Las semanas pasaron y después de aquel incidente con la herida del chino, ese suceso jamás se volvió a repetir, sin embargo, Iryna siempre se aseguraba de observar cada movimiento que hiciera.
"Solo fue tu imaginación. No tengo ninguna herida"
Fueron las palabras que Yao utilizó para excusarse, pero la ucraniana no cayó tan fácil.
Volviendo a Yao, era sorprendente lo mucho que todos en la mansión amaban su comida y aún más, se había vuelto el tema de conversación de las demás chicas, ya que por más que lo intentarán el no se les unía.
— Yo digo que nos evita por lo ruidosa que es Emily—
Alice, al igual que las demás, habían hecho de todo por invitar a Yao a unirse a su grupo, pero por más que intentaban más rechazadas eran.
Parecía como si no quisiera tener amigas.
— ¡¿Ah?! ¡Yo no soy ruidosa!—
Pero aunque Emily fuera demasiado energética para los demás, ese no era el motivo del por qué Yao no se les acercaba.
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El chino corría de un lado a otro preparando la cena de ese día, ya que el simple hecho de estar solo y tener que cocinar para tantos ya era difícil.
<< Ellos comen como si no hubiera un mañana... >>
Ah, por qué desde que Iván probó los platillos hechos por las manos de Yao quedó sumamente encantado y un plato no era suficiente.
<< Puedo lograrlo. Aún queda tiempo >>
Y por suerte terminó todo.
Ahora el problema sería llevarlo.
No estaba de acuerdo con ello, pero optó por poner los platos en el carrito* que le habían dado hacía poco.
Una vez salió de la cocina, cambió su calzado y continuó su camino.
Fue caminando por los grandes pasillos y observó todo lo que estos tenían.
Pinturas de personas que no conocía, cuadros de paisajes y varios objetos que se veían bastante valiosos, puesto que en las mesitas que se encontraban todavía tenían un cristal protector, aunque bueno, solo algunas.
No tardó demasiado en llegar al comedor, dónde ya la familia completa le esperaba.
Iryna, Natalya e Iván ya estaban esperando su comida, aunque la menor de ellos parecía molesta.
— Lamento la tardanza. El desayuno está listo aru—
El chino tomó dos platos y los dejó frente a cada hermana. Al acercarse a dejar el plato de Iván, claramente pudo sentir como este le tocó su muslo, pero por debajo de la falda.
Esto lo hizo sobresaltarse pero por suerte su platillo permaneció a salvo.
— ¡N-no hagas eso aru!—
Pero para sopresa de todos, Iván solo sonrió.
— Gracias por la comida—
Y sin más comenzaron a comer.
Sin duda, amaban la comida preparada por las manos de Yao, aunque bueno, Natalya no lo admitiría.
Antes de que el chino pudiera irse, la hermana menor de Iván hizo un comentario bastante hiriente.
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Guerra en tu Interior (Pausada)
Science FictionYao se vió obligado a sustituir a su hermana Mei en un viaje hacia Rusia con el objetivo de servir a Iván Braginski. Tuvo que vestirse, actuar y lucir como una mujer a los ojos de los demás, pero...¿cuánto duraría así? Además Iván no ayudaba mucho e...
