Stray Kids reactions

*ִֶָ ࣪𖦹 ʾ˖Seungmin || Nerd

-- Aléjate, niña rara.

-- Fuera de aquí, nerd.

Así era mi día a día desde que llegué a esta escuela, pelearme con el nerd de la escuela entera porque ese puesto iba para mi.

Aunque realmente no, yo si tenía una vida aparte de los estudios y aún así mantenía mis notas perfectas.

-- Kim Seungmin y Ahn Jagi, dejen de insultarse por los pasillos, vayan por su sanción.

Y ahora debíamos ir a la dirección contraria de camino a control escolar donde de seguro estará el director listo para fingir que no sabía que íbamos a ir allí para después pasarnos a su oficina, sermonearnos y sentenciarnos a un trabajo extra en detención.

-- Y me van a hacer una presentación digital acerca de todas las normas de la escuela, explicando todas y cada una.

Realmente ¿Para qué quería que explicaramos más de 60 reglas?

El timbre sonó y tuvimos que ir directamente a detención donde el salón estaba sólo.

-- Ten, traga-libros.

-- Me llamo Seungmin.

-- Y yo soy Jagi, un gusto -respondí con una sonrisa fingida buscando la computadora que usaría.

-- ¿No traes tu computadora?

-- Claro que no, no se necesita para ninguna clase el día de hoy.

De su mochila sacó una aparentemente muy costosa laptop con mouse y teclados aparte.

-- ¿También tienes tus jueguitos? Sólo te falta ser otaku.

-- Soy Mayday, no otaku. Y no son juegos, son programas de estudio.

-- Si, iré por unos libros.

-- Es digital, los libros están aquí y nada va en físico.

No quería estar cerca de él, que incómodo.

-- Siéntate, no pienso hacer todo yo sólo porque a la señorita se le olvidó que vive en el siglo XXI.

Bufé y acerqué una silla a un metro de él pero aún no podía ver.

Tomó el extremo con una mano y me puso junto a él y movió el objeto al centro de ambos.

-- Te dije que no lo iba a hacer solo.

Empezó a teclear y yo me disponía a criticar la falta de estética del trabajo.

-- Bien, van 10. Ahora, 'niña estética' puedes decorar como tanto quieres.

Troné mis dedos haciendo que crujido asustara al chico a mi lado y movía diferentes textos e imágenes causando que se volviera más presentación y no puro texto.

-- Dios mío, no sabes hacer presentaciones.

-- Si sé, pero es mucha información.

-- Y por lo mismo hay que resumir aún más y poner más imágenes.

Pasaron las horas y se oscureció.

-- Muchachos, ya no pueden estar aquí.

El vigía llegó a avisarnos y tomé mi mochila.

En la puerta me despedí con la mano del chico pero este me siguió.

Después de unas cuadras volteé a verlo.

-- ¿Qué quieres?

-- ¿Vives por aquí?

-- No respondas a mis preguntas con otras ¿Qué quieres? Tu vives para el otro lado.