Primera cita.
Christopher estaba feliz, había avanzado demasiado; no había logrado un segundo beso, pero al menos logro que ella le halagara.
Christopher sostenía su cabeza con una de sus manos mientras su madre intentaba descifrar que pasaba por su mente. El estaba preocupado, no sabia que mas hacer, Megan no contestaba las llamadas y el no quería molestarla; puesto que podría estar con su novia.
─¿Que te pasa hijo?─pregunta la señora Yenny observando a su hijo.
─Nada, solo...─suspira sin terminar de decir lo que iba a decir.
─¿Estas así por una chica? Tal vez... ¿______?─pregunta nuevamente.
La señora Yenny tenia aquel don de leer fácilmente las expresiones faciales de sus hijos.
─Si─confiesa, soltando otro suspiro dramático.
─¿Por que, cielo?─ella acaricia el rostro de su hijo con delicadeza.
─Le pedí que me diera siete días─murmura el castaño.
─¿Siete días? ¿Para que, mi amor?.
─Para enamorarla, le compre flores, le di una serenata y adopte una mascota por ella─su madre sonríe.
─¿Tu no decías que las mujeres debían venir a ti por sí solas?—pregunta su madre arqueando una ceja.
Christopher bufa al oír como pensaba antes, como un completo idiota.
—A ella en verdad la quiero.
—¿Qué harás cuando sea tu novia? ¿Dejaras de consentirla?—pregunta su madre curiosa.
—No, claro que no. Estaré pegado a ella como un chicle, me costará volverla mi novia, así que cuando seamos pareja voy a amarla y demostrarle mi amor todos los días—es lo que dice.
Yenny ríe.
—Siempre imaginé que el primero en conseguir novia sería tu hermano.
—¿Jonathan? Yo lo veo soltero hasta los cincuenta—dice con diversión.
—Ay cariño, no digas eso—dijo la mujer riendo. —¿Por qué estabas tan preocupado hace un momento?—pregunta mirando a su hijo.
—No sé qué hacer hoy, mi mente está en blanco—suspira.
—¿Y... Ya ya invitaste a salir?.
—¿Salir?.
—Una cita, la primera cita, hijo—menciona la mujer.
—Aún no—dijo el castaño frunciendo el ceño.
—¿Pues qué esperas? ¡Márcale!—su madre lo anima dedicándole una sonrisa.
Christopher sin vacilar saca el celular de su bolsillo, busca el número de la pelinegra entre sus contactos y le llama.
Uno, dos, tres tonos y luego por fin contesta.
—¿Chris?—pregunta ella del otro lado de la línea.
—¡Cielo! Oye, me puse a pensar y... Bella dama ¿Podría concederle una cita a este noble caballero?—pregunta, __________ ríe ante sus ocurrencias.
—Tú solo dime dónde y yo ahí estaré.
—Uy, ¿se puede en mi habitación, ahora?—pregunta con diversión, la madre del castaño solo ríe al igual que la chica del otro lado de la linea.
—Chris, ¿Cómo es posible que tú me hayas dado cosas hermosas en tres días?—pregunta ella con diversión.
—Ya, hablando en serio, te pasaré a buscar en la noche, a las ocho más o menos—dijo el castaño.
—Vale, estaré lista para esa hora, no te tardes—el chico sonríe.
—Claro que no tardaré—responde.
—Eso espero—dijo ella bufando.
(•••)
—Muy bien, pero creo que aquí faltan algunas rosas—dice Christopher.
Erick chilla y Joel ríe.
—¿Por quééééé?—alarga Erick lamentándose.
—¿Qué cosa?—pregunta Christopher.
—¿Por qué me obligas a querer golpearte?—pregunta y los chicos ríen.
—Se ofreció a pagarnos diez cajas de pizza, no te quejes o solo serán nueve—le reprende Richard.
—No es tan cruel—dice Joel.
—¿Eso crees?. Le mordió la oreja a Richard el otro día—dice Zabdiel.
—Ni siquiera le sangro—bufa Christopher.
—No pero creen que somos homosexuales, somos una oreo, según las porristas—dice Richard.
—Uy, oreo, ¿Y Joel y Erick que son?—pregunta Zabdiel divertido.
—Por favor no nos hagan ningún sh..—Richard interrumpe a Joel.
—Joerick.
—Hijo de tu...—murmura Erick.
—Chicos, sigamos, ya luego vemos quien es hombre y quien quiere un hombre—interrumpe el ecuatoriano.
(•••)
Respira Chris... esto no puede ser tan malo dice el castaño en sus adentros.
El estaba vestido de traje frente a la casa de la chica, el miedo lo carcomía... ¿Y si lo dejaba plantado?.
Golpea la puerta un par de veces y luego ésta se abre, al chico casi se le cae la mandíbula al suelo cuando vio a la chica que tenia frente a el.
______ estaba parada frente a el con un vestido rojo, éste se ajustaba a la perfección a su pequeño cuerpo, su escote de corazón remarcaba sus pequeños senos, el vestido le llegaba por la mitad del muslo. También tenia unos tacones de color rojo y un maquillaje casi natural.
—Estás... wow—murmura Christopher observando a la chica frente a el.
—¿Fea? ¿Normal? ¿Vulgar?—pregunta ella haciendo muecas, Christopher niega con la cabeza.
—Hermosa—termina de decir.
Ella se acerca a el y deja un beso en su mejilla.
—Gracias—dice ella.
—¿Sabias que el primer beso se da en la primera cita?—pregunta el castaño caminando al lado de su amiga.
—Sí, pero nosotros ya tuvimos nuestro primer beso—ella hace una mueca.
—Entonces supongo que ya podemos hacer el—.
—No, Vélez, no—lo interrumpe.
Christopher bufa.
—Al menos lo intente—dice el castaño con dramatismo en su voz.
(•••)
—Ay dios... esto es ¡Maravilloso!—exclama la pelinegra.
—Lo sé, los chicos y yo trabajamos duro para hacer todo esto—confiesa el chico.
Ambos se sientan en sus respectivos asientos mientras contemplan la luna que era reflejada gracias al agua de la playa.
Una cena romántica en la casa de playa del ecuatoriano, bajo la luz de la luna, donde solo las estrellas podían apreciar todo lo que sucedía.
—Vélez, nunca nadie me había hecho este tipo de detalles y no es que me fijara en ello, porque lo que importa está en el corazón y—.
—Dulzura, no digas nada, solo... disfrútalo—el castaño sonríe interrumpiéndola.
—¿Por qué te esfuerzas tanto?—pregunta la pelinegra.
—Porque de verdad lo vale, tu lo vales—Christopher toma la champagne y la sirve en ambas copas. —Cuarto día—dice con una sonrisa llevando la copa a sus labios.
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7 Días ||C.V. Y TÚ||
Fiksi Penggemar7D|❝Dame siete días para poder enamorarte❞ © Historia totalmente de mi autoría. © Queda prohibido cualquier tipo de copia o adaptación.