En un mundo donde casarse por compromiso es bastante normal para mantener a las familias de renombre en lo más alto de la sociedad, un joven doncel que se encuentra en sus veintitantos años de edad se ve en la obligación de hacer lo mismo que dicta...
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- ¿Estás embarazada? - Vuelve a preguntar por décima vez esa noche un muy sorprendido Jin ZiXuan.
- Así es, A-Xuan - Le confirma YanLi, igual de paciente que siempre - Ahí tienes el ultrasonido - Señala, sin poder evitar rodar los ojos divertida.
- ¿Significa eso qué seré padre? - Se pregunta el mencionado, sin escucharle y llevándose una mano a la boca, como sí no pudiera creerlo aún.
- Si, amor. Lo seremos - Le responde su esposa, acariciando su vientre plano inconscientemente.
- ¿Seremos padres? - Inquiere, mirándola con ojos brillantes y la contraria coloca una mano sobre la suya, dándose cuenta de que estaba temblando.
- Lo seremos, cariño - Le dice dulcemente, apretando ligeramente su mano y escucha a su esposo suspirar, un suspiro que definitivamente no era de alivio - ¿Qué sucede, A-Xuan? - Le pregunta, tratando de no lucir preocupada.
Pero el Jin suelta su mano y se gira en la dirección contraria, hunde sus manos en su cabello y suelta un suspiro que hace temblar sus hombros visiblemente, YanLi de repente se sintió rechazada y buscó refugio en si misma al concretar en su cabeza que ZiXuan no les quiere.
- A-Li - Le llama, casi en un susurro y ella traga saliva - ¿Acaso yo... - Se interrumpe, relamiéndose los labios para disipar los nervios - ¿Acaso seré igual a él? - Finaliza con voz temblorosa.
Y ella al fin puede soltar la respiración que estaba conteniendo, alegrándose de una manera egoísta que sea eso lo que le preocupa al menor y no su situación actual de padres primerizos.
- Nunca serás igual a él - Le afirma y con gentileza toma su mejilla para hacer que la mire directamente - Estoy completamente segura de que serás un increíble padre y todo porque eres un mejor hombre - Asevera, muy seria y decidida a hacérselo entender por cualquier medio.
Jin ZiXuan no podría amarla más de lo que ya lo hace y está más que seguro de que, en efecto, lo hace.
- Sí tú estás segura de ello, yo también lo estoy - Le dice melosamente, tomando su mano para llevársela a sus labios y depositar un tierno beso en ella - Agradezco tenerte en mi vida y que me dieras tan hermoso regalo - Comenta con ironía y coloca suavemente su mano libre en el vientre plano de su esposa.
- Escucharte decir eso me quita un gran peso de encima, estaba extremadamente nerviosa por tu reacción - Confiesa la contraria, colocando su mano sobre la de su esposo y la calidez que siente no la cambiaría por nada en el mundo.
- ¿Desmayarme en medio de mi jardín con un montón de personas estiradas alrededor no te dio una pista de mi asombro? - Le cuestiona sarcásticamente, alzando una ceja en su dirección y sonríe por el rubor que se extiende por sus pálidas mejillas.
- Estaba preocupada por A-Cheng y no se me ocurrió otra cosa para llamar la atención, ¿Qué querías que pensara al verte tirado en el pasto? - Le reprocha con una expresión avergonzada.
