Después de lo ocurrido nada pudo mejorar.
Iryna llenaba de preguntas al pobre chino quien estaba más ocupado en pensar que un hombre lo había besado que en las preguntas de la ucraniana.
—¿Yao? ¿Me estás escuchando?—
Le preguntó Iryna a lo que Yao no le respondió.
En ese momento estaba en un debate mental sobre si debía huir, contar la verdad, morir o aceptar lo que pasaba.
Pero, era demasiado pronto para darse por vencido, ¿no? Es decir, un beso no era algo para morirse.
—Y-yo, lo siento. Si te estoy escuchando—
Quizá las cosas no serían tan malas.
—Déjame ver si entendí, dices que Iván te llevó lejos de la mansión solo para pedirte ser su pareja y besarte?—
Por lo menos Yao le había contado lo más importante de lo ocurrido e Iryna le había entendido, cosa que le sorprendió ya que la mayor parte de la explicación se la pasó tartamudeando.
— ¡S-si! ¡Eso hizo!—
La ucraniana soltó una pequeña risita que confundió al chino. No encontraba nada gracioso en lo que dijo, de hecho estaba sumamente asustado.
— ¡Oh! ¡Perdóname por reírme! Es solo que Iván siempre hace eso, pero eres la primera que se asusta de esta forma. No te preocupes, pronto se le pasará—
Momento.
¿Acaso le estaba diciendo que solamente fue "una más"?
Si mal no recordaba, Iván le había dicho que era "la primera", pero si la ucraniana le decía que era típico de él, ¿a quién debía creerle?
Sinceramente ahora solo quería irse lejos del ruso y volver con sus hermanos.
Iryna notó esa inmensa tristeza en el chino por lo que trató de cambiar el tema y aligerar un poco las cosas.
— ¿Qué te parece si me acompañas a comprar la despensa? Suelo llevar a Emily, Alice y Françoise pero siempre resulta un caos —
Si tomaban en cuenta como se llevaban las tres chicas era lógico que todo terminara mal si las juntabas.
Yao no lo pensó dos veces antes de aceptar. Haría cualquier cosa con tal de salir de la mansión y aclarar un poco su mente.
— ¡Bien! Entonces vayamos—
Iryna fue a avisar a su hermano que saldrían y este a regañadientes aceptó dejar a su "querida" Yao salir pero advirtió a su hermana que no permitiera que escapara, de lo contrario se metería en muchos problemas.
Iryna recomendó a Yao usar algún suéter ya que afuera aún seguía haciendo demasiado frío, pero para su sopresa todo el conjunto que Yao tenía era de panda. Guantes, gorro, bufanda, suéter, todo, absolutamente todo tenía como tema un panda.
—Te gustan mucho los pandas, ¿no es así?—
Preguntó aunque ya sabía la respuesta. Simplemente quería romper el hielo que se había formado desde que entraron en el auto que los llevaría a la tienda.
Yao asintió un tanto avergonzado.
—En China los pandas son muy importantes, además son bastante lindos aru—
El hablar de otra cosa que no fuera la situación en la que se encontraba realmente le ayudaba mucho. Quizá Iryna podría ayudarle a estar más tranquilo el ese horrible lugar.
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Guerra en tu Interior (Pausada)
Science FictionYao se vió obligado a sustituir a su hermana Mei en un viaje hacia Rusia con el objetivo de servir a Iván Braginski. Tuvo que vestirse, actuar y lucir como una mujer a los ojos de los demás, pero...¿cuánto duraría así? Además Iván no ayudaba mucho e...
