Anya y Clarke

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Me acurruque más contra las pieles a mi alrededor, relajada en la tienda que pertenecía a Indra, haciendo que recuerde mi infancia y el tiempo que estuve con la mujer en este lugar.

Me enderecé sin muchas ganas de levantarme, pero al ver que era por el atardecer, decidí que ya estuve demasiado tiempo aquí, a pesar de que le había prometido a Indra quedarme por la noche.

Mis ojos escanearon el lugar y note que no estaba Indra, fruncí el ceño y termine de bajarme de la cama improvisada. Me coloqué mi ropa y salí de allí.

Note que había menos guerreros en el lugar, sin dejar que el ceño fruncido desapareciera de mi cara, camine por Tondc llamando la atención de los que vivían allí y ellos bajaron la cabeza en señal de respeto y sumisión.

—¿Ya te vas? Loba de Wanheda— pregunto respetuosamente un guerrero

—Si, ¿Dónde esta Indra? — pregunte

—Se fue con un grupo de guerreros. Los Reaper secuestraron a un grupo de nuestra gente— informo el guardia

—¿Por qué no me despertaron? — pregunte con enojo

—Indra lo intento, pero no despertabas— dijo el guerrero bajando la vista al suelo

Entrecerré los ojos y mire hacia la salida de Tondc, ¿Sigo sin recuperarme del todo? Suspire y aparte ese pensamiento. Sin decir nada más, me fui y salte con agilidad hacia la rama de un árbol.

Cerré los ojos concentrándome con los ruidos de la zona y también busqué el aroma de Indra. Cuando lo localice también escuche ruidos de peleas. Un gruñido se formo en de mi boca, rápidamente me puse la capucha y salte por los árboles con rapidez para llegar al lugar.

Cuando llegué me detuve en uno de los arboles para ver a Indra caer al suelo por un golpe de un Reaper, estaba por volver atacarla, pero para mi sorpresa Octavia la salvo.

Sin embargo, otro Reaper estaba por atacar a la chica por la espalda, sin pensarlo salte hacia él y lo derribe. Me senté a horcajadas y puse mis manos sobre su cuello y con un fácil movimiento de mis manos, rompí el hueso de esa zona.

—Chica de cabello castaño y ojos azules— dijo Octavia mirándome con asombro

—Soy Ikii, Octavia de la gente cielo— dije mirando a sus ojos, ella rápidamente fue corriendo hacia los que habían sido prisioneros.

Mis ojos se posaron en los de Indra, quien me miro con atención y levante una ceja, antes de sonreírle con arrogancia —Te salvo—

—Cállate— dijo Indra levantándose y extendiendo una mano para ayudarme a levantarme. Cosa que acepte y me levanto sin problemas.

—¡¿Dónde está Lincoln?! — grito Octavia al ver que ninguno de los prisioneros era el que estaba buscando.

Fruncí el ceño por eso y mire a Indra con atención esperando una respuesta de su parte, cuando un ardor en la zona de mi unión volvió a molestar y provoco que respirara hondo, cuando lo hice mis ojos se abrieron al captar su aroma y el de Clarke, lo cual también por alguna razón me tranquilizo.

Sabía que Indra estaba ocupada por lo que estaba pasando por aquí, por lo que me moví sin decir nada e ignorando los llamados de la mujer, salte con agilidad por las ramas y en el aire me transforme en el lobo, dejando que el hueso se apoderaba de mi cuerpo y cambiara.

—Anya sigues sangrando— dijo Clarke preocupada —Al menos déjame vendarte, antes de que se infecte—

Vi como Clarke puso uno de esos dardos que tiene los hombres de la montaña en el cuello de Anya, quien cayo inconsciente al suelo. —Ahora tu eres mi prisionera— dijo Clarke atando las manos de la rubia.

La chica mutante (The 100)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora