él ya no estaba controlándose más.

—Regrésame a mis abuelos.

Udita formó picos de tierra con una sonrisa en sus labios.

—Ven a por ellos.

Fuego, aire, tierra... Había usado todos los elementos menos uno.

Ewan desenvainó su espada pero antes de que avanzara para lanzarla, lo detuve.

—Sophia, quédate aquí y por favor procura que no le pase nada a Dalai —pedí y ella ladeó la cabeza.

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