†Día 05†

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Carta.

Christopher no sabía que más hacer el quinto día, estaba en conflicto consigo mismo. Estaba tan harto de toda la situación, no sabía qué podía hacer está vez para ganar el amor de su mejor amiga. Aunque ella ya lo había besado, él necesitaba demostrarle más, necesitaba darle más.

Ahora se encontraba frente a Megan quien estaba igual que él, harta.

Ambos no sabían que hacer, inclusive habían tirado ideas; pero o eran imposibles o muy simples. Nada convencía a Christopher y su mal genio.

—¡Ya sé!—exclama ella de pronto.

Christopher la observa como queriendo saber que se le había ocurrido.

—Escribe una carta—sugiere Megan.

Christopher bufa oyendo las palabras de su amiga, Christopher quería darle algo extraordinario, algo hermoso, algo que rebase los limites de todo lo que le había dado hasta el momento; no algo tan simple y ordinario como una carta.

—¿Crees que tengo diez años? ¡Megan, no jodas!—exclama el castaño, Megan se da un facepalm.

—¿Te estás oyendo?. Vélez, las cartas no solo son de niños con diez años —le dice Megan.

Christopher bufa negando con la cabeza, ¿Cómo que le escribiría una carta? ¿En qué cabeza cabía eso?.

—No le haré una carta, ella merece más que eso—responde el castaño mientras sigue negando con la cabeza.

—¿Merece más?. Las palabras valen más que otra cosa, es más, ayer le escribí una carta a mi novia; me beso y me abrazo, también pasaron más cosas que no son aptas para ti—dice ella bufando.

—Tu lo dijiste, tu novia, no la compares con mi _______, porque ambas son muy diferentes—dice el castaño, Megan resopla.

—¿Tu ________?. A este paso será del pueblo y para el pueblo. Deja de hacerte el idiota, Vélez, escribe una tonta carta para ella y dasela, no es algo de otro mundo—dice nuevamente ella.

—¿En serio sigues insistiendo?, no lo haré —dice el castaño suspirando sonoramente para dejarse caer sobre el sofá.

—¡Bien! ¡Entonces me voy!—exclama Megan tomando su cartera que estaba sobre el sofá.

Christopher la observa con la ceja arqueada, la chica se coloca los zapatos y cuando está a punto de tomar sus llaves, Christopher le habla.

—Megan...—dice Christopher.

—¡No quiero oírte Vélez! ¡No me vuelvas a pedir ayuda!—exclama la mujer mientras camina hacia la puerta.

—Meg...—.

—¡Cállate, Vélez!—vuelve a decir ella, Christopher ríe al ver lo dramática que era su amiga.

Ella abre la puerta y Christopher vuelve a llamarla.

—¡Megan!—exclama él.

—¿¡Qué!?—pregunta ella exaltada.

—Esta es tu casa—dice el para explotar en una carcajada.

—Ah, en ese caso...—la chica no cierra la puerta, pero se hace a un lado; dejándola abierta. —Vete y no vuelvas a dirigirme la palabra—dice decidida.

—Vale, le haré una fucking carta si es que así lo quieres. No sé cómo se hace eso, pero lo intentaré—dice el castaño resoplando, Megan cierra la puerta tras de sí para caminar nuevamente hacia el castaño.

—Es fácil, puedo ayudarte, te volveré en el próximo Pablo Picasso—dice Megan demasiado emocionada.

—¿Qué ese no pintaba obras de arte?—pregunta Christopher.

—¿Y acaso no es eso lo que haremos?—pregunta Megan.

(***)

Por la tarde _______ se encontraba en el instituto, ahí estaba ella en frente de su casillero a punto de abrirlo, mientras Vélez estaba a unos metros atrás de ella como vil acosador. La chica lo abre y una oja suelta cae al suelo.

Ella observa a su alrededor, pero no hay nadie cerca, no dice nada para mirar la nota.

Remitente: Christopher Vélez.

La abre y observa todas las letras que habían ahí, comienza a leerla en silencio, tratando de que nadie se dé cuenta de ello.

¿Recuerdas el día en que te conocí?.
¿Recuerdas a la pequeña niña de ojos llorosos que venía gritando desde seis cuadras porque un extraño había roto su paleta y yo me ofrecí a comprarle otra paleta?.

Vale, me he enamorado de esa niña desde la primera vez que la vi; tu pensaste que yo era guapo y me lo dijiste, algo en mi me dijo que tú y yo en un futuro ibamos terminar juntos, tal vez el sueño de ese pequeño se cumpla algún día, tal vez algún día ese pequeño podrá decir: me case con el amor de mi vida.

Esto es tan cliché, ¿pero qué te digo?. Me traes jodidamente loco, estoy malditamente enamorado de ti y podría decirte que soy capaz de gastar mis hermosos dedos en una carta como esta.

Hablemos de mis sentimientos... ¿Sabes cómo me alboroto al hablar contigo? ¿Sabes cómo de nervioso me pone estar contigo a solas? ¿Sabes lo que hago cuando te me acercas?. Probablemente no sepas la respuesta de ninguna de esas preguntas, pero con decirte que me alboroto cuando te veo ya lo explico todo.

Tal vez al ver esto dirás, "¿Una carta? ¡Ugh! ¡Que simple!" o sino, "¿Una carta? ¡Dios, es jodidamente romántico!".

Pero sea cual sea tu respuesta no importa, eso no cambiará lo que siento por ti, mucho menos definirá nada, es una carta para demostrarte lo mucho que me gustas, nada más.

Sabes que no soy bueno con las palabras, y normalmente soy un tonto a la hora de escribir algo, pero me estoy esforzando para que tú veas la mejor parte de mi.

Y antes de que tires esto a la basura o lo guardes para toda la vida, quiero decirte que te amo sin importar qué. Eres la chica de mi vida, _______, y no me importa que el mundo se entere de eso, no quiero ocultar mis sentimientos porque tú y yo seremos algo que muchos desearan ser alguna vez.

Te amo...

Posdata: ¡Hoy es el quinto día!

La morena ríe al leer lo último de la carta, no podía evitarlo, no podía ver a su mejor amigo escribir más de dos líneas sin quejarse. Porque Christopher era extremadamente flojo a la hora de hacer algo que tenga que ver con la lectura o escritura, siendo muy opuesto a ella.

—¿Hay algo que cause gracia?—la voz de su mejor amigo se hace presente tras del casillero, ella cierra su casillero para observar al chico que tiene una sonrisa triunfante en el rostro.

—Tú, ¿Desde cuándo eres un romántico empedernido?—pregunta la chica con una ceja arqueada.

—No lo sé, tal vez es una parte de mi que nadie tiene el lujo de ver—responde encogiendose de hombros.

—¿Hoy es el quinto día?—pregunta la chica, Christopher asiente con la cabeza.

—Aún no sé que haré mañana, pero estoy seguro de que te va a gustar—dice él.

—¡Dios! ¡He ganado la lotería contigo!—exclama la chica mordiendo su labio inferior.

Christopher se encoje de hombros mientras le dedica una sonrisa. En su cabeza resonaba la palabra «Quinto día»...

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⏰ Última actualización: Sep 04, 2021 ⏰

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7 Días ||C.V. Y TÚ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora