Recuerdos y mensaje

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 Mis ojos se abren de golpe y me encuentro con unos tan conocidos ojos color verdes. Esos ojos me miraron con atención sin expresar ninguna emoción en su rostro, pero sus ojos la delataban, era algo que solo se permitía conmigo y cuando estamos solas, es más expresiva.

—H- Heda— murmure dolorida

—Ikii— dijo Lexa con un leve asentimiento, a su lado note a Indra mirando mi herida con el ceño fruncido y con notable enojo.

—¿Dónde está Anya? — pregunte dolorida

—Descansando— contesto Heda —Cuando llego a Tondc se desmayó— informo después de unos segundos.

Asentí con la cabeza y me dejé apoyar más contra las pieles debajo de mí, notando que me encontraba en una tienda del curandero.

—Heda, están los dos en la prisión— informo Gustus entrando en la tienda y mirando a la chica y luego a mi con atención, un leve asentimiento de su parte, luego su atención volvió a mi unión.

—¿Prisión? — pregunté con una mueca cuando me moví de forma brusca

—No es nada por lo que debas preocuparte— dijo con frialdad Heda, mis ojos se encontraron con los verdes. No discutí y me giré cerrando mis ojos y permitiendo que el sueño me invadiera, pero primero sentí la mano de Indra sobre mi cabello, acariciándome, cosa que solía hacer cuando dormía de pequeña.

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Sonreí divertida al ver a Lexa caer hacia el suelo mientras Anya la miraba sin emoción alguna en su rostro.

—¿Es lo mejor que puedes hacer? — pregunto Anya. Lexa hizo una burla lo que le gano una patada de la otra mujer. Los ojos verdes me miraron y sonreí entendiendo lo que ella quería decirme.

Lexa con habilidad con sus piernas logro desestabilizar a la rubia y me lance hacia la mujer, quien me miro con los ojos abiertos por la sorpresa, logrando tirarla al suelo.

—Gané— dije mientras sonreía

Anya rodo los ojos, pero me dedico una sonrisa afectuosa. Tanto Lexa y Anya son un par de años mayor y me llevaba muy bien con ambas, son las dos únicas junto con Indra que no me tiene miedo por mi radiación y mi condición extraña.

—Mocosa tramposa, solo por eso tendrás más práctica— dijo Anya mirando a Lexa, quien se reía a nuestro lado. Lo que la hizo detenerse y mirar a la rubia con horror en sus ojos.

Estaba por reírme, pero un dolor en mi pecho me hizo lanzar un jadeo y me levanté alejándome tanto como pude de ambas, escuchaba que las dos me llamaban, pero no podía descontrolarme junto a ellas.

Unos pasos se acercaron hacia mí con seguridad y estaba por alejarme rápidamente, pero para mi sorpresa una mano con fuerza se apoyo en mi cabeza con cariño y mire hacia arriba para encontrar a Heda.

—Solo respira— instruyó la mujer

—Soy un monstruo— murmure mientras intentaba controlarme

—Todos tenemos un monstruo en nuestro interior, Ikii, y somos responsables de lo que pasa si lo soltamos— dijo con voz sabia Heda.

—Lobo de Wanheda— dijo Titus con fuerza a la vez que entraba en la habitación, luego el hombre miro a Heda e hizo una reverencia respetuosa.

—¡No le grites! — dijo con enojo Lexa mirando con sus ojos verdes intensos al Fleimkepa.

—Cállate Nightblood, no estas en posición de hablarme de esa manera— dijo de manera arrogante Titus

—Titus— dijo Heda con frialdad mirando al hombre, quien de inmediato le presto toda su atención.

—Me disculpo por faltarle el respeto Heda— dijo rápidamente TItus

Anya rodo los ojos y guardo su espada, antes de caminar hacia una zona donde se encontraban las armas de entrenamiento.

La mano de Heda se apoyo en mi cabello y me miro con una leve sonrisa en su rostro —Luego de que tu práctica termine, vendrás conmigo a Tondc para encontrarnos con Indra—

—Si Heda— contesté con una asentimiento con la cabeza y me dirigí hacia Titus bajo la atenta mirada de Lexa y Anya.

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Mis ojos se abrieron de golpe y me encontré con los ojos verdes mirándome con intensidad, pero con preocupación en ellos.

—Hola— murmure con voz cansada, lo que hizo que ella sonriera levemente. Mis ojos miraron la tienda del curandero para notar que no había nadie allí.

—¿Cómo te sientes? — pregunto Lexa mirando la zona de la herida que ahora estaba cosida.

—Mejor— conteste y me enderece para sentarme, mi unión frunció el ceño y me miro, suspire y desvié la mirada —Dilo de una vez—

—¿Estuviste ayudándolos? —

—Solo a sobrevivir, no me metí en ninguna disputa con nuestra gente— conteste —Solo... con Tristan—

—¿Tu lo mataste? —

—Si— dije con decisión y mire sus ojos verdes —No me arrepiento, era un idiota—

—Anya me comento que dijiste que te cortejo e intento llevarte a la cama— su voz fue más firme, asentí con la cabeza —¿Por qué nunca nos lo dijiste? —

Una risa escapo de mi boca y eso solo provoco que Lexa me fulminara con la mirada, —¿Estoy hablando ahora con Heda o mi Lexa? —

—Ikii— advirtió Lexa

—Con Lexa, perfecto— dije mientras me acercaba para sentarme en el borde de la mesa donde me encontraba acostada. —La respuesta es simple, Anya está ocupada con sus guerreros y tu estas en Polis, dirigiendo y controlando a los clanes. Las ordenes de Heda fueron claras, no puedo estar cerca de los pueblo o de Polis, para no generar conflictos de que los otros clanes piensen que estoy de parte de Trikru—

—Ikii, sabes que esas ordenes fueron para— dijo Lexa, pero de inmediato negué con la cabeza y me levanté.

—Oh, Heda volvió. Debo callarme— interrumpí de inmediato.

Para mi sorpresa la mano de mi unión me empujó hacia atrás para que me acostara contra la mesa con ella sobre mí, poniendo sus manos cerca de mi cabeza.

—Azgeda esta estaba complicando las cosas, recuerda que Nia ya te amenazo varias veces— dijo Lexa con intensidad.

—Puedo manejarla— gruñí mostrando colmillos afilados —Ella no puede matarme tan fácil—

—¡No quiero averiguarlo! — grito Lexa interrumpiéndome —¡Ya perdí a Costia! —

—Eso fue mi culpa.... lo sabes— dije con dolor en mi voz

—No lo fue—

—¡Lo fue! ¡Ella estaba conmigo cuando nos emboscaron! —

—La protegiste, estabas llena de heridas, pensé que también te había perdido después de que no despertarte por varios meses—

Cerré los ojos fuerza y escondí mi rostro en su cuello, ella se tensó, pero de inmediato se relajo y me rodeo con sus brazos para darme un abrazo mientras nos enderezábamos para ahora estar de pie.

Después de unos minutos, ella se alejó, pero antes le robe un corto beso, logrando que sus ojos brillaran con el afecto que solo era dirigido hacia mí.

—Debes descansar— dijo Lexa, antes de caminar hacia la salida de la tienda.

—Lexa— dije y ella se detiene, antes de mirarme —Los que estaban en la prisión que menciono Gustus son de Sky people—

—Si—

—¿Qué paso? —

—Se envió una mensaje— contesto con frialdad Lexa volviendo a ser Heda y saliendo de la tienda. Me quede parpadeando mirando hacia el lugar por donde se había ido, antes de suspirar cansada.

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⏰ Última actualización: Jun 27, 2021 ⏰

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La chica mutante (The 100)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora