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Desde aquel día Roberto no dejaba de pensar en las palabras que Diego había mencionado, le molestaba el hecho estaba barriendo todas las malditas categorías posibles. Diego es un Omega, está hecho para ser malditamente sometido ante un Alfa como el; pero él no no lo ve por si mismo.

—"A la mierda eso...Eres un maldito Omega..." Pensaba Roberto mientras avanzaba por el pasillo con su rostro totalmente furioso. 

"Sométete a mi Alfa" "Muéstrame tu vientre" "Ábreme tus piernas" "Deja al descubierto tu cuello"

—¡Hey...Roberto!. Hablo en grito Javier a su lado retirando su camiseta.—¿Qué pasa...?, Te veías distraído.

—Cállate...Él malditamente apesta. Susurro lo ultimo en bajo mientras colocaba su camisa de botones.

—¿Huh...?¿Dijiste algo?. Vuelve a preguntar Javier volteando e verle.

—Diego, a veces tú hueles muy bien. Comenta Juan quien estaba a su lado de igual forma cambiándose.

—Uh, ¿En serio?. Responde Diego mirándole.

—Sí, a veces, haces que me dé hambre. Habla Juan acercándose hasta su hombro para oler inconscientemente. 

Todos los que estaban en vestidores miraron tal escena mientras que Diego con su mano le apartaba, Roberto no apartaba la vista de ellos.

—Juan...Estás muy cerca. Murmura en bajo pero logrando que Juan le entendiese para luego apartarse de el un poco y hablar. —Oh...Sí, lo siento. Se disculpa para luego seguir cambiándose.

—Te veré luego. Se despide Diego de Juan. —Nos vemos. Finaliza su conversación abotonando el ultimo botón de su camisa para luego volver a fijar su vista en su camisa para confirmar que ya estaba arreglado. Por su lado paso Roberto dando un fuerte empujón mientras exclamaba; —Sal de mi maldito camino.

Después de aquella maldición dentro del vestidor un compañero le regaño por ser tan grosero, detrás de el iba Javier quien se acerco hasta el tocando su hombro sin dejar de avanzar. —Hey Roberto, eso en verdad no fue...cool...Termino de hablar pero al ver el rostro furioso de Roberto su andar se detuvo mirándole desconcentrado el porque había actuado de esa forma.



Cada cierto mes, por pocos días...Diego suelta pesadas feromonas de Omega. Eso debe ser su celo. El siempre tiene un olor de Omega que lo rodea, pero aparentemente Roberto es el único que lo puede detectar. ¿Cómo demonios ha estado pasando sus celos?, si él viniera hacia Roberto con la cabeza agachada y le pidiera ayuda. Roberto podría mostrarle un poco de piedad.

—"No importa cuantos supresores tome...No hay manera de que no se sienta atraído por sus instintos." 

Él siempre termina nervioso cuando tiene su cuelo. El solo hecho de estar en la misma habitación que el hace que le enferme. Una vez Roberto intento hacerle el favor de ofrecerle ayuda.

—Hey, Omega perdedor de mierda. Tú apestas a Omega hoy incluso más de lo normal. Hablo Roberto detrás de el manteniendo distancia entre ambos.

Diego al escuchar sus palabras entro en pánico logrando que su rostro se tornara un poco pálido mientras sus ojos se abrían y volteaba a verle por encima de su hombro. —Lo...¡Lo siento!. Grito girando su rostro para intentar escapar de ahí lo más rápido posible. 

—¡Hey...No escapes maldición!. Grito Roberto detrás de el tomándole por la mochila pero se detuvo a oler cerca de el. —¿Huh? Espera, ¿Estás en celo?. Pregunto detrás de el y soltó una risa.—¡Jaa! ¡Jodidamente gracioso! ¡Tú un idiota, maldito perdedor en celo!.

—Hey, ¿Quieres que desahogue algo de ese vapor por ti?. Pregunto colocando su mano en el hombro de Diego mientras acercaba su rostro al de el con una sonrisa burlona.

Diego entro en pánico abriendo aun más sus ojos y le daba una manotada a este para luego sacar de su bolsillo unas pastillas y tragarlas rápidamente. —¿Qué demonios?. Murmuro Roberto mirándole desconcentrado.

—Qué demonios fue lo que tomaste?. Pregunto mirándole aun detrás de el. 

—Inhibidores de feromonas. Murmuro Diego mientras jadeaba un poco y volvía hablar; —Tomando estos, debería ser suficiente para reprimir mis feromonas hasta el punto de ser imperceptibles por Alfas...Incluso cuando este en celo pero, quizás tu nariz es más sensible...Está bien yo no...Voy a depender de ti, o de alguien más. Perdón por hacerte sentir incomodo. Finalizo para luego salir huyendo del salón dejando solo a Roberto.

"Maldito Diego rechazándome de esa manera..." Espera, ¿Inhibidores de feromonas? ¿No supresores?" Se preguntaba en su cabeza mientras sacaba su celular y buscaba en google.

Inhibidores de feromonas. Proporciona la máxima represión o supresión de las células productoras de feromonas Omegas en el medio ambiente. Sin embargo usarlas continuamente no es recomendable debido a su significativa interrupción de balance de hormonas. Los efectos secundarios incluyen mayor riesgo de infertilidad.

Tras leer aquello sus ojos se abrieron como platos mientras murmuraba maldiciones por lo que había leído. "¿Qué tipo de droga de mierda está consumiendo Diego?, no hay manera de que él siga tomándolos ahora"

「O M E G A」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora