Haikyuu - One Shots

Kenma Kozume

—Otra vez nos están mirando— le dije en un susurro a Kenma mientras apartaba la vista del PSP.

Esta era una escena muy común después de clases, ambos sentados en algún lugar de la escuela jugando una partida de Monster Hunter.

—Mejor concéntrate o te... van a matar.— terminó con algo de fastidio.

—¡Oops!— dije mirando el mensaje de misión fallida en mi pantalla.

Podía ser muy buena en los videojuegos, pero, Monster Hunter era mi punto débil. Siempre le daba problemas a Kenma en el.

—Creo que lo tendré que hacer solo.

—¡Lo siento!

—Ya ni modo, vámonos.— tomó su mochila y comenzó a caminar, sin apartar claro, su vista del aparato.

Kenma y yo nos conocemos desde pequeños; él, de hecho, fue quien me introdujo al mundo de los videojuegos y me hizo adicta a ellos.

Incluso en la escuela, nos conocían como "la pareja de gemelos" nuestras actitudes eran muy parecidas, basicamente en todo eramos iguales, a excepción claro, de la apariencia y los padres. Pero por el resto, nos conocían así.

El camino de regreso a casa era silencioso. Cada uno se centraba en su aparato jugando algo diferente; así hasta llegar a la casa de Kenma, que quedaba antes que la mía.

—Nos vemos mañana.— dije antes de continuar caminando, pero su voz me detuvo.

—¿No quieres venir a jugar?— me preguntó sin apartar la vista del PSP.

—Tenemos tarea.

—La hacemos después de un par de partidas.

—Uhm... okay, pero hay que jugar Soul Calibur.

—Si, está bien.— dio vuelta sobre sus pies para comenzar a caminar hasta su casa.

Entramos y nos quitamos los zapatos, para después de avisarle sobre su llegada a su mamá, nos dirigeramos a su cuarto.

Una vez en este, apagó su consola y fue a prender la otra, mientras yo acomodaba una cobija y almohadas en el suelo frente a la tele para poder sentarnos frente a esta.

Y no. No fueron solo "un par" de partidas. El tiempo se nos fue totalmente, hasta que llegó la hora de la cena, y eso, nos dimos cuenta pues su madre fue a dejarnosla hasta el cuarto.

Paramos para poder cenar mientras repasabamos  nuestros apuntes de esta mañana para poder hacer la tarea después, porque si, aunque se nos haya ido la tarde, haríamos tarea.

Más tarde, después de cenar y hacer nuestra tarea, me fui a mi casa. Me preparé para ir a dormir y mis sueños me jugaron una mala broma.

Bueno, no TAN mala broma, pero, era algo que quería olvidar.

Kenma me gusta.

Pero, es mi amigo, desde que somos niños. No puedo sólo llegar y decirle "Oye, me gustas. Seamos novios." Y si, ese fue mi sueño. La "broma" del sueño, fue que me dijo que yo también le gustaba. Ahí fue cuando desperté debido a la alarma.

Tomé mi celular y le mandé un mensaje a Kuro, pidiéndole verlo a la hora del almuerzo, pues, quizá tendría un buen consejo que darme.

      

(...)

   

—Pues díselo.

—¡¿Hah!? ¿Bromeas?