Shirabu Kenjiro

3K 153 17
                                    

El problema del club de porristas era que teníamos que entrenar en el campo, pero cuando el clima era como el de hoy, eso era imposible.

Antes de que las clases terminaran, nuestra capitana nos avisó que, como la lluvia no paraba, entrenariamos en el gimnasio de los chicos de voleibol. Al parecer ya había hablado con Ushijima para que nos cediera un pequeño espacio para practicar.

Salí lo más rápido que pude de mi salón de clases y acompañada de mi paraguas, me dirigí hasta el gimnasio. Aunque claro, mis pies no se salvaron de los charcos del camino.

—¿En serio te arriesgaste a venir en plena lluvia?— preguntó Shirabu.

Como era de esperarse, era el más puntual de todo el equipo y el único que ya se encontraba aquí.

—No vengo a verte a ti, ¿sí? Hoy vamos a entrenar aquí.— él se levantó del suelo, donde hace unos momentos se encontraba estirando.

—Uy, ¿eso significa que podré verte entrenar?

—Si. Y espero, por favor, que no te exites sólo de hacerlo. Seria una lástima no poder darte la atención que mereces.

—¿Y por qué no lo haces ahora?— sonrió y se acercó a besar mi labios. Rodeó por completo mi cintura y me presionó contra él.

—Oye, oye. Calma. Alguien puede venir— dije entre besos.

—No, ellos no vendrán en, por lo menos, los próximos 10 minutos. Tenemos un poco de tiempo.

—¡Los atrapé, par de loquillos!— dijo una burlona y muy conocida voz, haciéndo que nos separaramos.

Tendou acababa de entrar al gimnasio y se acercaba con una sonrisa de complicidad hacia nosotros.

Shirabu en ningún momento soltó mi cintura, pues aún con los chicos del equipo, le gustaba demostrar que era SU novia.

—Llegué en un buen momento, ¿no es así?

—Para nada.

—De hecho si, gracias.— contradije a mi enojado novio, riendo después de ver su expresión.

—Oh, de nada.

En ese momento, mis compañeras llegaron, al igual que el resto del equipo de voleibol.

—10 minutos, ¿Huh?— dije en el oído de Shirabu y me separé de él para ir con mi equipo.

Ambos comenzamos a estirar con nuestros respectivos compañeros, para luego comenzar con nuestro entrenamiento.

No sé concentraba, esa era la verdad.

Muchas veces escuché a Ushijima regañarlo por estar distraído. Y, no es por nada, pero era por verme a mi.

De repente también lo observaba, y en esas no tan recurrentes veces en que nuestras miradas se cruzaban, le mandaba besos o un guiño, logrando ponerlo nervioso.

Podía parecer alguien frío y serio, pero era muy fácil poner en aprietos.

    

(...)

   

El entrenamiento terminó, aunque, como teníamos que compartir, también teníamos que ayudar con la limpieza.

Como mi equipo no estaba acostumbrado a eso, y nadie quería quedarse, decidimos arreglarlo mediante un piedra, papel o tijeras, en el cual, por obras del destino, perdí.

—Quiero la revancha.

—Lo siento, querida. Pero un trato es un trato.— dijo la capitana mientras ponía su mano sobre mi hombro.

Dio la vuelta y se fue con el resto de mis compañeras.

Solté un suspiro pesado y me acerqué a los chicos.

—Y... ¿a quien ayudaré a limpiar?— pregunté dirigiéndome a su capitán. Él estaba por mencionar a los responsables del día de hoy, antes de que Tendou interrumpiera.

—De hecho, nos pareció curiosa su manera de decidir quién se quedaría, así que decidimos hacer lo mismo. Shirabu perdió.

—¿¡Hah!?

—Si, y Tendou perdió en la segunda ronda.

—¿¡Hah!?— ahora, el quejido fue por parte del pelirrojo.

—Bueno, no hay nada que pueda hacer al respecto.— me acerqué a los perdedores y tomé un brazo de cada uno —Dejen esto en nuestras manos.

Los del equipo de voleibol fueron en busca de sus pertenencias, desapareciendo de nuestra vista.

Le di instrucciones a cada uno de los chicos para terminar más rápido y pusimos manos a la obra.

Todo estaba saliendo bien, por lo menos hasta el momento de guardar la red.

—¡Osh! ¡Estupida red!

—Tendou, no insultes a la red.

—¡Pero ya se enredó!— negué y me acerqué a él para ayudarlo. Porque si, esa era mi intención.

—Bueno, veo que ya tienes eso controlado. Es hora de que me vaya, ya va a empezar mi programa favorito.

—Oye no, aún faltan... ¡Me las vas a pagar, Tendou!— grite cuando lo vi salir del gimnasio.

Al estar vacío, fue fácil escuchar la pequeña risa que soltó Shirabu.

—Yo te ayudo.— se acercó a mi y entre los dos doblamos la red. Luego, nos dirigimos a dejarla en el almacén.

—¿Dónde va?

—En esa repisa— la señaló.

—¿Estás seguro? ¿Lo que querrás no será verme el trasero?

—Eso puedo hacerlo incluso sin hacerte subir ahí.

—Ah, ¿o sea que si miras mi trasero?

—Me gusta, ¿sabes?— dijo tomando mi cintura. Me acercó a él y me besó. Solté la red.

—Kenji~ tenemos que irnos.— dije entre besos.

—Demasiado tarde.— tomó mi pierna y la subió hasta su cintura, pegándome más a él; podía sentir su erección.

—¿Chicos, están a...? ¡Oigan! ¡Hagan eso en su casa!

—Creí que ya te habías ido— dijo Shirabu con un claro tono de molestia.

—Olvidé que yo traía la llave para cerrar.

—Bien, entonces cierra, y vámonos.— dije saliendo soltandome del agarre de Shirabu, y saliendo del almacén.

Pobrecillo, se quedó con ganas.










































■●■●■●■●■●

Pedido para OyukiAiko perdón, y mil veces perdón por haber tardado tanto, pero espero que te haya gustado 🥺👉👈

Haikyuu - One Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora