𝐅𝐨𝐫 𝐄𝐭𝐞𝐫𝐧𝐢𝐭𝐲, 𝗱𝗿𝗮𝗰𝗼 𝗺𝗮𝗹𝗳𝗼𝘆

𝐱𝐱𝐱𝐯𝐢𝐢.-𝐟𝐞𝐥𝐢𝐬

ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴛʀᴇɪɴᴛᴀ ʏ sɪᴇᴛᴇ

ᴘɪᴄ ᴅᴜ ᴍɪᴅɪ

Comencé a caminar hacia la sala común ya un poco tarde, debido a que ya todos habían salido del gran comedor.

Y yo me quede allí mirando a todos lados buscando si Draco había venido al comedor a cenar.

Pero no, no lo hizo, así que tome una manzana y una galleta, por si lo veía.

Alguien me jaló por detrás llevándome a un pasillo algo oscuro.

"Rose!, perdón por asustarte."

"¡Draco! Me asustaste!." Dije asustada respirando rápido.

"¿Qué traes allí?."

"Oh...no viniste a cenar, pensé que tendrías hambre...." mencioné avergonzada.

Y Draco sonrió, estaba siendo cuidado, procurado de la forma más pura qué pudiera existir, de la forma que más derretía lo que tenía dentro de él...

Su corazón.

Y amaba eso, por qué ella le demostraba amor, lo cuidaba y procuraba sin necesidad de pedir nada a cambio, solo um abrazo o una sonrisa podían hacer sentir feliz a Rose.

Pero Draco quería darle más...

Quería darle cada estrella..y si pudiera le daría la luna y cada flor que existiera en el mundo.

"Rose...quiero llevarte a un lugar."

"Pero ya es tarde...." murmuró mirando a todos lados. "Flint se dará cuenta."

"Nadie se dará cuenta, ven sígueme."

"¿A dónde iremos?"

Entramos a un salón vacío.

"Pic du midi."

"¿Pic du midi? ¿Qué hay allí?"

"Es un lugar..."

"Oh...nunca había escuchado de el."

"Es por que está en Francia." Sonrió. "Es un observatorio astronómico.."

"!¿De verdad!?" Preguntó emocionada. "Es decir... !¿De verdad?!"

Asentí riendo.

"Draco!! Eso es genial!." Sonrió mostrándome la sonrisa más cálida de todas.

"¿Quieres ir?!" Pregunté.

"Draco! Por supuesto que si! Es lo mejor..qué alguien a hecho por mi....en mucho tiempo."

"Solo te estoy regresando lo mucho qué has hecho por mi."

Sonrió. "Yo-"

"Ven vámonos." Tomé su mano. "Usare aparición asi que no sueltes mi mano."

"Nunca lo haría..."

ℰ

"¿Puedo decir algo y no te enojas..?"

"Depende, Draco." Sonreí.

"Me encantas."

No se que sentí, no sabía si sonreír o abrazarlo, solo sabía que esas dos palabras me habían hecho feliz.

"¿Por qué te sonrojas?" Preguntó riendo y tapé mi rostro de vergüenza.

"Tú me haces sonrojarme." Reí, tomando su mano de nuevo.