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-Necesito... Necesito pensar ¿Si?... -Lo miró dese su lugar en la entrada sintiendo como se le partía el corazón al ver a su novio de esa manera tan vulnerable, no quería hacerlo sentir mal, pero necesitaba tiempo, esto era muy fuerte para él.-

-A-amor... -Vió como Jungkook le daba una última mirada y salía de la casa cerrando la puerta detrás de si, contuvo los sollozos llevando sus manos a su vientre y cerrando los ojos, sin saber que esa podría ser la última vez que viera a su novio...-






[....]






Tras la salida de su pareja el peli-azul se quedó sentado en el suelo, con su espalda apoyada en el sofá y su rostro escondido entre sus piernas, soltando sollozos e hipodos que se podían oír por toda la sala, cualquier persona que lo viera se le partiría el corazón o iría de inmediato a darle un abrazo. Se veía tan frágil...

No sabía cuánto tiempo había estado en esa posición y tampoco le importaba mucho el como se encontraba, en estos momentos no tenía cabeza para nada más que la salida repentina de su novio y el rechazo de este al bebé que pronto iban a tener.

Desde hace unos días atrás había planteado en su cabecita todos los escenarios posibles, uno donde JungKook lo aceptaría, que era el más positivo, otro donde él solo le grite, quizá también golpearía algo y ya, pero ninguno de los que pudo imaginar era que su mayor saliera por esa puerta sin despedirse o siquiera voltear a verlo. Sinceramente muy en en el fondo tenía las esperanzas de que todo saliera a las mil maravillas, pero que equivocado estaba. Esto era la vida real y las cosas nunca salían como uno quería.

Pensaba una y otra vez en JungKook, en su hijo, en como serían las cosas de ahora en más, si seguirían juntos o se alejarían... Esa última idea le aterraba por completo, le agarraba un revoltijo en el estómago que le producían ganas de llorar, no veía una vida sin el castaño, habían sido demasiado años a su lado y perderlo de la nada... Simplemente no podía, no estaba listo para eso.

De tanto divagar por su mente no se dió cuenta cuando sus párpados comenzaron a pesarle y sus ojitos se fueron cerrando o cuando su llanto se detuvo, quedando rastros de este por sus rechonchas y sonrojadas mejillas o cuando terminó recostado completamente en el suelo, hecho una bolita, con sus manos alrededor de su abdomen abultado, cubriendo así su pancita de manera protectora.


















-Ya, cariño...~ shh... -El menor se encontraba meciendo a un pequeño bebé lloroso entre sus brazos.- Tranquilo, ¿Si?. Papi está contigo y nunca te dejará solito. -Habló en tono suave y tranquilo, mirando al pequeño, el cual tenía mucha similitud a él y a...- Jungkook... -Murmuró sonriendo en grande, mostrando sus dientitos tras ver a su novio aparecer en su campo de visón, acercándose a ellos.-

-Mi amor. -Sonrió colocándose tras el peli-azul, abrazándolo por la cintura y dejando su cabeza reposada en uno de sus hombros, alcanzando a ver de esa manera a su bebé, que de a poquito dejaba de llorar gracias a las palabras suaves y movimientos tranquilos de su menor.- Es tan precioso, al igual que tú. -Dejó un suave y tierno beso en su mejilla izquierda.-

- ¿Q-qué dices?.~ es igualito a ti. -Sonrió amplio, observando al pequeño entre sus brazos, quién de a poquito dejaba de llorar y removerse inquieto para finalmente dormirse entre los cálidos brazos de su padre.- Mira, tiene tu naricita y todo. -Suelta pequeñas risitas luego de haber dicho aquello.-

-No te puedo negar eso. -Rie leve observando al bebé ya dormido entre los brazos de su contrario.- Aunque se parezca a mi igual no lo quiero y nunca lo haré.

El menor pasó de estar entre los brazos de su amado novio a encontrarse completamente solo rodeado de una temerosa y fría oscuridad, solo siendo él iluminado por un pequeño foco. Dirigió su vista hacía sus brazos de inmediato al acordarse de su bebé notando que tampoco se encontraba junto a él.

Miró a todos lados asustado, tembloroso y sobre todo confundido cuando de repente Jungkook aparece en frente suyo, con su rostro a penas visible por la baja iluminación del lugar.

-Eres un estúpido, ¿Como creíste que te iba a aceptar?.

-P-pero Jungkookie... -Lo miró con asombro y dolor reflejado en sus bellos ojitos miel, por sus crueles palabras ya que hasta hace unos segundos estaba junto a él y su bebé tranquilamente, disfrutando de un buen momento en familia.-

-Jungkookie nada, me das asco, no puedo creer que te hayas dejado embarazar.

-Esto lo hicimos juntos... -Murmuró al borde del llanto.-

-No, esto es tu culpa, solo tuya. Métete eso la cabeza, ¿O es que para ni eso sirves?.

Pequeñas lágrimas comenzaron a descender por sus rechonchas y sonrojadas mejillas, era inevitable, las palabras de su novio le dolían demasiado, sentía como su pecho dolía al igual que su corazón.

-Amor, no me hagas esto, por favor... -Hipó bajito y comenzó a dar vueltas tratando de ubicar a JungKook ya que lo había perdido de vista de un momento a otro y nuevamente se encontraba rodeado de una completa y fría oscuridad.-

-Eres un cerdo. No pudiste hacer nada bien.

-N-no...

-No puedo creer que estuve junto a una persona como tú.

Cada vez la voz de JungKook se iban oyendo más lejana.

-Ojalá nunca te hubiera conocido.

-Kookie... -Se tiró al suelo, cubriendo su rostro con sus manos liberando todo su llanto.-

Finalmente las voces dejaron de oírse. Pero el daño ya estaba hecho, el pequeño Jimin se encontraba completamente destrozado y con el corazón partido en mil pedazos.


















Despertó agitado, con su frente sudorosa, sus mejillas con rastros de lágrimas y sus manitos temblorosas, aún impactado por el reciente sueño que se había tenía, se sintió tan real que hasta miedo le dió.

Suspiró tembloroso y se levantó del suelo, tenía todo su cuerpo adolorido, había dormido muy mal, sumado a eso también sentía una fuerte presión en su cabeza.

A paso lento se dirigió a la cocina para ir en busca de una pastilla para el dolor.

De un estante encima de la mesada sacó un pequeño frasco y de este una pastilla blanca, sirvió un poco de agua en un vaso y se llevó la pastilla a la boca, pasándola después con el agua, cerrando sus ojos en el acto.

Dejó el frasco donde antes y lavó el vaso, cuando estaba secando sus manos su vista inevitablemente fué a parar al reloj de la cocina. Eran las 11am JungKook ya debería estar en casa, aunque no sintió cuando llegó... Solo esperaba que las cosas no salieran como la noche anterior y esta vez pudiera hablar civilizadamente.

Con temor subió las escaleras para dirigirse a su habitación, entró con cuidado y miró a todos lados en busca de su mayor. Al no verlo revisó el baño de la habitación, pero allí tampoco estaba. Ahora se dirigió a su oficina, sintiendo un molesto nudo en su garganta.

Tras llegar abrió la puerta y asomó su cabecita.

-¿J-jungkook?... -Silencio, nada más que silencio. Allí tampoco estaba, solo le quedaba por revisar la habitación de invitados.-

Una vez estuvo parado frente a la puerta de madera que daba a la habitación de invitados, tomó aire varias veces y abrió la puerta por completo. Miró con desesperación toda la habitación y el llanto volvió a salir luego de unos segundos de búsqueda.

JungKook no estaba, no había llegado a casa y el menor comenzaba a temer que su sueño se hiciera realidad... Que su mayor se alejara de él definitivamente.











Bueno... Espero que les haya gustado esta pequeña actualización. 💖
Trataré de no dejar esta historia en el olvido y actualizar seguido.

Escucha Jeon -kookmin- [Mpreg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora