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Bueno, antes de empezar quería decirles que si este capítulo llega a resultarle aburrido o tedioso en un principio no deje de leerlo y quédese hasta el final ya que pasarán cosas importantes relacionado con la actitud de uno de los personajes principales y en parte para desarrollo de la historia. Gracias por su atención.
















Otro día comenzaba y un peli-azul ya se encontraba frente al retrete devolviendo todo lo que había comido la noche anterior. Al terminar tiró la cadena y se levantó, para ir hasta el lavado sosteniéndose de la pared, ya que se encontraba algo mareado, lavó sus dientes, rostro y salió del baño dirigiéndose a su habitación, para acostarse en su comida y tibia cama, tapándose hasta cabeza con las mantas.

-Ugh… duele mucho… -Murmuró sobando su pancita mientras cerraba sus ojos fuertemente y se hacía bolita.-

Hace dos días más o menos que estaba teniendo vómitos frecuentes, muchos mareos junto con un insoportable dolor de cabeza. Al parecer algo que comió le había caído mal, muy mal… Ya que toda la semana estuvo ingiriendo pura comida chatarra, como hamburguesa, pizza, helado, chocolates, pero no era su culpa, no lo hacía porque si, los antojos se les habían aumentado y por eso la razón de comer tanto y tan mal. Por suerte estaba Jungkook, quien no había ido a trabajar en todos estos días por quedarse en casa cuidándolo, el menor se lo agradecía y mucho, pero en parte no le gustaba que falta tanto a trabajar, puede llegar a pasar algo grave en la empresa y él no se encontraría allí, es el dueño y es importante que esté presente.

En ese momento entra Jungkook a la habitación con una bandeja de madera que adentro se encontraba una taza de té de manzanilla junto a unas galletas de agua, algo livianito para que el menor desayunara.

-Bebé, aquí está tu té.-Le habló con voz suave, sentándose en la orilla de la cama y apoyando la bandeja en su regazo- Esto te hará sentir mejo, lo prometo. -Coloca una de sus manos encima del gran bultito que había formado el menor bajo las mantas.-

-G-gracias, Kookie… -Habló aún cubierto, luego con lentitud fue descubriendo su cuerpo hasta las piernas y se sentó correctamente en la cama, apoyándose en el respaldar y tomando entre sus manos la bandeja con el desayuno que ofrecía su novio.-

-No es nada, mi amor. -Le sonrió dejando suaves caricias en su mejilla con el dorso de su mano.- Si necesitas algo más me avisas ¿Si?. -Observó como Jimin formaba un tierno piquito con sus labios al acercar la taza a estos y darle un sorbito al té.- Hoy tampoco iré a trabajar, me quedaré aquí cuidándote.

El menor al oírlo rápidamente miró en su dirección haciendo una leve negación con su cabeza mientras alejaba la taza de su rostro, ya que acababa de darle un sorbo al té.

-Nono… Ve, en la empresa te necesitan, no faltes por mi. -Colocó una de sus manitos encima de la suya viéndolo a los ojos.- Yo estaré bien, amor. Llamaré a Tae para que me haga compañía y en el caso de necesite ayuda se la pediré a él, estoy seguro que no tendrá problema en hacerlo. -Dió una pequeña sonrisa, su mejor amigo siempre lo consentía y apoyan en todo lo que necesitara, al igual que él.-

El castaño se quedó pensando un buen rato en la propuesta del menor hasta que finalmente aceptó rendido, dando un corto asentimiento de cabeza, la verdad era que hoy tenía una junta muy importante con empresarios del extranjero, pero estaba dispuesto a faltar por cuidar a su novio.

-Bien, pero no me iré hasta que llegue, Tae ¿Bueno? -Miró a su menor con una pequeña sonrisa dibujada en sus labios.-

-Está bien~ a penas termine mi té lo llamaré para ver si puede venir. -El castaño asintió y se levantó de la cama.-

Escucha Jeon -kookmin- [Mpreg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora